Steven Universe: Spinel Broken [AU Propio] (En Edición)

Capítulo 1: El Futuro

Había pasado dos años desde aquella aventura que tuvieron las Cristal Gems acompañado de su apreciado cuarzo - humano, Steven Universe, que ha ayudado a las gemas con sus problemas incluyendo a las diamantes, y hablando de ellas, en la actualidad han cambiado mucho gracias a Steven.

Ahora nuestro querido Steven tiene 16 años y vaya que es todo un adolescente, pero a pesar de eso es el mismo Steven animado y positivo que conocimos de niño o al menos es así como pensarían.

—Pero Steven, por favor —dice Diamante Blanco.

—No puedes irte —continua Diamante Amarillo.

—Debes quédate —culmina Diamante Azul.

—Eres todo lo que queda de Rosa —comenta con tristeza Diamante Blanco—. Steven, perteneces aquí con nosotras, este es tu hogar

Las diamantes le suplicaban a Steven que se quedara en el Planeta Madre con ellas pero él se negaba por completo ya que no quisiera estar como lo era de su madre aunque fuera por ayudar a otras gemas.

—Chicas, mi hogar es en Ciudad Playa, no puedo abandonarlo y aunque quisiera no sería igual que vivir allá, ya se lo he dicho varias veces —dice Steven mientras se coloco en el portal.

—¿Que podemos hacer para que te quedes? —pregunta Diamante Azul mientras las otras se acercan dónde estaba él. Ya no le gritado a nadie. No he hecho llorar a nadie.

—He separado a mis ejércitos. Libere a mis colonias —dice Diamante Amarillo.

—Le he dicho "por favor" y "gracias" a las formas de vida inferiores... —dice Diamante Blanco— digo... Formas de vida igual —corrige en cierta molestia ya que sabe que Steven se molesta por eso y se ahorra el regaño.

—Y eso está bien, ¡está genial! Sigan así, tengo que irme, adiós —concluye Steven la conversación rápidamente y se teletransporta.

Ya en unos segundos se encontraba en su querido hogar.

—Hogar, dulce hogar —comenta feliz de haber llegado.

Miró a su alrededor y tenía que admitir que se tardó demasiado con ellas que hasta se hizo de noche, lo cual se preocupó un poco porque de seguro las chicas estarán preocupadas por él, así que bajo y darles el aviso de que llegó.

—Hola chicas, ya regresé —avisa él bajando las escaleras. Ellas notan su presencia.

—¡Steven! —exclaman las tres muy felices.

—¿Porque tardaste tanto? —pregunta Amatista.

—Si, ¿no se supone que era una ayuda que había solicitado las Diamantes? —comenta Perla.

—Pues, si, pero las Diamantes se pusieron algo pesadas otra vez a la hora de irme, querían que me quedara —responde Steven un tanto incomodo por eso.

—¿Otra vez con eso? —dice Amatista alzando una ceja.

—Si, pero de seguro ya se van a pasar —dice él—. Mientras no estuve, ¿cómo les fue su día?

—Estuvo bien —dice Garnet.

—Tu papá vino a visitarte y como vio que no estabas, estuvo con nosotras un rato...

—¡Y te trajo pizza! —comenta Amatista con la boca llena de pizza.

—¡Amatista! ¡Eso era para Steven! —exclama Perla molesta por lo que hizo Amatista.

—¿Que? Le guarde dos trozos.

—Esta bien, no importa, de todas formas no tengo hambre, más bien me iré a dormir, hoy fue un día increíble y a la vez pesado, realmente estoy agotado —comento él.

—¿Seguro? —pregunta Perla.

—Si claro —sonrie.

—Bueno, entonces, descansa —dice Perla.

—Adios —dice él por último y sube a su habitación.

Luego de que sube a su habitación, las chicas deciden conversar.

—Vaya, cómo ha crecido Steven —comenta Perla orgullosa.

—Si, ya no es un enano —dice Amatista en un tono burlón.

Perla la mira como diciendo: "¿es en serio?"

—Durante el tiempo que ha pasado, Steven ha madurado mucho, ya ve las cosas desde otra perspectiva, eso me alegra mucho —dice Garnet mientras arregla sus lentes.

—Aunque... Últimamente lo he visto algo... ¿"raro"? Digo, ya sabes un poco desanimado y eso, ¿no lo han notado? —menciona Perla un tanto preocupada.

—Ay, tranquila, de seguro es por lo de Connie, no soporta que ella esté lejos por su ida al campamento,  ya se le va a pasar —dice Amatista.

—Supongo que si —dice Perla.

Mientras tanto en otro lugar no tan lejos, obviamente, Steven ya estaba acostado en su cama con su celular en mano mientras veía fotos viejas con las que le traía muchos recuerdos incluyendo de cierta morena a que le gusta. No podía negar que siente algo por ella y que le gustaría decirle sus sentimientos pero a causa de sus estudios incluyendo la ida del campamento, le resulta muy difícil.

Después de unos minutos decidió dejar su teléfono a un lado y tratar de descansar, se puso a pesar de todo lo bueno que ha pasado durante estos años y la verdad está contento de como su final feliz osea su futuro actual que es verdaderamente maravilloso.

—♪ Este es el futuro y es genial ♪ —tatadeo él antes de quedarse dormido.

• • •

Había una guerra, gemas conocidas que nuestro actual héroe sabe quiénes son, estaban allí, peleando por la tierra y aquellas gemas que para las diamantes eran "indiferentes"

La guerra era una pesadilla que inclusive a cualquier gema le daría miedo, pero había una que no que incluso a pesar que se veía adorable e inocente era una verdadera guerrera, y eso era admiración de Rose-Rosa pero de repente para esa gema cuyo era un corazón  le tocó la pesadilla de toda gema que no le gustaría que le sucediera y era que alguien la había poofeado también causando que parte de su gema se agrietara un poco.

—¡Spinel! —exclama Rose completamente asustada por lo que le había sucedido a esa gema cuyo nombre es ese.

—Acabare contigo y con todo aquello que se atrevió a destruir a Diamante Rosa —exclama la gema en un tono molesto. Era Jasper quien había poofeado a Spinel.

• • •

De repente Steven se levantó asustado y sudoroso, era una pesadilla que tuvo.

—¿Otra vez ese sueño? —mumura él.

Estaba aterrado por lo que había visto, a Jaspe, a Rose-Rosa y a esa gema poofeada cuyo nombre es Spinel, según su sueños, él no tenía idea de porque soño eso, es más, últimamente estaba teniendo sueños referente a esa gema de corazón lo cual para él ha sido muy extraño pero a la vez pensaba que eso podría significar algo.

—Mama, ¿que otra cosa estás ocultando? —se pregunta el mismo mientras veía la foto de su madre junto a su padre muy felices—. Sea lo que sea, lo avereguare —dijo seguro de eso.