"Sé un libro abierto"

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Vivi llora desconsoladamente en su habitación. Ha cerrado la puerta. Ha puesto a su banda de metal preferida a todo volumen. Se detiene en la pared de su habitación, sentada en el piso.

-¿Por qué soy tan tonta? ¿Por qué? ¿Por qué?- Se reclama a sí misma mientras con una mano se limpia las lágrimas de su rostro y con otra da un golpe con su puño al suelo.

Se levanta de golpe, busca el celular entre sus cosas. "Llamando" dice la pantalla de su celular. Está llamando a Ally. Ally es su confidente. Son amigas desde tercer ciclo en básica y es de esas amigas con las que puedes contar siempre que las necesitas. 

-¿Alo?- con la voz entrecortada.  

-Ally, te necesito- traga saliva. -Necesito contarte algo. Claro, dime- Dice Ally preocupada. 

- Ya no aguanto más, siento que el corazón se me sale del... pe...cho- Se echa a llorar. 

- ¿Sabes qué? Dame unos 20 minutos y ahorita mismo llego a tu casa-. Colgó.

Ally sabía que su amiga cuando se ponía mal, realmente estaba muy mal y más que una comunicación a distancia, necesitaría a alguien a quien abrazar.

Vivi se dejó caer en el suelo. Su cabello se mojaba con sus propias lágrimas. Eran como las 5 de la tarde y su madre aún no volvía del trabajo así que no le preocupaba la música a todo volumen. Se levantó y apagó la música. Sabía que Ally llegaría en cualquier momento. Fue al baño y se lavó la cara. A pesar que las lágrimas se habían ido, su dolor seguía ahí. Muy hondo e intenso.

A los cuantos minutos Ally y ella estaban en la sala de su casa. Vivi la abrazaba y Ally acariciaba tiernamente su cabello como si fuera una bebé. - Tienes que ayudarme. No quiero seguir sintiendo todo esto por él. He decidido alejarme y aunque a él le de igual, a mí si me importa estar bien conmigo misma y no recordarlo más- decía pausadamente Vivi mientras involuntariamente hacía aspiraciones de aire efecto de tanto llorar. - Okay. Déjame pensar en algo y yo te aviso. Estaré muy pendiente de ti, está bien. Si necesitas algo, solo escríbeme-. Respondió Ally mientras trataba de apartar el cabello de Vivi de su cara.
Vivi solo asintió.

5:45 marcaba el reloj. Sabía que su mamá estaría pronto en casa y este no era un tema que quisiera compartir con ella. Así que Ally sabía que debía volver a su casa y Vivi ya se sentía un poco mejor, al menos para fingir frente a su madre que no pasaba nada en su interior. 

-Regresa a casa con cuidado- La mano de Vivi se movía de un lado a otro despidiendo a su amiga. Sabía que sería una larga noche. Había una posibilidad que lograra cerrar sus ojos para olvidar y dormir un poco o por otro lado, seguiría trayendo a su memoria recuerdos que la mantendrían despierta toda la noche.

La cena estuvo tranquila en casa. Más tarde, vio todos los capítulos que pudo de su caricatura favorita hasta quedarse dormida.

...

Dicen que la gente ansía que el viernes llegue. Para Vivian era un día más, otro día común y corriente. Eso sí, la ventaja es que en el finde podría descansar y ordenar su mente y la próxima semana regresaría como nueva. O al menos, eso le gustaba creer.

Durante todo el día, no hubo señales de él ni tampoco de Ally. "¿Acaso se han olvidado de mí?" Pensaba Vivian mientras constantemente veía el reloj en esa pared blanca de su cubículo. La ansiedad la estaba matando. Vivi no era la persona más paciente de todo el universo y todos alrededor lo sabían bien.

Biiiiiip. Un mensaje nuevo. "Conéctate conmigo a las 7 PM y te contaré la fascinante idea que encontré para ti para que olvides a ese perdedor". Por fin, un mensaje. ¿Cómo es que su amiga aparecía siempre justo en el momento indicado? No es una pregunta que deban responder.

