Sofía
- Re ortiva tu amigo.- Comenté chupando el polo que Mauro me había comprado mientras caminábamos por el centro de la ciudad.
- ¿Gonza?- Inquirió mirándome con su helado en la mano y yo asentí con la cabeza a la vez que dibujaba una sonrisa en mi rostro por lo adorable que se veía así. - Es re frío al principio, pero es un amor de pibe cuando le conoces.- Se encogió de hombros.
- Bueh, ¿cómo hiciste vos para caerle bien?- Cuestioné sin dejar de mirarle.
- Y, yo que sé, boluda. Hicimos buenas migas desde el principio y congeniamos bien.- Habló.- Pero si te trató como me acabas de contar estoy seguro de que va a ser re difícil que acabes cayéndole piola, Sofi.- Concluyó y yo me molesté un poco.
- Pues no, Mau, si yo no soy mala.- Me quejé centrando mi vista en mi polo.- Además él parece re ineresante.
- ¿Por qué tanta insistencia con Gonza, Sofía?- Preguntó y abrió mucho los ojos cuando aparté la mirada.- Ah no. No, no, no. No te fijes en él, por Dios.
- Demasiado tarde.- Me encogí de hombros.
- Pues ya estás tardando en olvidarte de él, Sofía.- Dijo firme mi mejor amigo y yo le miré sin entender y algo indignada.
- ¿Por qué, Mau? Ya soy mayor para hacer lo que se me cante.
- Sofía, Gonzalo nunca te va a dar bola.- Iba a replicar, pero él me hizo detenerme con un gesto de la mano mientras nos frenábamos para sentarnos en un banco de la calle.- Sos literalmente lo contrario a lo que le gusta a él de una piba. Sos activa, divertida, extrovertida, habladora, infantil...
- ¿Y eso es malo?- Le corté con la boca llena de un pedazo de polo.
- No, claro que no. Simplemente él busca una piba tranquila, seria, callada, organizada y madura como él. Todo lo contrario a vos.- Explicó y yo le miré alzando las cejas repetidas veces.
- Los polos opuestos se atraen.
- Ay, boluda, en serio.- Golpeó mi brazo con una media sonrisa.- No vas a salir bien parada si te enganchás con él.
- Bueno, tampoco engancharme, boludo. Solo... conocerlo, no sé.- Rodé los ojos pasando la lengua por mi helado a la vez que Mauro lo hacía con el suyo.
- Él no está preparado para conocer a nadie ahora, Sofi. Y es mejor que no le insistas, no va a dejar de ser frío por vos ni por ninguna piba.- Concluyó Mauro y yo rodé los ojos dándome cuenta de que era un caso perdido tratar de hablar de ese tema con él.
Antes de que pudiese contestarle, su celular comenzó a sonar y él lo descolgó después de sacarlo del bolsillo de su buzo. Por lo que pude escuchar, el pibe al otro lado de la línea era un tal Martín, y hablaron algo sobre un streaming o alguna boludez de las que hacía Mauro con sus amigos de vez en cuando.
- Ya tenemos planes para el fin de semana.- Sonrió colgando la llamada y yo le miré expectante.- ¿Te pinta venir conmigo a lo de un amigo para un streaming?
nO mE gUsTa
