capitulo 4

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Seque mis lágrimas no sabía que pensar, eran tan solo una niña con un secreto que iba a doler si lo dejaba salir, pero no podía callarlo, debía decirle a mamá. Comencé a caminar sin saber dónde estaba, mientras proseguía, notaba algunas personas en la calle tiradas en los pisos, otros encendían un cigarrillo, que realmente en mi ignorancia no sabía que se trataba de la misma droga. Estas personas, me hicieron entender mientras las miraba con disimulo, que les hizo falta una parte importante, un amor tal vez, amor que yo recibo o que eso estoy pensando en recibir. Mi tristeza se agravó y solté un quejido, aquellas personas me miraron y se iba acercando, yo los miraba, pero su aspecto comenzó a darme miedo, sin percatarme choque a alguien que se acercó y este tomó mi hombro

Mark: — ¡váyanse! Ella no está sola—

Miré hacia arriba con temor y noté que era un chico de unos veinte años y más, estaba arreglado y espantó a los demás que si se veían bastante mugrosos

Mark: — ¿Qué haces por aquí? Eres muy pequeña, estos vándalos ¿Te hicieron algo? —

Vi cómo se preocupó, y solo solté un leve suspiro

— estoy bien, ellos no me hicieron nada, ya yo estaba llorando, estoy perdida, no sé a dónde ir, además estoy hablando contigo, un extraño, vine a ver a mi padre, pero nunca estuvo ahí—

Este me escuchaba atento, se notó obvio mi gran tristeza, Mark tomó mi mano y me dijo observándome

Mark: — vamos te llevaré con tu madre, si no te hubiera visto entrar a este hueco de drogadictos, seguramente te hubiera sucedido algo, no te preocupes, confía en mí, yo te salvaré —

Lo Vi a los ojos aquellas palabras, fueron como viento, no las creí, pero sinceramente no me importaba con quién me estaba yendo, tal vez así, mi papá vendría y se quedaría conmigo. Comenzamos a caminar, principalmente salimos de ese lugar que era bastante aterrador, todo oscuro lleno de sueños perdidos.

Mark: —¿y dónde trabaja tu mamá? Para llevarte con ella—

— supongo que debe estar en el restaurante, o en el bar, o tal vez en el hospital —

Mark: — ¿Trabaja en serio en tres partes? —

Aquel muchacho se expresó de una manera confusa

—Sí, ella dice que lo que da mi padre, no alcanza y debe trabajar para sacarme adelante—

Mark: — es sorprendente eso, debe hacerte sentí orgullosa de la madre que posees —

— lo estoy, pero siempre estoy sola en casa, por suerte está el colegio o me volvería loca encerrada en las mismas triste paredes blancas, que esperan la llegada pacientemente de alguien, que pocas veces se presenta —

Aquel chico se quedó pensativo mirándome, parando un taxi al sentir que este se aproximaba. Entre y este entro igual diciéndole las direcciones que lógicamente yo tenía apuntada en un papel en mi bolsillo. Mi madre siempre me dijo que guardara algo de información en mis bolsillos por si alguna vez me perdía. Me senté y él igual se sentó mirándome

Mark: — tu rostro muestra una tristeza ¿Qué tienes? —

— ¿yo? nada, son cosas de niña ilusa, nadie me puede ayudar con esto—

Al mencionar esas palabras me salieron unas lágrimas, no podía resistir guardar el dolor que tenía en mi corazón

Mark: — wow, no llores, dime ¿qué pasó?, Una niñita tan pequeña y linda no debería estar botando lágrimas con ese sentimiento tan grande y duro que tienes en tu corazón. Que mal educado soy, no me he presentado como debe ser, mucho gusto, me llamo Mark y yo te estoy ayudando—

— lo siento, he Sido una malagradecida, me estás ayudando y aun así, me veo en el descaro de decir que nadie me ayuda, me llamo chaeyoung —

Mark: — no te preocupes, cuando estés preparada para hablar, me dices —

No resistí ni un segundo al él terminar, para comenzar a llorar, este se acerca y me abraza, el taxista igual me miraba con sus ojos cristalizados, lloraba con tanto sentimiento que conmovía a aquellas personas externas en mi vida, que seguramente solo hoy las veré. Comencé a contarle las razones a ellos se les notó el coraje que les dio seguramente aquel acto tan torturante para solo una pequeña niña. Al terminar se sintió bien deshacerse de aquel secreto que callaba. Mark me miró y secó mis lágrimas diciéndome

Mark: — óyeme bien, los grandes nunca deben hacerte dudar, que soñar es lo más maravilloso que existe, eres tú, es tu sueño, ve y dile a mamá y quédate con ella, llora si ella lo hace, pero nunca la dejes sola, tú eres una pequeña guerrera, que lucharás para derribar cualquier tempestad, no te sientas mal, por ese fulano que dice ser tu padre, él fue el que perdió, ha tan maravillosa hija —

Lo abrace fuerte apretando mis ojos, agradeciendo por todo lo que había hecho, sus palabras y escucharme bastaron para que por un momento mis ojos se secaran y en mis labios se formará una sonrisa de verdad. 

AVENTURA IMAGINABLE- Rose De BPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora