Contracorriente: Capítulo 12 (final)

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Al día siguiente Shark tuvo que volver a atar a Oda pero este cuando lo hizo aflojó la cuerda. Así pues durante el viaje todo estaba muy silencioso, solo se oía la marea y el barco moviéndose por las aguas del océano porque todos los presentes estaban callados como tumbas. Mas ese silencio sepulcral no duró mucho porque, unas horas después, llegaron a la isla olvidada donde apenas había diez tiburones oradores de Sicilla y, para la sorpresa de todos, una elemental de agua atada con unas cuerdas mágicas apoyada en la entrada de la cueva.
Todos descendieron y Sharpy trajo a Oda al interior de la cueva, que este en concreto se dio cuenta de que Acqua estaba allí pero no podía decir nada porque unos tiburones martillo estaban a cada lado de la elemental.
-Justo a tiempo capitán. Y vaya que tenemos aquí, un maestro de la electricidad, buen trabajo Sharpy, lo necesitaremos para el ritual - dijo Grim puesto donde estaba la última vez rodeado por todos los tiburones que entraron luego y se pusieron en círculo como en el primer ritual.
-Entonces dime Grim, ¿qué quieres exactamente que haga? - dijo Oda con sarcasmo.
-Vaya así que conoces mi nombre, debes de haber sido entrenado por mi aprendiz Kensho.
-Él ya no es de este mundo.
-Lo sé, las alas rojas sabemos muchas cosas maestro de la electricidad. Pero respondiendo a tu pregunta, voy a absorber toda tu energía eléctrica y con ella atraer a Tifón y controlarlo - dijo Grim mirando a Oda pero después se giró a Sharpy - ¿habéis traído todos los ingredientes?
-Aquí tenemos la sal del cangrejo ermitaño de los corales, la sabia de un árbol sabio y el polen de la mariposa rhino, y no hemos dejado ningún rastro que nos pudiese delatar - dijo Sharpy mientras Shark traía una poción con todos los ingredientes mezclados haciendo que este tuviera un color azul celeste muy claro.
-Perfecto, con esto tendré la capacidad de absorber la totalidad del poder del maestro eléctrico y utilizar su poder junto al mío para invocar una tormenta que atraiga a Tifón - dijo Grim cogiendo la poción.
Aunque antes de que el líquido de esa poción tocará el pico del ex-maestro de las tinieblas, Oda le pego una patada al recipiente que salió volando, aterrizó sobre las manos de Oda que se había desatado por completo y le quitó rápidamente la poción antes de bebersela toda de un trago.
-¿¡PERO QUE HAS HECHO!? - gritó Grim.
Entonces Oda soltó un gran impulso eléctrico que dejó a los tiburones martillo aturdidos y segundos después se oyó en el exterior el rugido de Tifón que salía del océano. Aunque Shark aprovechó la ocasión y desató a Acqua antes de invocar tiburones de roca, que la diferencia de los normales es que estos iban bajo tierra y tenían una perforadora en lugar de un hocico, que atacaron a los oradores de Sicilla haciéndolos pedazos mientras que Acqua se lanzaba contra Grim, el cual reaccionó rápidamente y de un solo rayo morado tumbó a Acqua al suelo.
-Tal vez habéis fastidiado mis planes pero no sois lo suficientemente fuertes como para vencerme - dijo Grim cabreado invocando sombras en el suelo que se desplazaban hacia Oda, que él consiguió ralentizar con sus rayos blancos.
Mientras tanto Sharpy se encontraba en una esquina observando aquel espectáculo sin poder decidir que hacer: ¿atacar a su medio hermano?, ¿atacar a Oda?, ¿matar a Grim para ser libre de mandar? No sabía que hacer hasta que Shark intentó echar una mano a Oda, una vez todos los oradores muertos, lanzándose contra el cóndor con su cabeza convertida en un tiburón aunque Grim fue más rápido y lo tiró al suelo también con un rayo. Entonces Grim solo tuvo que mover un dedo para hacer que un hueso saliera debajo de los pies de Oda haciendo que este cayera de espaldas contra el suelo y fuera envuelto en una nube de sombras que le impedía mover ni los brazos ni las piernas, solo la cabeza.
-Te lo dije joven aprendiz, no puedes vencer a alguien con tanta experiencia y poder como yo - dijo Grim acercándose a Oda.
Y antes de que le metiera un zarpazo final, recibió un golpe desde su espalda que fue tan rápido y poderoso que fue lanzado hasta el exterior de la cueva.
-Nadie tiene derecho a hacer daño a Shark salvo yo vieja ave - dijo Sharpy con los puños convertidos en metal y ayudando a Oda a levantarse.
-Esto no ha acabo aquí, porque da igual cuantos seáis os voy a...-dijo Grim levantándose de la arena solo que fue interrumpido cuando un rayo cayó sobre él convirtiéndolo al instante en cenizas.
-Ahora sí que ha acabado - dijo Oda.
-¿Pero que vamos a hacer ahora? Tifón sigue por ahí fuera y Grim no estaba solo, por lo que sé era ayudado por otras personas que van a querer tomar su puesto - dijo Sharpy.
-Por Tifón no te preocupes, tengo una idea, y por lo de Grim yo creo que tú y Shark podéis encargaros perfectamente, nada mejor que un equipo de un maestro del metal y un animago.
-¿Y sabías que tenía ese poder?
-Lo noté enseguida pero no dije nada, prefería a que tú lo descubrirás por tu propia cuenta - dijo Oda sonriendo.
Entonces Sharpy levantó a Shark y Oda a Acqua, luego de eso se fueron al exterior y Sharpy decidió coger una barca que había por allí puesto que su barco había sido destruido por uno de los rayos de Tifón.
-Bueno, supongo que ya nos veremos maestro electro - dijo Sharpy dando la mano a Oda mientras que Shark hablaba con su marioneta.
-En otro mundo tendrá que ser puesto que alguien tiene que ocuparse de ese reptil - respondió Oda, y los piratas se fueron sin decir nada más.
-Entonces, ¿vamos a por ese bicho de una vez por todas? - dijo Acqua cruzando los brazos.
-Esto va a ser mortal, puedes vivir todavía unos años más en la corte de Potreus.
-Pero sin ti no sería lo mismo, te recuerdo que tu aventura comenzó conmigo y terminará igual.
Así con esas últimas palabras, Oda y Acqua se sonrieron y se lanzaron al aire haciendo una espiral de color amarillo y azul hacia las nubes negras del cielo.
Pocos segundos después hubo una explosión y las nubes negras desaparecieron del todo mientras dos ex-capitanes piratas iban encima de una barca con uno de ellos, siendo un brujo, remando hacia una dirección indefinida.
-¿A qué dirección vamos mi capitán? - dijo Shark.
-Pues yo creo que va siendo hora de sentar la cabeza Capitán Shark, así que volvamos al hogar - respondió Sharpy con una sonrisa en la cara.
-Como tú le desees hermano.
Entonces finalmente siguieron navegando por aquellas aguas en dirección al reino del caos sin darse cuenta de que debajo de ellos unos ojos rojos les observaba durante su trayecto, en lo más profundo del océano.

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