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“¿Pero cómo yo podría odiarla?

YoonGi se encontraba frente a su puerta, los ojos de JiMin estaban llorosos, y sintió vergüenza.

—Feliz cumpleaños.—Le sonrió.

—Gracias...—Se alejó de la puerta, dejando pasar al chico que amaba.

YoonGi cerró la puerta, y frunció el ceño al ver como JiMin se alejaba de él, caminando hacia la cocina.

Cuando entró a la cocina lo vio en la isla con una cuchara y un tarro de helado de chocolate.

—¿Donde está tu madre?

—Hubo un accidente, debió irse.—Metió una cucharada del helado a su boca, intentando quitarse las enormes ganas de llorar.—¿Qué haces aquí?

—Traje esto para ti.—Alzó la pequeña bolsa que tenía entre sus manos.—Lo compramos entre Heather y yo, espero que te guste.—Camino hacai él y se lo ofreció.

—Oh...—JiMin lo tomó.

Al abrirlo se encontró con un brazalete, era bonito, tenía como dije una pluma.

—Es lindo, gracias, también dile a Heather que me gustó.

YoonGi asintió y sonrió.

—Hoy iré al cine con ella en la noche tal vez quieras venir.

—Pasaré el día con Hoseok.—YoonGi frunció el ceño.

—¿Tienes algo con HoSeok? Te he visto... Con él últimamente, incluso me has evitado.

JiMin quiso gritarle, que se fuera al diablo que dejara de joderle, que como demonios quería que reaccionará cuando él le estaba rompiendo el corazón.

—No, somos amigos.—Miro hacia el techo y rogó no romperse a llorar.—Además, no te he evitado, tu has estado con Haether, no quiero molestarlos.

YoonGi soltó un suspiró, como si estuviera cansado, eso hizo que JiMin soltara una lágrima.

—Ella me gusta, y mucho.

—Lo sé.—"Y ojalá eso no me estuviera rompiendo."

El timbre volvió a sonar y JiMin se levantado rápidamente, YoonGi se quedó en su sitio, pero volvió a fruncir el ceño cuando escuchó la voz de HoSeok.

—Feliz cumpleaños a ti~ feliz cumpleaños a ti~ mi hermoso niño, feliz cumpleaños amoooor~

—¡Hyung!—Escuchó la risa de JiMin y luego los pasos de ambos hacía él.

HoSeok cambió su expresión cuando vio a YoonGi, dejó de sonreír y se mostró más serio, casi enojado.

—YoonGi.

—HoSeok.

JiMin sintió la tensión y rápidamente volvio a hablar con HoSeok.

—¡Hyung, dijimos a las una, y no quiera son las once!

—No aguante las ganas de verte cariño.—Le sonrió.

YoonGi se sintió excluido, solo los miraba, sintiendo aquella ola levemente de celos.

YoonGi era tan malditamente egoísta y estúpido. No quería que JiMin le  dejará un lado, sin importarle lo lastimado que este saliera.

—Aún estoy en pijama, debo darme un ducha.

—Te ves adorable, así que mejor toma una ducha en mi casa, mamá y NamJoon no aguantan las ganas de verte, además ¡Te preparé el desayuno! B-bueno, quizás mamá me ayudó.

JiMin sonrió, y asintió.

—Iré por algo de ropa.

Cuando JiMin desapareció de la cocina YoonGi miro burlon a HoSeok y preguntó.

—¿Qué es lo que quieres con él, Jung?

—Bien lo sabes Min.

—Dijiste que querías que fuera feliz, algo que tú no pudiste hacer nunca.

—Y menos tú, ¿Acaso no lo vez? Él llora por tu maldita culpa, lo estás dañando, y eres un hijo de puta que no lo quieres soltar.

YoonGi se mantuvo en silencio, su celular sonó y por el timbre personalizado supo que se trataba de Heather.

Le pedía que fuera rápidamente a su casa.

—Debe ser ella, largate.

YoonGi gruño y salio de la casa, dando un portazo.
HoSeok hizo una mueca y cuando a JiMin otra vez, vio como buscaba con la mirada YoonGi y con algo de pena habló.

—Tuve que irse... Heather le llamó.

JiMin hizo un mueca de tristeza y habló bajito.

—Creo que ya es hora de dejar de estar triste.

HoSeok asintió, camino hacia él y dejó un beso en su frente.

—Vamos bonito.

Y JiMin sonrió con tristeza, y se dijo a sí mismo que era de romper por completo

Ella es un ángel.”

HeatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora