Corazón de fuego

Alejate

Alex deja la taza delante de Eddie, lleva cinco minutos mirando la tostada, perdido en sus propios pensamientos.

-¿Vas a contarme lo que paso anoche?.

Eddie levanto la vista, su expresión era dubitativa, su cuerpo podía estar allí pero su mente estaba en otro lado.

<<¿Y si Sophie se caso con Casey por despecho?>>.

<<¿Qué hubiera pasado de notarlo antes?>>.

Eran muchas las preguntas que se planteaba.

-Dijiste que heriste a mi hermana, ¿Qué significa eso?, ¿a caso discutieron?.

-Todo este tiempo estuvo cargando con su verdad a cuestas...-murmura pensativo-Nunca me di cuenta...

-Eddie, ¿de que demonios estas hablando?, ¿de que verdad hablas y que tiene que ver eso con mi hermana?-Alex empezaba a perder la paciencia-. Eddie, mírame, ¿Qué le hiciste a Sophie?.

Su novio pareció reaccionar.

-¿Que le hice?, herí sus sentimientos Alex, eso es lo que le hice.

-¿Como?.

-Tengo que hablar con ella-Eddie se levanta de la mesa pero se detiene para volverse a Alex-.Te prometo que en cuanto hable con ella y aclare las cosas, te lo diré todo, ¿si?, te lo prometo.

Sophie

Entre a la habitación con una taza de café cargado, Andy se frota los ojos y bosteza, me muerdo el labio al verlo desnudo en la cama, me mira.

-¿Café?-sonrió misteriosa.

-Gracias, ven-me hace un gesto con su mano.

Me siento a ahorcajadas sobre él y le entrego la taza, pero sus ojos se clavan en mi pecho, solo llevo puesta su camisa y las bragas.

-El café Andy...

-Ya, me gusta esto-cuela un dedo entre mi escote.

-A mi también pero bebe tu café.

-No tenemos que ir a trabajar, es nuestro día libre...-arruga la nariz en cuanto bebe un sorbo-.¿Te burlas de mi?, no tiene azúcar-se queja.

Me echo a reír y lo beso en la cien.

-Lo hiciste a propósito ¿verdad?.

-¡Ah!-dejo escapar un gritito en cuanto me toma de golpe para dejarme debajo de él.

Me mordisquea la yugular y desciende a mi vientre.

-No, deja eso, basta-digo entre risas bajo su dulce tortura.

Su boca se apodera la mía, estiro mis brazos para colocarlos alrededor de su cuello, su mano se desliza al interior de mi entre pierna, sus dedos acarician con suavidad el punto de mi deseo, me echo hacia atrás, a la vez que acaricio la piel arrugada de su hombro, instintivamente abro mis piernas y lo escucho que masculla algo, se quita el bóxer liberando su dura erección, me giro quedando boca abajo, pega su pelvis contra mis muslos, mientras que su boca deja un reguero de besos en mi espalda, elevo mi trasero para provocarlo.

-Carajo-masculla.

Su mano amasa mi glúteo y poco a poco se va introduciendo lentamente dentro de mi, dejo escapar un gemido en cuanto lo siento muy adentro, su caderas comienzan a moverse a un ritmo muy sensual para que ambos disfrutemos. Me quede acurrucada contra su pecho.

-Hay que levantarse y tengo hambre-me río.

-Son más de las diez  de la mañana-frunce el ceño.