La gente salía confundida, asustada y preocupados por lo que pasaría. El señor Fernando se percató de que una chica le seguía el paso y cuando llegaron a una zona segura le dijo:
—No corras más, estamos seguros.
—He llamado a la policía —dijo la chica con una cara pálida.
—¿Podría llamarle a mi esposa? —contestó mientras continuaba normalizando su respiración.
—Claro.
Gracias a esa llamada, Fernando pudo comunicarse con su mujer y mantenerla al tanto de lo que había pasado antes de que ella se enterara por los medios de comunicación. Las personas continuaban desalojando la estación lo más rápido que podían mientras el personal encargado ayudaba a las personas que se encontraban heridas fuera de la estación.
El ruido que cotidianamente se escuchaba en la ciudad fue perturbado, la ciudad no sonaba como normalmente solía pasar. Se escuchaba sirenas que salían por todas partes,pero que principalmente su punto de llegada era la estación donde las bombas habían explotado. Solo había pasado una hora, más o menos, para que los reporteros invadieran el lugar de los hechos. Las noticias comenzaban a apoderarse de la televisión. España se había paralizado completamente. El país estaba en los ojos de todo el mundo.No se sabía con certeza si esto ya había terminado o si era el comienzo de algo que apenas estaba por venir y que estaba por tomar aún más fuerza. La población española tenía miedo. Estaban atónitos. Las personas estaban preocupadas por sus familias. No se tenían hechos concretos de lo sucedido.
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11-M
Ficción históricaLa historia habla de una familia española que vive en la ciudad de Madrid, España. Simplemente vivían felices, no necesitaban nada más para serlo. Pero su felicidad no duró mucho cuando el día 11 de marzo del 2004 sucedió un atentado en la ciudad qu...