El bosque II

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Los demás alumnos ni si quiera miraban. Tenían pánico a Henry y a su grupo. Ellos sabían que si solamente les levantaba el tono a él y a su banda, les arruinarían la vida.
Me levante como pude del suelo, conteniéndolas ganas de pegarle un tiro. Mire a mi Nintendo, estaba ahí, pero con una forma totalmente diferente. Mis lagrimas estallaron al verlo que ese idiota había hecho, solo por no poder controlarse. Si le hubiera hablado, no habría pasado eso...Es mi culpa.
Mi padre y su novia trabajan hasta muy tarde, ni si quiera les daría tiempo escucharme. A veces siento, que Richie y yo somos desconocidos para ellos.
De la nada, Henry soltó una risa espeluznante. Él sabía lo que había hecho. Intento matarme, por segunda vez. El hecho de que lo humillara no significa que me tengan que ejecutar, por expresarlo de alguna manera. Bowers no paraba de reír, se quedaba sin aire poco a poco. Esperaba que se ahogase en algún punto de su enloquecimiento.
Ya no aguante mis ganas, que le dieran al profesor. Agarre un cristal roto, caído de mi tesoro y fui hacia el. El estaba en el suelo, riéndose sin motivo alguno. El sustituto me agarro de mi sudadera, sabia que me daba rabia lo que el idiota había hecho, pero tenía que aguantarme. El autocontrol nos diferencia de los animales.
20 minutos después...
Todos nos fuimos del aula de castigo, los compañeros de Bowers le esperaban detrás de la salida, apoyados en su furgoneta de un tono granate. Me convencí a mi misma de que lo que Henry había hecho no era para tanto. Que no fuera tan materialista y que las cosas ocurren. Lo dejé pasar, se que pensareis que soy una tonta, pero el odio es un sentimiento que te reprime poco a poco, y es mejor liberarse de el cuanto antes.
No quería perdonarle, pero debía. Sabia que era un gilipollas y que podría haber sido mucho, pero que mucho peor. Me imaginaba, ¿que iba a ser lo próximo? ¿Me va a romper un brazo? No dejaba de darle vueltas al asunto.
Iba de camino hacia mi casa, sin prisa, pero también sin pausa. Miraba al suelo, a mis zapatillas desgastadas, inventándome mil y una maneras de humillar Henry y a su grupo por lo que habían hecho, sobretodo Bowers, Henry Bowers.
Acabe descubriendo que podría haber hecho algo peor, y que fui valiente al no responderle. Me imaginaba lo que le pudiera hacer a otros niños, me alegraba de que fuera yo. Hay gente que no es tan fuerte, y que acaba pasándolo fatal. A si que prefiero que me hagan cosas que podré devolver a que hagan cosas a los débiles.
Sentía un ruido de motor atrás mía, no le di importancia. Hay coches en el mundo, a si que, ¿por que iba a preocuparme? Bueno, por un pequeño detalle. El coche de "la Gang" iba detrás mía, acelerando poco a poco.
- *Silbido*, T/n, ¿no estarás enfadada por lo de tu maquinita, verdad?- exclamo Henry con un tono burlón -venga, súbete con nosotros al coche- insistió varias veces.
-De hecho, me gustaría pegarte un tiro, pero yo tengo cerebro y se controlarme- le dije con enfado, reprimiendo las ganas de rallarle el coche.
-La niñata está enfadada porque un grupo de chavales le van a pegar una paliza- grito Patrick, siempre metiéndose donde no le llaman- No es una pregunta, sube al puto coche.- los demás chicos empezaron a exclamar mi nombre con un tono "seductor", aunque daban ganas de callarles la puta boca, ¿que cojones les pasa?
Iba a explotar, no me iba a quedar callada otra vez. A la mierda mi lado bueno! Se van a enterar.
Fingí que me caí al suelo, y la Gang se rio descaradamente. Agarre la primera piedra que vi en condiciones. Me levante inesperadamente y la estrellé contra la ventana de Hockstetter, haciendo que se rompiera en mil pedazos, como mi Nintendo :"(.
Me dirigí corriendo hacia el lugar más cercano, el bosque. Esto era una emergencia y tenía que ir allí para librarme de ellos.
Eran las 7:00 p.m, y supongo que la cenará será cuando mi padre y Maggie vuelvan de el trabajo, es decir, a las 10:30 p.m... Henry aparcó con sutileza, con solo 17 años manejaba realmente bien. Los chavales se bajaron todos de golpe, intentando atraparme. Eran mucho más rápidos de lo que pensaba, a si que tuve que acelerar el ritmo.
Apartaba con sutileza las hojas de los árboles, aún con gotas de rocío de mi cara, los palos húmedos por la lluvia y las plantas mojadas. Tenía a los chavales casi en los talones, no sabia que hacer. No conocía el bosque, ya que tan solo fui una vez. Era muy probable que me perdiera y que los únicos que me encontraran, fueran ellos.
Me lanzaban piedras, palos, en general, lo que veían por ahí. Me dieron un par de veces, pero no me distrajeron de mi objetivo, escapar. De la nada, me vino un pensamiento; Siempre estoy escapando de mis problemas, sobre todo con Bowers y su pandilla. Cada vez que me encuentro con él, huyo lo más rápido que puedo, lo más lejos.
Ya estaba hasta aquí, quería que supieran que no solo se correr. Me escondí detrás de un arbusto, intentando buscar algo para "protegerme". Vi un palo. Era grueso y grande, un poco pesado pero valía.
Mi pelo estaba despeinado de tanto movimiento. Mis prendas de ropa estaban sucias por el barro, gracias a la lluvia. Mi rostro tenía rasguños. Y mi mente estaba llena de dudas.
-Venga Tn, sal ya, tenemos que darte una paliza! Y no tenemos todo el día...-grito Hockstetter acompañado de una risilla malévola, como en todo lo que dice.
Me arrastre sigilosamente detrás de ellos, sin que ninguno me viera, todos mirando al frente. Algo que aprendí de las Tortugas Ninja, es que siempre has de vigilar todas las direcciones. Estaba preparada. Sabia que iba a acabar mal, como en todas las ocasiones, pero estaba preparada.
-La paliza os la vais a llevar vosotros, ¡cacho kbrones!- grité repentinamente, haciendo sorprender a la Gang- a ver nenitas, como mováis un solo tendón, este palo va a acabar donde el sol no alcanza a dar- replíquele agitando mi "arma".
-Vaya, vaya, vaya...Mira, ¡parecía tonta cuando la compramos!- dijo alzando las manos mientras se acercaba a mi -¿por que no juegas con mi palo? El que hay debajo de mis pantalones está realmente duro...Dudo que te atrevas a utilizar tu "ramita" contra nosotros- susurró, agachándose para observar mejor mi cara.
-Estás enfermo, has pensado en ir a un psicólogo?- le dije disgustada, por el comentario de su "palo"- sabes, las heridas que tienes en las muñecas te delatan. Vuestro amiguito es un suicida..¿quien lo imaginaria?-
Henry se quedó callado, supongo que fue porque no me equivocaba. Mis deducciones eran ciertas, Henry odiaba su vida. Sinceramente, no me sorprendió viniendo de un tipo como el.
Hockstetter tomó acción. Fue hacía mi con un paso acelerado. Se le veía cabreado, una niña, tres años menor que ellos, había callado al líder del grupo.
-Ahora si que la has cagado- y de la nada, Patrick rompió una rama del árbol más cercano. Lo hizo como si no le costara nada. -¿quieres cargártela del todo? Adelante, pelea con nosotros- cuando dijo eso, los demás chicos agarraron un utensilio para defenderse. T/n estaba jodida, pero que muy jodida...

Un amor tóxico (Henry Bowers x tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora