CAPÍTULO 14

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Llegada la noche no podía dormir, seguía dando vueltas y vueltas en la cama, pero era inútil. Cogí una chaqueta y fuí al patio de atrás para tomar un poco el aire. Eran las dos de la madrugada por lo que estaba totalmente vacío. 

Mi mente no deja de pensar en Ruth y Mike juntos, es inútil fingir que ya no duele. Las lágrimas brotan de mis ojos. Mike y yo llevábamos juntos dos años, era un relación complicada por mis padres, pero éramos felices, y Ruth siempre me apoyaba en el tema. Empiezo a pensar que estos dos no están juntos desde ahora sino desde hace mucho tiempo y se me parte el alma. Creo que me duele más la traición de mi amiga que conozco desde pequeña a la de él.

- ¿Qué haces en mi banco? 

- A tí qué te parece que esté haciendo - digo de mala manera sin siquiera mirar quien es

- ¿Estás bien? -pone la mano sobre mi hombro, miro hacia arriba y veo que es James

- Perdona yo... - pero no puedo continuar con mis palabras y me aferro a sus brazos llorando descontrolada

- Shhh.... - el chico acaricia mi espalda para calmarme y yo agradezco que no siga preguntando 

Me seco las lágrimas con las mangas de mi chaqueta y sonrío a James en agradecimiento

- ¿Un cigarrillo?

Hago un gesto con la mano a lo que él se encoge de hombros y se enciende uno

Observo como fuma este chico de pelo castaño oscuro, ojos negros y labios finos pero de un rojo muy intenso ... tiene un aire macarra, un pendiente en una de sus orejas con una cruz plateada, también puedo ver como le asoma un tatuaje por el borde de su camiseta que sale desde el cuello

- ¿Qué te trae por aquí a estas horas de la noche? - pregunto mirando como su mano llena de anillos agarra el paquete de tabaco con tanta fuerza que pareciera que se va a romper

- Creo que yo soy el más idóneo para hacer esa pregunta, ¿no crees? - exhala el humo por su boca

- ¿Qué tal si ninguno de los dos hacemos preguntas?

- Me parece bien - sonríe, pero es una sonrisa que esconde algo

Comienzo a tiritar por el frío y mis dientes no para de castañear, James pasa su brazo por mis hombros y dejando su cigarrillo en los labios frota con la otra mano unos de mis brazos para hacerme entrar en calor

- Deberías entrar dentro aquí fuera vas a pillar un resfriado, ya estamos en pleno otoño y salir a estas horas de la noche solo con una chaqueta no es muy buena idea - su mirada está llena de sinceridad

- Tienes razón, será mejor que entre dentro y tú también - hago un gesto con la cabeza para que me siga

- Yo voy a quedarme un poco más, pero si lo que quieres es que te acompañe a tu habitación... no tengo ningún problema en hacerlo - su sonrisa se vuelve pícara

- No intentes ligar conmigo, no va a funcionar - río

- Vale, vale, olvidaba que tenías novio - alza sus manos en forma de derrota

- Yo no... no tengo... - se me quiebra la voz impidiendo  dejar que mis palabras salieran y él se percata al instante de que ha tocado el tema clave de la noche

- Lo siento, yo no sabía..  soy un idiota - se golpea la frente 

- No te preocupes - respiro hondo impidiendo que mis lágrimas no volvieran a salir - ahora ya sabes qué hacía aquí fuera - río débilmente

- Si necesitas algo no dudes en pedirmelo, te prometo que no intentaré besarte a traición ni nada de esas cosas - su sonrisa enseña toda la dentadura

- Lo haré - digo dándome la vuelta para entrar dentro.

Entro dentro y camino por los oscuros pasillos hasta llegar a mi habitación. Me tumbo en mi cama y cuando entro en calor mis ojos se cierran.







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