Salió rápidamente de su trabajo. Tomó el autobús, se puso su pijama y ya. Estaba lista para escuchar la mágica solución que su amiga había conseguido para ella. 

- ¿Un taller de salud emocional?- repetía Vivi un poco decepcionada. 

- sí. Vamos yo sé no suena como lo mejor que puedes hacer en estos momentos en tu vida, pero vamos date una oportunidad. Leí los comentarios de la gente que es parte del colectivo o los que alguna vez lo fueron y tiene un rating de 4.7. Es muy bueno y no pierdes nada con intentarlo. 

-Te lo agradezco en serio pero no creo que esto sea para mí...- Ally se apresura a contestar y la interrumpe. 

- Vamos solo intentalo. Es confidencial. Tienes un nombre de usuario que si quieres puedes poner tu nombre o sino un alias y una vez a la semana tienen un chat todos juntos donde expresan cómo van manejando sus sentimientos y si han tenido algún progreso. Puedes hablar con tu coach tanto como quieras, ya sea poco o mucho. Depende como te sientas. Es como un grupo de apoyo. 

-Esto me suena como a un grupo de alcohólicos anónimos online, solo que de despechados no muy anónimos- Ally soltó una mega carcajada. 

-Ay vamos, solo una semana ¿sí?- Ally hizo su mirada de cachorrito. Vivi voltea los ojos, suspira y finalmente responde. 

- Bueno está bien, pero solo haré una semana de prueba. No quiero conocer a otros locos que están igual o peor que yo- 

-Te amo. Yo estaré apoyándote todo el tiempo- Ally sonreía porque había logrado convencer a su terca amiga sobre un grupo de apoyo emocional.

- Bueno, haré mi cuenta, usuario y veré qué de bueno tiene esto-. 

Sí, sí. Te dejo concentrarte. Love u- Ally le lanza un beso a través de la pantalla. 

-Qué rayos, ¿Por qué me dejé convencer?- Se decía a sí misma. 

Un sitio bien diseñado, con colores verdes y celestes que te transmitían calma. Video de bienvenida. Llenar formulario de información. Enviar. ¡Felicidades eres parte de este grupo de bienestar emocional! Eso decía el mensaje antes de entrar a la charla, curso o lo que sea que fuera eso. Vivi vio un par de vídeos y al finalizar. TAREA. ¿Quién diablos deja una tarea en su primer acercamiento a esta cosa de sanación? Pensó Vivi.

"Como parte de tu proceso de bienestar emocional debes entender que primero debes liberarte de todo lo que puede estar dañandote internamente, todo lo que reprimes y guardas. Sé que a veces es difícil hablar con alguien sobre ello y a veces quisieras decirle a esa persona todo lo que sientes, pero no puedes, las palabras no salen. Así que ahora, como tu primera tarea. Llevarás un diario..."

Vivi deja de leer por un momento. ¿Esto es enserio? ¿Un diario? Dejó de escribir un diario cuando tenía como 17 años.

..." Puedes utilizar cualquier libreta o cuaderno que tengas en tu casa y lo único que debes hacer es escribirle a esta persona todo lo que quisieras decirle. Tal y como te salga. Puede que escribas unas cuantas palabras así como puede que escribas más. Eso no es lo relevante. Solo recuerda, deja salir todo lo que llevas dentro. SÉ UN LIBRO ABIERTO".

Para ser la primera tarea no parecía ser nada fácil. Vivi vaciló un poco si hacer o no esta "tarea" pero sabía que su amiga no la dejaría en paz si no lo hacía. Así que buscó en sus libros y cuadernos de la universidad. Bingo! Un cuaderno negro de pasta dura que nunca usó para su clase de expresión creativa. "Este servirá" pensó para sí misma.

Ya tenía el cuaderno, ahora solo le faltaba voluntad.

Soy Vivi y soy un libro abiertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora