Empieza otro día más de clase, pongo mi libro sobre la mesa y algunos de los apuntes mientras llega el profesor. Decido poner la chaqueta del uniforme en la silla de al lado, hoy Derek tampoco vendrá, anoche seguía teniendo fiebre. El profesor entra en el aula y comienza a sacar sus libros para empezar la clase, poco después llaman a la puerta.
- Perdón por llegar tarde, ¿se puede? - asoma Derek desde la puerta
- Si claro, pasa, aún no hemos comenzado
Derek da las gracias con un gesto y cierra la puerta tras él, retira la silla donde había colocado mi chaqueta y la agarra para colocarla en el respaldo de la misma.
- Buenos días - saluda mientras saca sus libros
- ¿Cómo estás? Pensaba que hoy no vendrías, anoche tenías mucha fiebre
- No puedo perder más clases - sus cara todavía es un poco pálida, se nota que aun no esta bien del todo - necesito tener un sobresaliente para la beca, repetí un año, no pienso malgastar más tiempo en lo que a estudios se refiere
La beca para Londres, casi se me había olvidado. Entonces él también está interesado en ir. La verdad no me esperaba que lo de hincar codos fuera lo suyo. Sonrío orgullosa por sus palabras y comenzamos la clase.
- Por cierto - susurra despacio sin quitar la vista de la pizarra - ¿Que hareis esta noche?
- ¿Esta noche?
- Sí, he oído que algunos chicos y chicas van al patio trasero
- ¿Es que no piensan ir a clase mañana?
- ¿Mañana? - me mira divertido - Mañana no hay clases, es el aniversario del centro, así que lo catalogan como festivo, ¿no lo sabías?
- Nadie me dijo nada - lo miro confusa
- Bueno te lo estoy diciendo yo ahora - guiña un ojo
- En ese caso no tengo ni idea de que harán las chicas, pero cualquier plan es mejor que estar en la cama, me apunto a lo que sea - sonrío
Él me devuelve la sonrisa y mira hacia la pizarra
- Por cierto, gracias...
- ¿Mmm? - volteo mi cabeza para mirarlo pero él solo me responde con una sonrisa y vuelve a fijar su atención al libro.
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- Hola Olivia - saludo apoyada en el marco de la puerta de consejería
- Hola Trish, que tal todo, ¿hay algún problema? - pregunta cariñosamente mientras recoge algunos papeles de su mesa
- No, no te preocupes, yo solo venia... venía por...
- Sí - me mira con delicadeza - volvió a llamar por la tarde. No te preocupes le dije que no aceptabas la llamada y rápidamente colgó el teléfono, desde entonces no ha vuelto a llamar
- Gracias - sin darme cuenta mis ojos comenzaron a humedecerse
- Ven aquí - cierra la puerta y me ofrece un vaso de agua de la máquina - no quiero ser chismosa, pero si tienes algún problema no dudes en contarmelo y si yo puedo hacer algo lo haré
- No hay mucho que hacer Olivia - digo entre lágrimas, doy un sorbo de agua y respiro hondo, decido contarle todo lo de Mike, aunque se que no arreglará las cosas tal vez sea bueno y necesario contar los problemas para sentirnos libres. Ella escucha con horror la historia - y... por eso no quiero saber nada de ninguno de los dos
- Mi niña, desde esta consejería lo observo absolutamente todo, se como sois todos y cada uno de vosotros y aunque lleves poco tiempo aquí he podido ver que eres una chica fuerte, es más, me lo estás demostrando, eres muy joven para que tu cabecita ande ocupada pensado en gente que no merece tu atención. Tómatelo como una enseñanza en el camino de la vida, pero no te atasques ahí porque esta sigue y es maravillosa, habrá momentos en los que te llenará de felicidad y otros en los que te duela vivir, las cosas malas nos hacen fuertes y sabios, pero ambas cosas nos hacen sentir vivos, no lo olvides nunca. No está mal sentirse triste, llorar es necesario, lo importante es saber cuándo es suficiente y seguir sonriendo.
