"Life was a never ending play, sculpted by dark lightning and shallow music. He had lived so many years acting and pretending that he no longer recognizes the difference between a stage and his own two foot bedroom wooden floor."Lo admitía, tenía un hábito de huir de sus problemas. Desde adolescente lo supo, cuando se encontraba corriendo por los extensos jardines que su madre tanto cuidaba en busca de paz interior y el armónico sonido de los pájaros supo que iba a estar huyendo toda su vida. Porque ese era el único final para la gente como él, porque se dijeran lo que se dijeran sabían que estaba mal lo que estaban haciendo.
Aunque le gusta decir que Nueva York va a ser su caída, jamás podrá negar el hecho de las cosas han sido complicadas desde el día en el que nació. Porque por más que intente de desprenderse, hay partes de él que han estado consigo desde aquella helada madrugada del diecinueve de febrero de 1899 y no lo dejan ni en sus mejores sueños. Esa misma madrugada fue el comienzo de su caía, una caída tan larga como inquietante.
Había gritos de todo el mundo, enfermeras yendo y viniendo sin importarle si debían pasarle por encima a algún paciente y una característica mezcla de olores de la sala de neonatología de uno de los hospitales de menores recursos de todo Londres. Jamás lo mantuvieron en secreto, ambos de sus hijos habían nacido en la pobreza y por más que ahora son una de las familias más adineradas del país, el matrimonio no duda ni segundos en contar la historia de cómo pasaron del barro a la gran mansión Anwynn en cada oportunidad que tienen.
Llamaron Mika a su segundo hijo, la razón será inventada muchísimos años después cuando se vean obligados a encajar con la alta sociedad. Hasta entonces jamás hubo un porqué, simplemente les pareció una alegre variación del nombre Michael y la sorpresa de que fuera un niño también tuvo su efecto en ello ya que su madre podría haber jurado que su segundo embarazo se trataba de una niña. Dos días después la familia regresó a su hogar con un niño en brazos legalmente llamado Mika Fletcher Anwynn.
La infancia del niño se caracterizó por la impresionante crecida económica y social de su familia, en menos de seis años Mika y Charlie, su hermano dos años mayor, pasaron de jugar con juguetes desechados en las calles grises de las afueras de Londres a correr por los infinitos jardines llenos de color y humedad de la mansión que su padre compró. Los primeros doce años en la vida del niño fue un constante cuento de hadas en dónde por medios externos que no comprendía conseguía los juguetes que siempre quiso o ir a ver las obras que tanto le llamaban la atención en el centro de Londres. Diez años les tomó a la familia Anwynn conseguir aquel infame pasaje a la cima de la pirámide social, y sus padres no bajarán por nada.
Por su parte Mika siempre había sido un chico modesto y humilde, no tenía vergüenza alguna en ir a las calles a jugar con sus amigos, en llevar la misma ropa a la escuela varios días seguidos o en decir que compartía cama con su hermano mayor porque no podían darse el lujo de comprar otra, a demás que no cabía en la pequeña habitación que compartían. Era un niño simpático que tenía una excelente manera de expresarse con las palabras y solía bailar energeticamente con cada canción que sonaba en los comerciales de la radio. Aunque, como todo pequeño, si había algo que predominaba en él era la curiosidad, y fue la misma curiosidad que lo llevó a adentrarse a un pequeño local en su vuelta de la escuela para ver qué había. Y desde allí no hubo un día en el que no se haya librado de sus tareas para poder pasar al menos media hora en aquel mágico edificio.
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𝐫𝐞𝐦𝐞𝐦𝐛𝐫𝐚𝐧𝐜𝐞 -characters.
Ngẫu nhiên↦ your comfort zone will kill you. [personajes originales para role play]