Desconocido

3K 236 150
                                    

Narra ___:

Me encontraba frente a la tumba de mi madre, ya habían pasado dos años desde su muerte y la extrañaba bastante.

Mi padre y Madara habían cumplido su promesa, durante estos dos años, ambos me habían entrenado, Madara en Taijutsu y Ninjutsu, mientras que mi padre en Genjutsu básico, ya que mi sharingan estaba solo en su primer nivel.

Me levanté y fui a buscar a Madara para que me entrenara, teníamos que entrenar dentro de dos horas, pero me encontraba bastante aburrida.

Lo encontré cerca del bosque, iba a llamarlo, cuando comienza a mirar a todos lados y se adentra en el bosque. Confundida, decidí seguirlo.

Lo seguí durante 15 minutos cuando llega a un pequeño riachuelo, me escondí entre los arbustos y vi como empezó a lanzar piedras intentando cruzar el pequeño río.

A los minutos llegó un niño, castaño con corte de tazón, me atrevería a decir unos 3 años mayor que mi hermano. Comenzaron a conversar, parecía de otro clan, sin embargo se llevaban bastante bien, por lo que no me preocupé y me devolví al clan a esperar a que Madara volviera y quisiera entrenarme.

Al llegar estaban mi padre e Izuna.

- Hola, hija - Dice mi padre, tomándome en sus brazos, a pesar de tener ya 8 años, esta seguía siendo una costumbre en él.

- Hola, papá - Respondo besando su mejilla - Hola, Izuna-nii - Digo bajandome de los brazos de mi padre y abrazando a mi hermano mayor.

- Hola, enana - Dice dejando un pequeño beso en mi cabeza.

- ¿Qué hacías en el bosque, preciosa? Sabes que no puedes ir sola - Me reprocha mi padre.

- Quería entrenar un poco - No delataré a Madara, prometí que él sería feliz y si tener un amigo, aunque sea de otro clan lo hace feliz, protegeré su amistad.

- No vuelvas a salir sola - Dice Izuna - Y si quieres entrenar y Nii-san no está, avisame y puedo acompañarte - Revuelve mi cabello.

- Lo siento - Hago un puchero - No me iré sola la próxima vez. Ahora iré a ducharme para ir a mi clase de modales - Aviso para dirigirme a la casa.

A pesar de que mi padre me permitió entrenar para ser kunoichi, me hizo prometer que no descuidaria mi deber como princesa del clan, y que de igual forma debería casarme a los 18, pero, con la persona que yo escogiese.

Terminé la clase que era tan aburrida como siempre y al salir, vi a Madara. Corrí hacia él gritando:

- ¡Nii-chan! ¡Madara nii-chan! - Se giró y abrió los brazos para que lo abrazara. Al llegar me lancé casi tirándolo al suelo.

- ¿Qué sucede? - Dice arreglando mi cabello, que se había despeinado al correr.

- Tengo que hablar de algo importante contigo - Digo poniendome seria - Pero esperare a que te duches, apestas - Digo causándole una leve risa - Estaré en la cocina, haré panqueques.

- Bien, me tendrás en la cocina en 10 minutos - Dice tomando mi mano y guiándome a la casa.

Exactamente 10 minutos después, Madara llegó a la cocina.

- Muy bien, Imouto ¿De qué querías hablar conmigo? - Me acerqué a él con un poco de harina en la cara y le dije:

- Prefiero que lo hablemos después de la cena - Digo mirando disimuladamente a la chica que se ocupaba del aseo de la casa.

Me preocupaba que ella le contará a papá sobre el amigo de Madara y éste lo obligará a romper esa relación.

- Bien, mientras, alimentame.

Princesa Uchiha (Tobirama Senju) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora