Colegio privado

CAPÍTULO 17

Se oye abrir la puerta, abro los ojos y mientras intento enfocar entre la oscuridad que es lo que había producido ese ruido veo una sombra negra salir de la habitación. Me froto los ojos y miro las camas de mis amigas, falta Judith... ¿estará bien?

Me levanto, me pongo mis zapatillas y con una goma recojo mi pelo en un pequeño moño en la zona de la nuca. Abro la puerta y la veo torcer la esquina a lo lejos del pasillo, no quiero gritar para llamarla es tarde, así que voy detrás de ella todo lo rápido posible. cuando tuerzo la esquina veo que está dando un abrazo a.. ¿mi hermano? creo que no me asombra para nada. Después de abrazarse se meten en su habitación y yo suspiro aliviada al comprobar que no está pasando nada malo y me dispongo a dar media vuelta para ir a la cama.

Oigo unos puñetazos en el pasillo de al lado, me asomo para ver de qué se trata. Puedo ver perfectamente la silueta de un chico golpeando la vitrina de trofeos que hay en la pared, observo que tiene un pendiente en forma de cruz colgando de su oreja, es James, me acerco lentamente hacia él, en el fondo me da algo de miedo. Sus puños no dejan de golpear la vitrina y yo rezo para que esta no acabe rompiéndose y haciendo añicos el cristal...

- Para, para por favor, vas a hacerte daño - digo intentado parar uno de sus brazos

Vete de aqui - mira en mi dirección con la respiración agitada, sus ojos reflejan un dolor y furia intensa y a mi se me cae el alma a los pies 

- Vas a romper el cristal - consigo decir.  Sus ojos se vuelven oscuros, aparta con fuerza su brazo de mi mano y sigue golpeando el cristal con más furia - para James, por favor - le suplico casi gritando

- ¡¡QUE TE LARGUES DE UNA PUTA VEZ JODER!! - grita tan cerca de mi cara que casi caigo hacia el suelo, pero quedo totalmente paralizada - ¡¿NO ME HAS OÍDO?, LARGOOO!

Sin dejar de mirarlo horrorizada doy algunos pasos hacia atrás hasta que comienzo a correr en dirección a mi cuarto.

¿Qué coño le pasa? No hago más que repetirme que está mal de la cabeza, pero en el fondo siento preocupación por él

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La campana anuncia el final de las clases, Derek no a venido hoy, según sus compañeros de habitación está mal con algo de fiebre, así que después de comer iré a hacerle una visita, aunque no se la merezca por haberme delatado ayer. 

De camino al comedor la conserje Olivia llama mi atención

- Trish, tenías una llamada hace media hora, como estabas en clase le dije que llamase a partir de las cuatro de la tarde, supongo que volverá a llamar, parecía tener mucha prisa por hablar 

- Bueno, a veces mi madre puede ser muy intensa - me echo a reír

- No Trish, no era tu madre

- ¿Mi padre entonces?

- Tampoco,  el chico tenía tanta prisa en solo hablar contigo que en cuanto le dije que llamase más tarde colgó, no me dió tiempo a preguntar su nombre - sus expresión se torna con disculpa - pero si es algún amigo tuyo quizás reconozcas su número de teléfono, si tienes un momento entra y miramos el registro de llamadas

La sigo y entramos dentro, para mi asombro James estaba allí con la mano vendada y una ojeras extremadamente grandes y oscuras, por un instante iba a acercarme a él para preguntar como estaba, pero al recordar lo mal que se portó anoche conmigo decidí no mantener contacto visual para no caer en la tentación de acercarme.

- Olivia, de verdad que estoy bien, me voy a marchar a comer algo - dice James sin ninguna expresión en sus palabras

- De aquí no te mueves hasta que no curemos esa mano, de momento hay que descartar si necesitas puntos de sutura o no, tendrás que esperar a que venga la enfermera - le riñe Olivia