No estarás sola

Prólogo

La buena suerte no es casual,

es producto del trabajo;

así la sonrisa de la fortuna

tiene que ganarse a pulso

Emily Dickinson

          Santiago Villalobos alto, moreno de ojos azul cobalto, los dientes perfectos, una sonrisa encantadora y cuerpo de infarto. El millonario heredero de una de las familias más importantes e influyentes del país, un hombre dominante, guapo, impulsivo, divertido y sexy libertino, un mujeriego incorregible. Tiene todo cuanto una persona puede desear dinero, lujos, mujeres, ... Este hombre debería llevar un cartel de peligro para las mujeres, porque de su encanto prácticamente no se salva ninguna.

          Creció rodeado de amor, amigos, servidumbre, familia y sus cuatro hermanas Carolina, Ximena, Karla y Roberta. Mantenía un contacto frecuente con sus padres desde que se marchó de la casa familiar a su piso de soltero. Tiene muy buena relación con su padre, el empresario de oro Mariano Villalobos, un padre amable, cariñoso, bondadoso... Y una difícil con su madre Silvia, una mujer esnob y muy entrometida. A sus hermanas mayores solo las veía cuando coincidían en reuniones sociales, cenas familiares en la preciosa casa de sus padres, Navidad y el día de Acción de Gracias. Sin duda alguna, la relación entre los hermanos menores Santiago y Roberta era única e irreemplazable. Desde chicos habían estado muy unidos, creando un vínculo único y absolutamente inquebrantable que se fortaleció con el pasar de los años; ya que había pocos años de diferencia entre ellos y ambos compartían los mismos intereses:paracaidismo, escalar montanas, coches deportivos... No le gustan fiestas de sociedad, los chismes...

          Su abuelo había creado su primera compañía con solamente unos pocos centavos en los bolsillos, con gran trabajo duro, agregando empresas, su padre expandió el negocio y lo trasformó en un conglomerado. A través de los años el conglomerado familiar se había convertido en la economía más grande del país.

          Su vida estaba trazada desde que, a los 16 años, decidió seguir los pasos de su padre y se lanzó a estudiar administración de empresas-negocios internacionales. Por supuesto, como era único varón de cinco hijos, estaba destinado a trabajar en una de las compañías del conglomerado y eventualmente dirigirla. Tuvo que empezar desde abajo y aprender todo sobre el funcionamiento de las empresas; así que nadie podría insinuar nada, ni acusarlo de que le regalaron las cosas por ser el hijo del dueño. Hoy a 30 años es vicepresidente de la empresa.

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          Necesitaba salir tras un largo y pesado día de trabajo, relajarse, pasar un rato con los amigos, sacar algunas frustraciones follando y divertirse un poco, aceptó la invitación de sus amigos a unirse en un club nocturno de Miami.

          Llegó al lugar indicado, a simple vista se ve muy lujoso, es uno de esos lugares exclusivos donde todo puede ocurrir.

         El lugar está lleno de gente, hombres y mujeres, solteros o casados, tentaciones irresistibles para todos y la música muy alta. Se acercó a la barra pidió un trago y se reunió con sus amigos Ethan, Frederick, César y Max.

          Varias hermosas mujeres hacían de todo para llamar la atención de cinco hombres guapos en la mesa. No obstante, ninguna de las mujeres presentes llamó su atención.

          «¿Alguna vez encontraría a una mujer que me sorprenda?»se preguntó, mientras tomaba un sorbo de su trago. «La mayoría de las mujeres que he conocido como que son unas interesadas. Siempre quieren algo de mí: comer o cenar en los restaurantes caros, vestir a la última moda con las mejores marcas que hay en el mercado, verse en las portadas de las revistas más importantes, viajar, frecuentar los lugares más in, la boda de sueños, compromiso duradero... Solo les importa mi fortuna y mi fama pero no les intereso realmente como persona, por eso no tengo relaciones y no me acuesto con la misma mujer dos veces. Prefiero mujeres apasionadas que solo quieren follar, el sexo sin día después o sexo de una sola noche, pasar un buen rato, un poco de jugueteo y divertirse sin compromiso.»

          —Amigos, me voy— dijo Santiago, apartando su copa vacía, poniéndose de pie para marcharse.

          —¿Cómo que te vas? ¿Santi, amigo, te encuentras bien?—le preguntó Ethan, sorprendido.—Te conozco desde hace mucho tiempo, somos amigos desde preparatoria, sin embargo es la primera vez que te vas a casa solo, sin follar— aseguró.

          — Si, claro, estoy perfecto Ethan—le contestó.— No hay nada bueno que pescar, muchas mujeres presentes no me llaman atención y las otras... ya sabes que nunca me acuesto con la misma mujer dos veces. —confirmó.—No llevo a las mujeres que me follo a mi casa Ethan, siempre me voy solo. Mi casa es mi santuario, mi templo sagrado. Eso nunca cambiará. —aseguró Santiago marchándose.

          Mientras esperaba en silencio, sumido en sus pensamientos, afuera del club a que el aparcacoches le trajera su coche, una joven muchacha en chamarra blanca y blue jeans chocó con él cayendo a sus pies. Sin vacilar, Santiago, iba a levantarla cuando la muchacha apresuradamente se puso en pie sola.

          —¿Estás bien? ¿Te hiciste daño chiquilla ?

         —Perdón, señor —se disculpó muchacha que permanecía con la cabeza agachada—Estaba en las nubes.—Lamento haber chocado con usted, señor — añadió—. Disculpe.

          Antes de que Santiago dijera algo, la chica se encaminó a toda prisa sin mirar atrás ni una sola vez y desapareció a la vuelta de la esquina.

          En el momento en el que el aparcacoches llegó con el deportivo, Santiago le dio las gracias, entró en el Jaguar y se alejó a toda velocidad.