IX. ¿Qué le pasa a Ji Min?

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Yoon Gi fue rápidamente a sentarse en la fuente, con intensión de tomar agua para mojar un poco el rostro de Ji Min, aunque no hizo falta que lo hiciera, el menor poco a poco fue despertando, encontrándose con un preocupado peli-negro, sonrió y acarició la mejilla ajena.

- ¿Qué pasó? –preguntó Ji Min.-

- Te desmayaste. –Yoon Gi suspiró y lo abrazó.- no sabes lo preocupado que me pusiste, Jimin... ¿estás bien? ¿Cómo te sientes?

- Estoy bien. –susurró el rubio apoyando su mejilla en el hombro ajeno.- solo me cansé con tantas vueltas.

- Pero no es normal que te desmayes solo por eso. –lo miró.- tengo que llevarte con un doctor, estás enfermando.

- No te preocupes. –también lo abrazó.- no quiero doctores, créeme, no me pasa nada.

Yoon Gi lo miró dudando y suspiró.

- Si no quieres no te voy a obligar. –susurró.- pero si empeoras vas a ir, quieras o no.

- Está bien. –asintió y besó la mejilla de su mayor.- te amo.

El mayor lo miró de reojo con una leve sonrisa en sus labios.

- Ya nos hemos quedado mucho tiempo aquí, Jimin. –dijo el peli-negro.- debo volver.

Ji Min hizo un puchero separándose de él.

- Bien... yo iré a dormir. –se levantó.- hasta mañana.

Yoon Gi se levantó y tomó su mano.

- No te molestes, por favor. –dijo el mayor.-

El rubio lo miró de reojo, se soltó del agarre y negó con su cabeza.

- No te preocupes.

Salió del invernadero y caminó en dirección a su recamara, al llegar se recostó en la cama y cerró sus ojos, había llorado tanto en aquellos dos meses que ya ni una lagrima más podía salir de sus ojos, suspiró y se levantó para quitarse la ropa e ir a darse un baño. Yoon Gi salió del mismo lugar y fue nuevamente al salón del baile, donde lo esperaba su reina, se disculpó con ella por haberse ido, como compensación la invitó a bailar.

La mañana después de aquella celebración todo estaba tranquilo, como si nunca hubiese pasado, en el castillo los sirvientes limpiaron todo, sin dejar rastro de que el reino entero había estado allí, los reyes despertaron temprano, empezando de lleno con sus deberes, mientras Ji Min, luego de desayunar fue a la playa, sentándose con su espalda recostada en una gran roca que le daba sombra, cerró sus ojos intentando soñar con un mundo hermoso y se quedó dormido fácilmente, ya que había comenzado a darle mucho sueño a toda hora del día; el crujido de su estómago fue lo que logró despertarlo, sobó el mismo y se levantó para ver hacia el castillo.

- ¿estarán haciendo el almuerzo? –susurró caminando en dirección al palacio.-

Al entrar fue directamente al comedor, donde lo estaban esperando los otros dos, se acercó y se sentó en su lugar, luego de haber hecho una reverencia como saludo a sus mayores.

- No hace falta que hagas eso. –susurró Yoon Gi algo apenado.- yo sigo siendo Yoongi para ti, no el rey.

- ¿Qué hay de ella? –preguntó el menor.- ¿tampoco quiere que la trate con respeto?

Roseanne lo miró sonriendo levemente.

- No, no, estamos ya en confianza, no quiero que tú te reverencies. –negó con su cabeza.- una vez te dije que quería ser tu amiga.

Ji Min la miró un momento, pensando en que quizás no sería tan malo tenerla cerca, asintió y le devolvió la sonrisa. Cuando comenzaron a servir la comida el olor de la misma llegó a las fosas nasales del rubio, quien hizo una expresión de asco cubriendo su boca, sintiendo que iba a vomitar.

El Sacrificio De La Sirena || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora