Capítulo II

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“¿Quien es Trix?
¿Debería de confiar o no en él?”

SOOBIN

Nunca se preguntaron el por qué las personas a pesar de cometer errores y aprender de ello, vuelven a cometer los mismo errores una y otra vez... Sin importar lo estúpidos que se vean o solo soy yo

Pensado en todos los ángulos posibles de mi espantosa vida, me he dado cuenta que haga lo que haga siempre seré castigado por el destino, sin importa si mis intensiones son buenas o malas.

Por qué ahora estoy pagando un castigo, un castigo que no me merecía o más bien, no merecíamos. Dentro de “La Caja”, recostado en una esquina, donde el clima no era tan cálido.

"La Caja" era llamado así porque parecía una, era una habitación de cuatro paredes de un tono grisáceo oscuro que lo único que tenía era un retrete y un lavamanos para hacer nuestras necesidades en una de las esquinas. En lo demás era nada, un simple nada.

El único que ocupaba espacio era yo, además del retrete y el lavamanos.

En las paredes, en el suelo e incluso en el techo podía ver mi reflejo. Todo estaba limpio, pulido y con un olor agradable.

No era como solía recordarlo.
La caja. Ahora, ya no me daba miedo, ya no era algo por el cual todas las noches me preocupaba. No era algo por el cual pensaba si mis actos eran los suficientemente buenos para no estar en el.

Estar en lugares como esté solo me ayudaba a pensar, este lugar me hacía pensar y reflexionar sobre mi vida.
Si no hubiese estado enfermo (a punto de morir) no estuviera con estas habilidades.

No les reprochó a mis padres la decisión que tuvieron, ellos querían que viviera. Sin imaginar que mi vida iba a estar así, encerrado en este maldito lugar con personas iguales a mí. Sin saber que al aceptar mi vida, de igual modo la iban a perder.

Después del brote psicótico de Jay, las muertes, el desastre que provocó —él jura no saber ni pio de lo que hablamos— todos fuimos encerrados en "La caja"

Tengo entendido que solo existían diez, en donde en cada "caja" habían entre dos y tres inadaptados —como normalmente solían/suelen llamarnos— Ahora que el número de inadaptados redujo, sólo se están usando siete cajas para siete inadaptados esperando a que su condena terminará.

No se si ellos estarían igual que yo; con cadenas en los tobillos y muñecas, todo jodido del cuerpo, con moretones y rasguños en el cuerpo... O tal vez, estarían mejor o pero que yo.

—Soobin —escuché resonar por la habitación.

Pero... ¿Qué?

—Soobin —volví a escuchar.

De inmediato abrí mis ojos y sin levantarme busqué de dónde provenía esa voz, tenía una ligera sospecha que este lugar habría cámaras y bocinas instaladas en cualquier lugar, tal y como lo hicieron en nuestras celdas.

—Choi Soobin— se escuchó nuevamente, su voz era muy delicada, tal vez era de una mujer.

Le hice caso a mis instintos, me levante del suelo, al momento de, sentí una leve punzada de dolor en mi abdomen.
Se me había olvidado por completo mi herida, no era tan grande pero aun así dolía. Alcé un poco mi playera e inspeccione la herida.

—¿Quién anda ahí? ¿No estoy para bromas?

Esperé. Espere a que respondiera mi pregunta. 5 minutos, 10 minutos

¡Y nada!

—Creo que me estoy volviendo loco —me masajeo mi cabeza— Tantos golpes me están afectando... En este lugar no hay nadie, ¡solo estoy yo!

—Y yo— susurró la voz en mi oído.

Grité, grité con todas las fuerzas que tenía en ese momento. Grité por mi vida. Grité como jamás lo había hecho.

Era la voz de un hombre, ¿pero qué? Me era confuso puesto que la voz anteriormente era aguda, delicada tal y como la de una mujer, pero está es más grave como la de un hombre.

Al verlo un poco más calmado pude notar varias cosas. Que había pasado en alto

Este 'hombre' era alto, casi de mi altura, de piel porcelana con toques de un color rosado en diferentes partes de su rostro, acompañado de varias cicatrices; una en la ceja, mejilla y otra que le atravesaba en diagonal su ojo izquierdo.

Traía una camiseta, que le quedaba vastante ajustado a su torso. De un tono grisáceo oscuro, casi tirando al negro.
En cima, traía una chaqueta de cuero negra que en sus hombros y codos tenía un especie de armadura de metal o algo así.
Sus pantalones eran negros, rasgados en las rodillas y con sigo una botas militares del mismo tono, con algunos detalles en azul neón.

Joder, creo que me han drogado

—Hola Choi Soobin, soy Trix. Es un gusto por fin conocerte— hace una reverencia.

Quedo perplejo ante su acción.
Nadie hacía eso. Nadie sabía o le importaba mis tradiciones...
Solo a Lixa, pero aparte de ella ¡nadie más!

Hago lo mismo que él, realizo perfectamente mi reverencia.

—¿Cómo es que sabes mi nombre? — no pude evitar preguntar

—Que buena pregunta niño. Se tu nombre porque... —hace una pausa "misteriosa", respira un poco y continúa —soy tú pero del pasado

¡Que!

No entendía su respuesta, me dejó más confundido de lo que ya estaba

—Como se supone que eres "yo" del pasado, siendo que aparenta más que yo —comenté un poco alterado— en todo caso de que así sea, deberías ser un niño... Pequeño de aproximadamente metro y medio de alto, no un viejo verde de ¿Cuarenta?

De forma inesperada, el tal "Trix" río, primero su risa fue algo leve como si fuese una sonrisa pero después, comenzó a reírse a carcajadas.

–Un completo loco —susurre

Le mire raro, cada vez que trataba de para su risa–cosa que le era imposible–me dejaba ver sus grandes y alargados colmillos, parecía los típico colmillos que usaban los actores de crepúsculo pero la cosa preocupante aquí era que estos si eran de verdad.

Y posiblemente me haría daño.

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¡Hola!

Les traigo el segundo capitulo, pronto les traeré los demás y nuevos capítulos (los estoy editando) y espero publicarlos en estos días

Así que, nos veremos muy pronto.
Un beso, it's Lesth <3

POLENIX | TXT; CHOI SOOBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora