Recuerdos dolorosos

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Andy apago el motor de su Ford, hace una mueca al ver la camioneta negra estacionada en la entrada de su garaje, cierto hoy es jueves, lo que significa día de limpieza, dónde sus hermanas vienen de Tennesse para dar vuelta su casa, con ellas no necesitaba preocuparse por contratar a un mujer para la limpieza. Tenía pensado llegar a casa e irse a la cama, necesitaba unas cuantas horas de sueño para reponer las que se había saltado las últimas veinte cuatro horas, por no hablar la crisis de llanto de Sophie, que después de una hora se quedó dormida entre sus brazos, por extraño que suene, tenerla así dormida contra su pecho, le había dado una sensación agradable. Más aun todavía cuando la dejo dormida en su cama, se había acurrucado como una niña pequeña.

A penas ingreso a casa, el ruido de la aspiradora le llegó a los oídos.

-Oh, estas de regreso-su hermana mayor, Esther apaga la aspiradora.

-Buenos días, ¿tienes idea de la cantidad de polvo que acumulas en la semana?-lo critica Gretel con un trapo en la mano y el pelo recogido.

-Esther, Gretel- las saluda a ambas.

Se acerca a su hermana mayor y la abraza, seguida de Gretel que imita el gesto.

-Te ves cansado, ¿no has dormido?.

-Guardia de Veinticuatro horas, es lo que pensaba hacer hasta que me invadieron (?)-se burla dejando el bolso en el suelo.

-¿Es ropa sucia lo que traes ahí?-señala su bolso.

-Si.

- Lo pondré en la lavadora ahora mismo-Gretel abre el bolso y mete la ropa en la canasta antes de desaparecer.

-¿Todo esta bien?-le pregunta sentándose a su lado.

Esther y Gretel se parecían demasiado entre si, desde el cabello rubio heredado de su madre hasta el físico, salvo por los ojos grises de su padre. En cambió Harper era quién se parecía a él en los rasgos de la cara.

-Si, ya sabes,lo usual, ¿y Harper?.

-Se quedo con los niños, Matt tenía que ir al mercado central por las venta de las reces y Owen fue a llevar a los caballos al hipódromo, además no quería dejar sola a mamá lidiando con los pequeños.

Andy asiente.

-Esther- interrumpe su hermana-¿ya se lo dijiste?.

Andy mira sus hermanas.

-¿Decirme que?.

-Ejem-Esther carraspea-. Estaba apunto de decirle.

-¿Que se traen ustedes dos?-señala a una y a otra.

Gretel pone los ojos en blanco.

-Mamá te consiguió una cita con la hija del comisario Jefferson.

Andy se llevo una mano a la cara.

-¡¿Que?!.

-Se supone que no debías enterarte sino hasta  la fiesta de cumpleaños.

Andy no daba crédito.

-Andy ya la conoces, ella quiere verte con alguien que tenga los pies sobre la tierra, no le gusta que andes de mujeriego a tus treinta y cinco años-aclara su hermana mayor.

-Es que, eso no puede suceder, de ninguna manera.

-¿Porque no?-exclaman al unísono.

-Porque ya estoy saliendo con alguien y es serio-contesta.

A Gretel se le aflojo la mandíbula, Esther trataba de asimilar las palabras de su hermano.

-¿Quieres que me suba la presión arterial(?)-Esther se lleva una mano al pecho, como si su hermano le estuviera tomando el pelo.

Corazón de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora