Heather

OO;NO

“Todavía recuerdo...

JiMin frunció sus labios y sintió sus ojitos picar por un segundo. Los cerró y respiró con algo de dificultad al sentir aquella horrible mezcla de sentimientos dentro de sí, odiandose a sí mismo por aquellos instante.

Aunque sentía el enorme y cálido suéter de YoonGi cubrirlo, se sentía helado, era como si la prenda podría quemar su piel y luego enfriarla por completo, quizás por sus sentimientos, JiMin sabía que era por eso, pero no estaba listo para aceptarlos en voz alta.

—Bebé ¿Estas bien?—Abrió sus ojitos y los marrones ojos de YoonGi le atraparon, haciéndolo que el corazón de JiMin diera un fuerte respringo de amor y dolor.

Joder. Amar era tan malditamente horrible, era como si te desgarraras el alma solo por que la otra persona deseaba verla.

JiMin sonrió, haciendo que sus mejillas se sonrojaran y sus bonitos ojos se volvieran las medialunas que muchos consideraban lo más adorable.

Mentirosos. Mentirosos.

—Sip, solo debe ser algo de alergia.

YoonGi asintió y acuno la mejilla del menor, haciendo que este se avergonzara y bajara su rostro sonrojado, tratando de esconderlo. YoonGi sonrió.

JiMin tomó el final del suéter y lo acarició, sintiéndose nervioso y tonto.

Pero cuando el dulce tacto de la persona que ama se alejo, alzó su vista.

Mojó sus labios, y no pudo dejar de mirar a YoonGi. Deseó estar sólo y poder llorar, simplemente la manera en que YoonGi la miraba, era como ver un incendio de sentimientos a través de su mirada.

YoonGi nunca había mirado a JiMin así. Y el menor estaba seguro de nunca sucedería, y eso era lo quemas lo jodia.

Por qué a JiMin le gustaba mucho YoonGi, la manera en la que su corazón latía y sus mejores pensamientos iban hacia su mayor no eran normales y eso lo jodia, JiMin sabía que estaba tan jodido por amar al chico que lo mira con dulzura de vez en cuando, que le abraza y da sus suéteres por qué según él le quedan mejor, tan jodido de ver aquellos ojos llenos de tristeza llenarse de alegría al verla.

JiMin estaba tan jodido por amar.

Era un 3 de diciembre.”