Capítulo 4

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Liberación 

10:00 AM

—Algo no anda bien.

Marie escucha la voz de Lebrov aproximarse a la habitación. Ella se encontraba entre dormida en un sofá cama que está en un rincón de la habitación. Se sienta de inmediato y se cubre el rostro con ambas manos para luego restregarse los ojos y finalmente abrirlos.

Moría de sueño.

Atada tan incomoda en esa silla de metal no pudo lograr dormir lo suficiente durante toda la noche.

¿Y quien podría?

La puerta se abre de golpe sobresaltando a Marie y poniéndose de pie en un salto.

—¡Tú! —El grita— ¡Ven Aquí! AHORA.

Katherina se adentra a la habitación junto a un hombre. Al Marie verlo, pudo reconocerlo de inmediato. Es el mismo que la estaba viendo dentro de la cafetería el día que se sentía mal mientras ella esperaba a Gabriel.

—Tú… —Susurra nerviosa al verlo acercarse hasta ella.

El hombre sonríe de forma malévola.

—Sí. Yo soy…

Ella gime de forma aterrada mientras lo observa de la misma manera. Lebrov la toma de la mano bruscamente y la pega a su pecho.

—Tu y yo nos vamos a ir de aquí… —Le susurra en el oído— Antes de que el marine de pacotilla, con todo su equipo de ineptos. Te alejen de mí.

Katherina ríe seguida por el hombre espía.

—Y no lleve acabo mi plan. —Lebrov continuo— Eso, por nada del mundo puede pasar. Así, muramos en el intento. 

—¿Morir? —Marie repite la aterradora palabra.

Los tres rieron.

—Sí. Tú también estas incluida en el paquete.

La beso a la fuerza y Marie grita asqueada mientras que al mismo tiempo intenta apartarse de su lado… en vano.

Sabia que su odio hacia la familia de Gabriel era grande, pero. ¿Lo era tanto como para morir en el intento de solo lastimarlo? ¿Que ciencia tiene morir en el intento si no vas a disfrutar por lo que tanto luchaste lograr?

¿Sin disfrutar tu creación?

Es ridículo. Absurdo.

—Alec. —Lebrov hizo un ademán al hombre que esta junto a Katherina— Ya sabes que hacer.

Lebrov vuelve a besar a la fuerza a Marie, para luego de un empujón apartarla de su lado y junto a su hija sale de la habitación cerrando de un portazo la puerta.

Alec apoyo su espalda contra la pared y ladeó la cabeza, observa ha Marie con cautela, quien se encontraba inmóvil y sollozando en medio de la habitación cerca de la silla de metal.

La mirada de Alec hacia Marie es vacía, no hay ni una pizca de sentimiento o emoción en ella. 

Marie se siente perdida.
Ella está perdida.

Bajo su Dominación © | Libros 1 y 2 (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora