G.I And J.P

COMIENZO. GI

Si me hubieran dicho en ese momento que conocería la causa de muchos de mis pesares, posiblemente hubiera huido, si..... lejos, muuuuuuuy lejos.

PROLOGO

¿Que si querías hamburguesa?

No podía apartar mis ojos grises de los suyos, él me miraba fijamente como a una rara atracción de circo, esbozando una sonrisa parlanchina y determinada, de la cual tienes que voltear la mirada un par de veces para ni intentar llevarle el juego, porque si no te cuidas y eres alguien como yo sin darte cuenta, terminas riendo. si, ya lo se, soy INCREIIIIIIBLE Y estoy siendo sarcástica. Él estaba justo enfrente de mí a unos metros de distancia mientras se comía una hamburguesa que se veía deliciosamente buena, y al parecer estaba disfrutando bastante, no es que tenga hambre, ni sea masoquista, pero no podía apartar la mirada con una tentación como esa. ¿Por qué el me miraba tanto?

A mi lado estaba mi mejor amiga Ana, desesperada, y mirando a la calle vacía donde se suponía que tenía que estar nuestro chófer Alex esperándonos y llevándonos, era algo hostigante, más aún cuando esa persona es la única que nos ha llevado a casa desde que tenemos tiempo viviendo en este lugar y cuando estamos tan cansadas para caminar que estamos condenadas a seguir esperando.

No fue sino hasta que el atractivo chico de ojos color Miel y hamburguesa deliciosamente buena me tendiera una mano, que me di cuenta que ya estaba con nosotras, justo enfrente de mi cara.

----Ah, Disculpa... Hola----Dije algo aturdida.

----¿Que si querías hamburguesa?----Habló el chico cerca de mi. 

Sentí la vergüenza dentro de mi ser. Mi rostro se puso pálido y caliente al mismo tiempo. Su voz era profunda y ronca. Parpadee dos veces antes de mirarlo a los ojos y le hice señas con la cabeza que No quería nada de lo que me estuviera brindando. Ana me miró extrañada.

----No tienes porque sentir vergüenza.

El chico me aclaro rápidamente.

----Se que tienes hambre. ---Miró disimuladamente hacia mi estómago.----Pero si no quieres, esta bien.

Me ruboricé aún más. ¿Hambre?

Para mi vergüenza el chico me acerco la hamburguesa esperando que yo la aceptara, con una sonrisa arrogante de "me encanta avergonzar a la gente".

----Dije que no quiero. ----Mencione incómoda. 

Le lancé una mirada a Ana de auxilio quien parecía muy divertida con la situación.

----Okey, ya entendí----Respondió chico insistente.----Lo único que sí parecías interesada.

Lo miré confundida.

----¿Cómo?

Él resopló, desviando la vista hacia las pocas personas que ahora permanecían atentos a la situación, seguramente curiosos esperando ver algo con que alimentar sus curiosidades. Chico guapo de pelo negro y sonrisa de oh-yo-soy-el rey-del-mundo, se acercó a mí y entonces me dijo:----Nada ya déjalo.

----De todos modos, ella nunca te dijo nada joven sin nombre----Mencionó Ana, mirándolo fijamente.----Con esta desesperación que teníamos hasta Gi te agradeció esta molestia.

----¿Y tú eres?----Preguntó el chico guapo, dirigiéndose a mi amiga.

----Ana Saladin----Respondió ella, sonriéndole amablemente, y le extendió la mano.

----Yo soy JP. Jarret Parker. Y ¿Puedo preguntar a quién esperan con tanta urgencia?

----Esperamos nuestro chófer, es muy raro que no este aquí y estamos muy cansadas para caminar. ¿Y tú vives por aquí?----Añadió Ana.

----Vivo a unas cuantas calles siguiendo la avenida, no es muy lejos, bueno.... Ni tan cerca, pero me gusta caminar.

Suspiré, y lo siguiente que supe es que ellos comenzaron a conversar muy animadamente y yo me estaba muriendo de un dolor de cabeza y cansancio, en realidad estaba mas cansada de esperar que de otra razón en particular, necesitaba irme ya de ese lugar y llegar a casa.

----Creo que será mejor si las acompaño----Dijo una ronca y suave voz en mi oído.

Ni siquiera llegué a responder, cuando ya estaba dirigiéndome junto a ellos, era increíble como el hablaba, parecía.... Tan.... Feliz, que hasta sentí un poco de envidia, no se si esto fue buena idea......

Pero lo que si sabia es que Ana desde ya lo reclamaba como suyo.

y no se porque pero sentí una leve punzada en el corazón.