The Criptoos: Era De La Reclamación

II: Terminar lo que empezamos

John después de llevar a la chica a su a habitación para que descansará con más comodidad, en la única habitación que hay, la casa era realmente pequeña. va a la cocina y prepara un vaso con agua fría y dos sándwich con con unas rebanadas de jamón queso y un poco de ensalada. Al terminar lleva el vaso en una mano, en la otro el plato con los 2 sándwich, abre la puerta con la cadera, al entrar coloca el vaso y el plato en una mesita con una lámpara que esta a su lado...la Chica parece  disfrutar de su sueño, John coje un banquito que estaba en una de las esquinas de la habitación se sienta a esperar....el debía vigilar por lo menos sus, sueños.

Jonh siente un estremecimiento al pensar en los agentes. Realmente le agradaría verlos morir, claro si se pudieran matar. Al estar bendecidos por Él, se vuelven "inmortales" o la menos eso es lo que dicen...la sociedad única es de lo peor.

Sacudió su cabeza deshaciendo ese pensamiento.

...--Agua... --La voz de la chica era dulce y débil. Interrumpió los pensamientos negro.

John se inclina en el banquillo y tomó el vaso de metal con agua dentro, levantó la cabeza de la chica y vertió el líquido en su boca.

La muchacha abre los ojos, toma el vaso con sus propias manos y lo inclinó hasta que no quedó nada. El agua escurriendo por un lado de su boca.

John la miró con mucha curiosidad, le dio el plato con los sándwiches estaba comiendo tan, apresuradamente. Suponía que no ha de comer bien o no ha comido en días, quien sabe.

Ella soltó el vaso y este hizo un ruido sordo contra el suelo. John lo levantó y lo apretó entre su mano izquierda.

--¿Cómo se siente? --Preguntó John.

La chica lo miró, sus ojos de color gris plata, al igual que su cabello.

-¿Quién eres tú?  -interrogó ignorado las palabras del joven.

-- Me llamó John. Aquí lo que me interesa saber es ¿ Quién demonios es usted señorita ? Te rescate por a sí decir lo, me lo debes. -cruzó los brazos.

Ella sacudió la cabeza y no respondió.

--No juegue conmigo, señorita --dijo John, con cierto tono amenazante.

Una mirada incredula paso por los ojos de ella.

--¿Por qué habría de jugar con usted?

John se quedo perplejo. ¿Creía que se refería a un juego de verdad?

--Ahora vuelvo --Se excusó, recordando, de pronto, los modales que le enseñó su madre, que debían mantenerse en precensia de las mujeres.

--No me dejes sola ---Ordenó más que pidió.

--¿Disculpe?

--Cuando me desmayé usted estaba ahí... y ahora que despierto, también esta aquí ¿Es mi guardián?---Pregunto con cautela.

Jonh quizo reírse, pero se contuvo. Los Guardianes habían desaparecido hace mucho tiempo, ahora sólo vivían en leyendas legendarias...

--No nada de guardianes. Sólo soy un joven soldado de pueblo, uno que aún no sabe que hacer con su vida.. --mencionó alardeando con una carcajada.

--No pareces uno. Demasiado...joven ---interrumpiendo la risa  de John.

--Veintidós años tengo. No soy tan joven. - señalado se a si mismo co el pulgar.

--"Veintidós" ---repitió, como si saboreara la palabra.

--¿Cuantos años tienes tú?-- pregunto el joven.