BLAZ
El martes por la mañana había encontrado a Hanna decorando la entrada a la casa con algunos banderines de colores.
-¿Que haces? Ya pasó carnaval por si no lo notaste- digo de forma sarcástica mientras bebo un sorbo de café.
Hanna me dirigió una mirada molesta.
-Ya... déjalo eh- murmura
-Que cosa? No sé a qué te refieres- dije indiferente
-Por favor Blaz, me tienes cansada con esto que te salió ahora- Dijo mientras bajaba de la escalera montable en la que se encontraba.
La miro aparentando confusión.
-Mira... yo sé que esto no es lo que querías, sé que no estabas de acuerdo y también sé que esto te duele... pero Annie no tiene la culpa, ella vino aquí a disfrutar del mejor año de su vida. No se lo fastidies.- Se encontraba frente a mi ahora dirigiéndome una mirada dura. Tragué saliva, relaje la ruda expresión y mire en frente. Ella al notar mi cambio de actitud, también relaja la mirada y me abraza.
-No me mires así.
-Asi como?- dice confundida.
-Con pena.
Doy media vuelta y me largo hacia la habitación.
Esta niña...como era su nombre? Ah... sí Annie, llegaría hoy en la noche y la verdad es que no me apetece estar aquí cuando eso suceda, sinceramente no me interesa en lo absoluto conocerla.
En base a eso me dirigí a mi habitación tomé las llaves de la motocicleta y me marché, si ellos a pesar de todo aún avalaban esto, yo ya no tenía forma de hacerlos razonar, ya tomaron su decisión, para nada acertada por cierto pero, en fin tomaron un bando y no necesariamente el mío.
Cuando salí al hall de entrada para de una vez por todas marcharme, me topé nuevamente con Hanna, todavía seguía allí.
Me sostuvo la mirada unos segundos y luego desistió decepcionada y giró para sacarme de su vista.
Encendí el motor,el cual hizo vibrar a todo mi cuerpo debajo de mi, levante el sostén de la motocicleta y apreté el acelerador, destinó la casa del lago.
————
En el camino a la casa del lago, frené en una gasolinera, cargué nafta y luego me senté unos segundos al borde la acera, me dediqué unos minutos a fumarme un buen cigarrillo.
No sabría que me haría más daño en realidad, tanto la casa a del lago como mi casa en la ciudad me harían enfrentar una de las dos caras de la realidad. Jack, se presentaría de alguna forma u otra en mi cabeza y removería todos aquellos sentimientos de cualquier forma. Digamos la verdad... mi existencia ya estaba bien jodida.Guarde el cigarro, mejor no fumar, me repetí. Busque entre mi chaqueta de cuero mi celular, 11:00 am, que hago? Pensé.
Apreté mi mandíbula, apreté los ojos con fuerza y maldije lo más alto y grosero que pude. Un niño que se encontraba en la entrada del servicio me regaló una aterrada expresión.Decidí que compraría una cerveza en el mini-market y llamaría a Jazmín, necesitaba que me quiten el estrés... y nadie mejor que ella.
......
Como es de costumbre fuí a la casa de Jazmín, en fin no me decidí a ir a la casa del lago, por lo cual preferí hacer lo de siempre.
-Como has andando mi pequeño tigre?- me pregunto cariñosamente mi amiga
-Pequeño?- la mire con recelo y luego reí.
-Si, pequeño, aún no quiere decir que no tengas tus enormes atribuciones- guiño el ojo divertida.
Reí suave y tome un sorbo de mi cerveza...
-Se que si estás aquí es porque las cosas no están demasiado bien, verdad?
-Justamente si estoy aquí es porque no quiero hablar de eso, dije atrayendola a mi por su cintura.
-Claro, si estás aquí es porque no tienes los huevos suficientes para afrontar las cosas. Dijo montándose en mi regazo.
-Y que más da?- dije enojado, no con ella, con todo, con toda la mierda que me estaba cayendo encima.
Quito la cerveza de mi mano, la dejo a un lado en la mesilla de noche.
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Dímelo en alemán
RomanceImagínate que te aventuras, te vas de tu país en busca de esa adrenalina que te haga sentir viva. Buscas ese fósforo que te encienda el alma, buscas que otro ambiente te despierte todo aquello que nunca antes habías sentido... Y lo encuentras, todo...