Había pasado mucho tiempo en Nueva York, visitando lugares y viviendo en los hoteles más caros.
Su mundo era vacío como el de todos pero lleno de lujos como el de pocos.
Hijo del Jefe de una poderosa Mafia Italiana, su estancia en el mundo se sentía segura y sin complicaciones de ningún tipo.
Pero el dinero no paga al amor, el amor no obedece al dinero. El dolor de un corazón roto por mal de amores no puede repararlo ni el doctor o cirujano más caro del mundo.
Eso es la vida real y siempre duele.
Una noche, harto de tanto esplendor y lleno de soledad, pidió a sus guardias le buscarán un lugar donde encontrar algo excepcional.
Convencidos de que podrían complacer los caprichos de un niño rico, buscaron la galería de arte más exclusiva de la ciudad.
Consiguieron lugares y le llevaron hasta donde su destino cruel le esperaba.
Michel, cómo un retoño que reposa ante la última gota de sol de la tarde, no conoce nada. Nunca antes había tenido interés por el arte.
Sus acompañantes pensaron que solo compraría un par de cuadros sin siquiera entender su significado y podrían olvidarse de ese capricho para siempre.
Sin embargo, Jim, por su parte, sería entonces el arte más caro por comprar.
Ante las horas el evento comenzó, presentaciones brillantes que únicamente algunos pretendían entender. El ambiente snoff de ese lugar podría enfermar al más fiel de los pretenciosos. La pedantería parecía ser moneda de cambio.
Y de pronto ante tanta banalidad...
Jim se paró a un lado de la pintura más cara para observar su propia función.
Al poco rato noto a Michel... El único presente que utilizaba un traje negro de vestir que parecía bastante costoso.
Jim sonrió al ver una presa fácil, un niño rico que sería manipulado por un comentario pretencioso sobre "el arte que no se entiende"...
¿Es bastante cara verdad?... Dijo Jim soltando un suspiro corto.
Michel: Lo sé, pero es muy bonito, cada detalle. Cada luz reflejada me recuerda a mi hogar.
Jim: ¿sí?... ¿Y tú pagarías el precio por algo así?
Michel: De hecho lo he comprado ya... No es tan caro, en mi país hay botellas de vino que cuestan más.
Jim: ¿Qué? ¿Lo compraste? ¿en serio?... ¿Está cosa?
Michel: Por favor, no hagas esas expresiones, el artista que lo pinto podría estar cerca. Debe ser alguien muy sensible y esa clase de comentarios podrían ofenderle mucho.
Richard, el galerista, vio la cara de Jim y se acercó de inmediato a darle la noticia. También vio a Michel y decidió presentarlos como Artista y comprador.
Richard: señor Michel Conti... Él es Jim Reed el artista de la obra que acaba de comprar.
Michel no había puesto atención hasta el momento a la cara de Jim. Solo se enfocaba en el cuadro y ya. Pero apenas escucho la presentación, giro la mirada y se encontró con algo que le atraía aún más que el cuadro.
Michel no era un tipo tímido, al contrario, las mejores escuelas y los mejores tutores forjaron de él un Joven sobrio y refinado.
Alguien cuya confianza y tacto lo convertían en un seductor.
Ese fue el momento, el momento en que conoció a la Musa sin ojos.
Y su travesía por la oscuridad comenzó.
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LA MUSA SIN OJOS
RomansaEl es un Artista relativamente joven, tiene pocos años de haber egresado de una de las mejores facultades de artes visuales del mundo. Una noche tras una sugerencia decide hacer una exposición en una elegante galería de la ciudad de Liberty. Parte d...