desconocidos

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solo tomo una pijama que había dejado en el armario me la pongo, es un pantalón afelpado blanco, con una blusa blanca con el rostro de un perrito con una pequeña motita de adorno, busco mi otro par de pantuflas, busco en el armario y en la zapatera pero al final quedaron arrumbadas al lado del rincón entre la pared y la mesa de noche de mi lado, las tomo y las sacudo un poco ya que están empolvadas, me las pongo y escucho el timbre, solo para estar segura veo un auto negro estacionado fuera de mi casa, estoy segura que es el, sin embargo me detengo un momento - ¿quien es?, bajo aprisa las escaleras,  -soy zeref-  abro las cerraduras ya que al ser una mujer sola la mayoría del tiempo, me tome la tarea de al menos cuidarme, al igual que quería poner mas protección, solo en caso de que tuviéramos a nuestro hijo y con mas vigilancia la probabilidad de que algo pasara disminuiría.

 al abrir lo veo con su abrigo negro y sigue vestido  de negro, abro mas la puerta para que el entre, lo veo pasar y observar la casa con detalle, me recuerda un poco a jellal que es tan detallista y quisquilloso, la primera vez que vino no hizo otra cosa que ver si el material de la casa y el estado de todo fuera de buena calidad, eso es una manera de decir hermana te amo me preocupas, y veo a zeref mirar todo de manera silenciosa, hasta que se topa con una figura de cristal de una hada, es una lampara de cristal que finge ser de hielo y a su al rededor se ven como si olas se mecieran, es una lampara que al prenderla su foco es azul, la escogí por ser en fairy tail donde conocí a mis amigas que ahora son cuñadas, o a lucy y a natsu y al que pensé seria el amor de mi vida grey, juro que pensé que la hada de aquel lugar nos había acomodado en parejas de manera correcta, pero en una de ellas fallo y no puedo culpar a nadie mas que a mi misma ya que dije que si a ser su novia y a vivir juntos, aun cuando fue el quien me dio la manera mas grosera de recibimiento, y su actitud a mi persona no siempre fue amable, siempre discutía con natsu y con mi hermano gajeel, dejo de ver aquella hada -buenas noches zeref ¿gustas una tasa de te de frutos rojos o de te verde, también tengo de manzana con canela, y de limón?- el me mira lo veo acercarse a mi - vengo a proponerte que vayamos a un hotel, de esa manera ni tu ni yo estamos en donde no queremos estar- lo veo y bajo la mirada para mirar la casa, donde cree momentos al lado de grey, donde pase discusiones con el, pero también buenos momentos - esta bien ya tengo listas las maletas, solo deja que me cambie y salimos- subo y mientras veo mi ropa que usare, mis lagrimas no tardan es salir, escuche pasos e intente limpiar mis lagrimas  -¿juvia puedo pasar?- con la voz aun algo quebrada por el llanto le cedo el paso a la habitación, el me mira con algo de nostalgia, me obligo a sonreír el solo mira la habitación -tomare tus maletas yo las bajo- saco las dos maletas y la pequeña de la habitación, lo cual solo vi hacer todo con rapidez  -juvia no tardes-solo asiento y lo veo cerrar la puerta de nuevo, miro las fotos y todas son de el, solo con su traje, o con algún compañero de su trabajo, pero no hay ni una sola donde estemos juntos, solo hay una mía donde estoy en aquel columpio que recién había puesto, la foto fue tomada por lucy, y me gusto la idea de ponerla ya que cuando tuviera hijos, se las mostraría y les contaría el trabajo que nos costo ponerlo a lucy y a mi, pero al final quedo bien puesto, lastimosamente el columpio nunca sera usado, me cambio aprisa tomando el abrigo aun húmedo, tomo mi bolso con llaves, celular, y cartera, junto a mi cargador, bajo y el esta impaciente lo veo en su mirada, al estar abajo el me abraza, permitiéndome llorar, al despedirme del que era mi hogar, apague cada luz prendida, solo tome la hada como recuerdo de mi adolescencia y principios de juventud, al ver todo en penumbras me doy cuenta que es así como veo mi vida al lado de grey, cerré bien la casa para que nadie entre en lo que llega el de su viaje, zeref ya a subido mis maletas a los asientos traseros, abrió la puerta del copiloto y subí sin mirar atrás porque seria ver una vez mas aquel columpio, y sentir el dolor de que no tendré hijos y el dolor de el al no ser ocupado por el niño o niños que prometí que jugarían con el,  el condujo hasta llegar a un motel pago y le dieron la llave, el solo condujo hasta la parte donde nos alojaríamos, abrió la puerta del garaje y estaciono el auto, cerro la puerta con el control, subimos yo solo tome mi maleta pequeña con mi bolso de mano, al subir vi que son dos camas individuales, cada una tiene su propio conector de luz y una lampara de noche, el se quito el abrigo dejándolo en la silla frente al tocador, - hasta mañana zeref- el solo sonrió - hasta mañana juvia descansa lo mas que puedas- solo asentí y me acomode solo tapándome con la colcha y al estar cansada de llorar sin planearlo quede dormida.

¿mama?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora