Un amor tóxico (Henry Bowers x tn)

Pelea

Los demás chicos agarraron un utensilio para defenderse. T/n estaba jodida, pero que muy jodida...
Ok, asimilemos la situación. No tienes nadie que te ayude, chicos 3 años mayores, más fuertes que tú, más altos que tú, intimidantes que tú te van a dejar en coma, y por si no fuera bastante, vas a cenar con la familia de un chaval que te intento matar varias veces y vas a tener que actuar como si nada. Vale, comprendido, esta situación no es peligrosa, para nada, nunca, jamas, aquí no hay peligro...PUES CLARO QUE HAY PELIGRO, ¿¡QUE SE TE PASA POR LA CABEZA AL TIRAR UNA PIEDRA AL COCHE DE UN GRUPO DE ADOLESCENTES!?
Hoy era un buen día para morir, de hecho, mi vida no vale tanto. Soy una chica de 14 años, sus notas dan más pena que su vida y sus únicos amigos que tiene son su hermanastro y unos chicos; que ninguno de ellos tiene el retraso mental tan severo como el de T/N. Dejando aparte que ni si quiera sabe su sexualidad ni su género, porque ella siempre esta muy ocupada vagueando para pensar en eso. Pero lo único que valía de ella, eran sus ganas de seguir luchando. Por muy mal que vaya la situación, rendirse no es una opción. Por lo difícil que sea el momento, siempre está pensando lo mejor que puede pasar. Es lo único que la gente envidia de ella.
No tenía miedo a ir al otro mundo, me había dejado claro a mi misma que no valía para tanto. El universo apenas notaría mi muerte. A si que sin terror a nada, agarre el palo fuertemente, dispuesta a dejarles claro quien manda.
Henry fue el que dio el primer paso. Los demás como era de esperar, lo animaban a dejarme parapléjica. Iba a demostrarles a sus colegas que una mucosa como ella, no iba a dejarlo en ridiculo, no otra vez.
-Tranquila perdedora, no te voy a matar, de hecho, quiero verte bonita en la cena- dijo con una mueca pícara, a la vez agarrando un palo del suelo - solo te dare una buena paliza. Sinceramente, me gustaría verte con un vestidito ajustado, para ver cómo de grandes las tienes- añadió.
-Se podría decir que tienes suerte, tú nunca podrás morirte de un derrame cerebral- le respondí descaradamente - los únicos que se van a llevar una paliza sois vosotros, ¡¡abortos mal hechos!!- les grité, agitando mi arma.
-¡Vas a ver condón roto!- grito Bowers, abalanzándose hacia mi.
Esta escena me recordó a Star Wars. Richie y yo éramos súper fans de la saga. El adefesio (mi hermanastro) solía llamarme "Yoda amorfo", se le ocurrían insultos muy originales, pero yo era la que poseía los mejores.
Bowers se abalanzó contra mi, intento colocar el bastón contra mi cuello, pero lo detuve colocando mi palo contra el suyo. Hicimos una pelea de espadas, al menos lo que yo supuse. Pero sin previo aviso, vinieron los demás integrantes. Intentaba estar atenta, golpeé a algunos de ellos, provocándoles un moretón como máximo. Pero como supondréis, no es posible ganar en esta situación. En los primeros días aquí, pensaba que todo era posible, pero las cosas no son como en mi ciudad, Richie tenía razón, era un error enfrentarse a la pandilla.
Bowers aprovecho un descuido para herirme. Colocó su palo en mi cuello, haciendo presión contra un árbol que estaba colocado atrás, con la intención de ahogarme. Vic, Hockstetter y Belch me agarraban para que fuera más fácil ahogarme. Con sus desgastadas y sucias zapatillas, me pateaban, como si fuera un balón.