Capítulo 7

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Liberación

Mientras despierta de su sueño profundo, Gabriel escucha las carcajadas de Tommy, luego, segundos después, escucha la melodiosa y más dulce risa que hace más de cuatro días no escuchaba. 

Marie.

Ha despertado. 

El se restriega los ojos con los dedos de sus manos y cuando alza la vista hacia ella, sus párpados se humedecen.

No puede creer lo que ve así que Gabriel vuelve a restregarse los ojos con la yema de sus dedos y cuando alza la mirada hacia ella nuevamente, el se sonroja de inmediato.

Marie está viéndolo con una gran sonrisa plasmada en su rostro.

A pesar de lo ocurrido, ella está allí sonriendo.

Es increíble, simplemente, ella le es fantástica, fuerte y dulce.

No sabes cuanto te amo, mi dulce Beauty...

Haz regresado a mí.

Con una de sus manos, Gabriel se cubre el rostro y lo deja caer sobre su otra mano entrelazada a la de ella.

Un leve sollozo lo abandona por la impresión y luego, segundos después él sorbe su nariz al mismo tiempo que cierra los ojos con fuerza, negándose a llorar otra vez.

Han sido demasiadas emociones como una montaña rusa en tan poco tiempo y la semana ha sido eternamente larga.

Cuatro días de incertidumbre, de no saber si ella despertaría y las consecuencias que su despertar traería, lo han acabado y al mismo tiempo, lo han hecho un desastre emocional.

Alguien más sensible de lo habitual. Después de ser una roca por tanto años, después de ser un hombre tan déspota y cero emocional.

Ahora, no puede parar de pensar qué sería de su vida sin esa linda morenita que lo mira con ternura y una creciente sonrisa.

La más pura y sincera de todas.
Poniéndose en pie, Gabriel se sienta en la cama junto a ella para luego abrazarla con fuerza, aunque sin apretar demasiado. Ya que no quiere lastimarla, debido a que ella tiene varias contusiones a lo largo de su cuerpo.

Aunque en el fondo, el desearía que no fuera así y poderla abrazar como realmente lo desea hacer y como siempre lo ha hecho desde el día que la ha conocido. Gabriel ama abrazarla más que respirar, no por algo cada vez que duerme a su lado lo hace en cucharita, para poder abrazarla.

El hunde su nariz en la inmensidad de su largo y oscuro cabello y a lo lejos, puede oler su fragancia a Jazmín... Aún queda cierta esencia tan deliciosa, a pesar de los cuatro días en el hospital después del rescate. De hecho, cinco, si se incluye el día del fatídico secuestro.

Algo tan de ella, algo que la identifica a donde quiera que ella vaya, sí, su aroma aún persiste.

Su dulce, hermoso y refrescante olor a jazmín que lo vuelve loco. Aún, prevalece en su cabello.

El suspira pesadamente cuando ella le devuelve el abrazo con la misma intensidad.

Sin importarle el dolor, ella le devuelve el abrazo.

Y el no puede negar ni disimular, cuanto extrañaba eso.

Cuanto te amo Marie.

Al sentirla, vuelve a confirmar que ella lo es todo para el. Que la ama locamente, sin medidas, sin ninguna duda.

Gabriel vuelve a confirmar, que ella es todo su mundo y razón de existir... Así, de la noche a la mañana. De un día para otro, así, como si nada, un amor sumamente obsesivo pero lindo, se apoderó de todo su ser.

Bajo su Dominación © | Libros 1 y 2 (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora