I Set The Rules

Hooked on a Feeling

-Con que ahora formas parte deste sitio, no se como podrás soportarlo, recuerdo que no eras famosa por tu paciencia...

-Tranquilo, tengo-antes de continuar, el timbre sonó y el pasillo se llenó de gente andando rápido hacia sus taquillas y hablando.

Mickey y yo nos levantamos y busqué con la mirada a Dylan, a Nina o incluso a Jessica. No sabía a donde ir, y alomejor ellas me ayudaban.

-Que decías? -dijo llamando mi atención de nuevo.

-Oh, sí, tengo un plan.

-Un plan? Me interesa-dijo rascándose la barbilla poniendo cara pensativa -cuéntame más.

La gente empezaba a desaparecer, y me preocupaba no llegar a mi siguiente clase a tiempo. Entonces vi a Nina a lo lejos.

-Mike, hablamos luego, ahora necesito ir a clase-dije acercándome a él para chocar los puños, como hacen los "machos", y segundos después desaparecer en busca de Nina.

Corrí en la misma dirección en la que segundos antes había visto desaparecer a mi compañera de apartamento. Ahora apenas había un par de personas por los pasillos, y estar perdida no me parecía una buena escusa, si es que la directora ya había hablado con los profesores sobre mí, quizás ellos tendrían una opinión equivocada de mí.

Miré a todas partes, pero Nina no daba señales de vida. Entonces decidí que, si quería llegar a clase, tendría que hacerlo por mi cuenta.

Busqué en mi bolsa mi horario. "Educación Física".
Genial, pensé. Busqué lo que podía ser una señal hacia el gimnasio, y la encontré en forma de cartel que decía "Gimnasio".

Corrí hasta llegar a lo que parecían ser las puertas del vertuario.

Entré, y allí estaba Nina, cambiándose.

-Casi no llego a tiempo- dije desvistiendome junto a ella y poniéndome el chándal, que consistía en una camiseta de manga corta gris y unos shorts negros.

-La próxima vez te puedo acompañar - dijo Nina acabando de atarse los zapatos.

Una oleada de frases sarcásticas vino a mi mente, pero preferí mandarla a la mierda telepaticamente.

-Lo intenté- dije, dándome cuanta de que no tengo telequinesis.

Mierda.

-Pues no te vi- dijo a la vez que salíamos de los vestuarios.

Oh, no jodas, enserio? Yo que pensaba que te caía mal. Pensé. La ironía era lo mío, o no.

Blue Swede.