Las palabras de Olivia me daban tanta energía y positividad que mis lágrimas ahora brotaban de alegría
- ¿Quieres comer conmigo hoy? Te vendrá bien despejarte un poco - me dice guiñandome un ojo mientras agarra mi mano
- Si, te lo agradecería mucho
- Está bien, espérame aquí, voy a avisar al director de que saldrás conmigo en el almuerzo
Después agarra su bolso y coge las llaves del coche, salimos del centro y entramos a un coche de color blanco con un techo solar precioso, me siento y Olivia abre el techo, miro hacia arriba, respiro hondo y sonrío. Poco después llegamos a un local pequeñito y acogedor, en su letrero ponía 'Arrecife' no estaba muy lejos del centro así que no perdimos mucho tiempo de la comida. Una anciana se acerca a nosotras mientras nos sentábamos en unas de las mesas que había junto a la ventana
- ¿Que tal Olivia? Veo que esta vez vienes acompañada de una joven preciosa - la mujer mira en mi dirección, y su rostro se torna preocupado - ¿Estás bien bonita?
- No te preocupes Marien, cosas de adolescentes - responde Olivia antes de que pudiera decir nada, la verdad es que agradezco que responda ella, no me apetecía hablar sobre eso ahora
- Quien tuviera tu edad, disfruta de la juventud, es un regalo - su sonrisa daba una tranquilidad increíble - ¿Que tomareis? - anota las cosas que Olivia le va diciendo
Observo aquel pequeño local, había una pecera al lado de la barra con peces de unos colores preciosos, también había una gramola antigua y la decoración de las paredes era de tema oceánico. La comida llega y Olivia agradece a la mujer la amabilidad
- Qué tal está... el chico este... no recuerdo su nombre... -la anciana rasca su cabeza intentando recordar
- Está bien, tal vez tu pastel de manzana fuera de gran ayuda
- Siempre digo que el pastel de manzana es mágico - mete sus manos en el mandil que colgaba de su cintura - buen provecho
La comida estaba deliciosa, además sentaba bien comer en un ambiente diferente, necesitaba salir un poco de allí después de todo lo ocurrido con Mike. Unas risas se escuchaban fuera, desde la ventana se podía ver a una pareja riendo en un banco mientras tomaban cafe. Una sonrisa salía de mis labios a ver la felicidad de los chicos.
- ¿En qué piensas?
- ¿Eh? No, nada - respondo nerviosa. Qué vergüenza habrá visto mi cara de tonta mirando por la ventana
- Algún día encontrarás el amor, igual que ellos - sonríe
- ¿Tu crees?
- No lo creo, lo sé - termina su bebida y se levanta hacia la barra para pagar la comida
Al volver de la barra vuelve con un trozo de tarta de manzana envuelto en papel de pastelería
- Marien me ha dado esto para tí
Miro en dirección a la barra y veo a la anciana tras ella sonriendo, le hago un gesto de agradecimiento y ella asiente con la cabeza.
Volvemos al centro, después de agradecerle a Olivia mil veces la comida de hoy.
A las chicas les había dicho que no tenía hambre y por ese motivo no fuí al comedor hoy. No me apetecía estar en la habitación, asique decidí ir a la biblioteca a devolver algunos libros.
De camino a la biblioteca me encontré con Derek que salía de enfermería, parecía tener buena cara
- ¿Cómo te encuentras? ¿Estás mejor? - digo abrazando los libros que llevaba conmigo
- Si, la enfermera acaba de tomarme la temperatura y estoy bien, solo tengo que tomarme un jarabe durante la semana y estaré como nuevo
- Eso es genial, la enfermera Alicia parece tener muy buenas manos
- Bueno en parte tu tambien tienes mérito en mi recuperación -guiña un ojo
- Anda ya, si lo único que hice fue ponerte unos trapos mojados en la cabeza
- Sea como sea, lo hiciste - mira mis brazos llenos de libros - ¿vas a la biblioteca?
- Si, voy a devolver estos libros, ¿me acompañas?
- Me encantaría, pero tengo que ponerme al día con las cosas de ayer, lo siento. ¿nos veremos esta noche?
- Seguro que sí - le dedico una sonrisa y me alejo por el pasillo mientras él se queda mirando hasta que me pierde de vista.
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Colegio privado
Romance- Déjame decirte solo una cosa - dice agarrándome la cintura - Las relaciones a distancia nunca funcionan En ese momento mis piernas comenzaron a temblar