XIV. Felicidad en medio del luto.

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Con el agua, Ji Min lavó un poco el cuerpo de su bebé, aunque no demasiado, temía que le fuera a hacer daño el agua del mar a un recién nacido; ahora no se sabía quién lloraba más, si el bebé, o él. Lo arrulló en sus brazos, sin moverse ni un centímetro del mismo lugar, sabía que debía cortar el cordón umbilical, lo había leído en un libro, mas, no sabía cómo. Ni siquiera había visto su sexo, solo estaba concentrado en besarlo y acariciarlo.

Yoon Gi estaba tan abatido y sumido en el dolor de su pérdida, que no había prestado atención al sonido que provenía de afuera sino varios minutos después de que Roseanne había muerto, dejó el cuerpo sin vida de su esposa en la cama y secando sus mejillas fue a asomarse a la ventana, viendo a Tae Hyung hacerle señas, señalando la orilla de la playa, cosa que lo alarmó, sabía que Ji Min estaba siempre a esa misma hora allí. Sumamente preocupado por la insistencia del joven tritón, salió rápidamente de su habitación y corrió por el palacio, salió de él y fue en búsqueda de Ji Min.

- Él siempre se sienta allí. –pensó al ver la gran roca sobre la arena.-

Tae Hyung fue de vuelta con su hermano, como la distancia no era mucha, no se tardó demasiado, se encontraba ya admirando al precioso bebé, sin animarse a tocarlo siquiera.

- ¡Jimin! –dijo Yoon Gi al verlo de espaldas y corrió hacia él.-

Al llegar detrás de él, pudo ver el rostro del recién nacido, su corazón se detuvo por un momento, para después comenzar a latir rápidamente, las lágrimas brotaron de sus ojos otra vez, pero estas expresaban pura felicidad; cayó de rodillas, al lado del menor.

Al llegar detrás de él, pudo ver el rostro del recién nacido, su corazón se detuvo por un momento, para después comenzar a latir rápidamente, las lágrimas brotaron de sus ojos otra vez, pero estas expresaban pura felicidad; cayó de rodillas, al la...

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- ¿Cuándo pasó? –murmuró Yoon Gi impactado e incrédulo.- ¿Por qué no estuve para verlo nacer?

- Nació hace pocos minutos. –dijo Ji Min, girando su cabeza para ver al mayor.-

- ¿puedo cargarlo?

El rubio asintió y se lo entregó; Yoon Gi, al igual que Ji Min, comenzó a llorar al tener en sus brazos a aquella diminuta criatura, sonriendo besó su frente y la miró bien.

- Es una niña. –susurró el peli-negro.- es una preciosa niña.

Fue tanta la felicidad que sentía, que se olvidó por completo de la muerte de su esposa. Ji Min sonrió levemente mirándolo, estaba verdaderamente exhausto.

- Yoongi, necesito descansar. –susurró Ji Min.- ¿puedes ayudarme a ir a mi habitación?

- Espera. –dijo Yoon Gi.- primero tenemos que cortar el cordón umbilical... tengo que llamar a la mujer que te atendería en el parto, ella sabe de estas cosas.

- Entonces hazlo rápido, yo estoy muy cansado y no sé si resista mucho estar aquí. –tomó de vuelta a su hija.-

Yoon Gi se levantó y fue corriendo de vuelta al palacio. Tae Hyung miró a Ji Min aun algo nervioso.

El Sacrificio De La Sirena || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora