Los siguientes días a esa noche lograron concluir con los arreglos de la casa. Seguía luciendo aún como una antigua pero ahora con ese toque vintage intencional agregado. A decir verdad se veía bastante bien.
Habiendo terminado con la mayor de sus labores decidieron tomarse un bien merecido descanso y día de diversión; la feria que apenas había arribado a la ciudad sonaba como una muy buena opción.
La pareja decidió esperar hasta que avanzara el día e ir, así podrían disfrutar del atardecer desde la costa, dónde estaba dicha feria. Shadow parecía animado con el plan, no tanto por ir a subirse a los juegos y comer comida rápida como pizzas y churros, sino por la compañía de su cobalto. Sin embargo para el mismo Sonic por supuesto que disfrutaría ir de la mano con el azabache, pero sin duda alguna los juegos como la montaña rusa y golosinas tales como las manzanas acarameladas y malteadas con crema lo emocionaban como un niño. El mayor de antemano no debía preguntárselo para deducirlo, con tan sólo escucharlo hablar de sus planes futuros lo sabía, pero eso era lo que también hacía que el azabache lo amara con locura, su fogosa juventud e inocencia; su niño crecido convertido en un lindo y adorable joven.
Por ahora el mayor estaba sentado en la sala recargándose entre el respaldo acojinado y el descansa brazos mientras leía un libro. Aseguraba no era de lo más interesante pero la historia era buena. Podría decir que había comenzado a leer más de lo que en toda su vida gracias a la mitad de la biblioteca de su novio; y que tampoco disponían aún de servicios como Internet y cable.
Tras unas páginas más tomó el separador del libro y lo colocó cerrándolo, no le faltaba mucho para terminarlo pero decidió mejor dejarlo para la noche. Se levantó estirando todas sus articulaciones y escuchando los singulares sonidos de las bombas de aire entre ellas explotando, en pocas palabras se tronó los huesos. Habiéndose relajado acomodó el libro sobre la mesilla y fue por algo de beber a la cocina. A cada paso que daba escuchaba con detalle (moviendo varias veces sus orejas también) el sonido de sus pisadas. Parecía que no tenía nada qué hacer en lo absoluto y que se buscaba entretener con cualquier cosa, pero la curiosidad del qué habría -o no- debajo de sus pies comenzaba a intrigarlo; sonaba hueco en algunas partes del primer piso.
Al pasar por el marco de la cocina notó que el sonido cambió, inclusive pegó con el talón un par de veces para corroborarlo e hizo un sonido gutural. Intentando ahora alejar la idea de que su propiedad estaba hueca por debajo abrió el refrigerador y sacó un jugo embotellado, se dio media vuelta cerrando la puerta del electrodoméstico y agitó el envase pasándolo entre sus manos, al destaparlo sintió la fina y apenas perceptible brisa fresca en sus dedos. Sus guantes le hubieran ahorrado tener que lavarse del dulce en ese momento. Hablando de ellos; el erizo se sentía un poco mal por no haberlos encontrado antes de mudarse, ahora ya los daba por perdidos.
No era que no pudiese comprarse otros al igual que los anillos de sus muñecas, el precio monetario no era problema, sin embargo el valor sentimental que tenía por ellos era lo que lo hacía decaer; como recuerdo de la primera persona por la que fue amado y correspondido.
En un suspiro cerró sus párpados y empinó la botella hacia su boca degustando del sabor frutal de la bebida, tomó casi la mitad del contenido cuando volvió a taparla y dejarla en la mesa para, a continuación, enjuagarse las manos en el lava trastes.
Ahora que se lo pensaba la casa estaba demasiado silenciosa sin Sonic, tanto que hasta el mínimo canto de un grillo podría ser audible sin problema. ¿qué tanto estaría haciendo su pareja en el pueblo si dijo que sólo iría por unas plantas?
Vamos a verlo.
El erizo de púas azules llevaba cargando una rejilla de madera con algunas macetas de con variedad de tamaños en su interior hasta que decidió darle un descanso a sus brazos antes de llegar al auto cuando se detuvo frente a una cafetería con varias sombrillas que regalaban sombra. Retomó el aliento y apretó sus manos entre ellas estirando a la vez sus dedos, ese día no hacía tanto calor pero al parecer llevar una camisa de vestir no había sido buena idea, además de que ésta ya tenía algunas manchas en el abdomen y puños de cuando escogió las plantas. Pronto escuchó la voz de una fémina a la cuál no presto mucha atención al principio, sin embargo cuando escuchó chico de las flores supo que se referían a él. Entonces volteó a dónde aquella, hizo un ademán con sus manos apuntándose a sí.
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Freaking Out | Shadonic Au.
Fanfic"No estoy enloqueciendo, pero estoy aterrado de perderte." No sería hasta después de que el par de erizos se mudaran los problemas de verdad comenzarían. Desde una infidelidad hasta el tener que ocultar un cuerpo sin vida. Pero ahí no terminarían lo...