Capítulo 2 "Las explosiones"

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Entró por el último vagón, ya que de esta maneraera más fácil alcanzarlo, pero normalmente solía entrar por el vagón de enmedio. Ahora sólo quedaba esperar a que el tren llegara a la estación desiempre. Había mucha gente. Algunas personas, la gran mayoría diría yo, se veíaque se dirigían a sus respectivos trabajos por lo bien vestidos que estos iban,otros, eran estudiantes de todos los niveles de educación, eran muy notableslos niños por su forma de comportarse en el tren. Sin duda era un día comocualquier otro. El señor Fernando había decidido irse parado. Iba leyendo unashojas donde tenía unos apuntes por lo cual cambió de opinión y decidiósentarse, puesto que era incómodo leer en estas circunstancias. Se alejó 2 o 3metros de donde estaba parado para tomar uno de los asientos vacíos que sehabían desocupado al llegar a la siguiente estación. Continuaba con la miradafija hacia las hojas que llevaba consigo, a lo que lo mantenía atento. 

Depronto se escuchó un estruendo que parecía venir del segundo vagón que hizo queFernando saltara de un susto y que sus apuntes salieran volando junto con sucarpeta. Era cuestión de que pasaran unos segundos para que nuevamente seescuchara una explosión, esta vez en el último vagón, donde se encontraba elseñor Fernando. Las puertas y ventanas salieron volando, el humo se dispersabapor todas partes. Las personas no sabían lo que acababa de pasar. Todos seencontraban totalmente paralizados, inmóviles. No era tiempo para investigar loque había ocurrido. Debían desalojar lo más pronto posible. 

11-MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora