Tristeza Y Motivación.

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Han pasado varios días desde que recibí la bendición de Kami-sama, como siempre ella se reía cada vez que pensaba en lo que estaba escrito en la hoja de solicitud aunque ella cada vez que me iba al calabozo o  regresaba de el ella siempre me despidia o recibía.

Ella me había dicho que toda la familia se había ido a una expedición a los pisos profundos y tardarían algunos días para regresar, tal vez porque estaba sola o porque realmente me quería y me daba su aprecio y apoyo.

Mis metas eran claras ser fuerte como un héroe y encontrar mi chica destinada en el calabozo aunque es infantil, noble e inocente mi deseo eso es lo único que quiero, no me importa la fama ni el dinero solo deseo eso.

Era el cuarto día desde que entre a la familia loki y como de costumbre estaba en el calabozo pero hoy fue un día diferente al anterior.

-Uooooooo.
-Ahggggggg.

Me encontraba corriendo con todas mis fuerzas atrás de mi estaba un minotauro que amenazaba con acabar mi vida, estaba en el piso cinco y corría sin cesar volteaba en cada esquina que encontraba en este laberinto hasta que mi suerte se acabó llegué a un callejón sin salida, traté de regresar para seguir corriendo pero la mano gigante del toro furioso apareció por la entrada de esta habitación, me había quedado sin opciones, en este momento era matar o morir.

El monstruo me vio que estaba alistando mi cuchillo para atacarlo pero a él le bastó rugir para hacer que mi corazón temblara, no podía sentir mis piernas, no me podía mover este monstruo había demostrado la diferencia de fuerza entre él y yo.

-|Acaso voy a morir|

-|Moriré sin haber conocido mi persona especial|

-|Sin poder haber cumplido mi sueño de convertirme en un héroe|

-|La promesa que le hize a mi abuelo antes de que desaparezca|

Un sin fin de pensamientos pasaron por mi mente, antes de que llegará mi muerte.
Pero

-Acaso yo voy a morir aquí...

El minotauro estaba enfrente de mi, tal vez tenía 2 metros de alto y un monstruo de puro músculo.

Como si fuera un acto desesperado por negación a morir, mi cuerpo esquivo el ataque de la espada del minotauro pero la fuerza del impacto me había lanzado a una pared, el golpe fue fuerte, me dolió la cabeza y la espalda; levante mi vista lentamente y el monstruo estaba parado enfrente de mí, unas lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas este era mi fin.

Cuando ya estaba resignado a morir vi claramente un destello de una espada que corto al minotauro, del cuerpo del monstruos salpico sangre que me baño completamente, abrí mis ojos para encontrarme a una belleza de cabellos y ojos dorados que me veían.

-Estas bien.

Eso fue lo que sus labios pronunciaron, no sabía que expresión tenía en mi rostro, estaba hipnotizado con la belleza que tenía enfrente, una belleza que podría rivalizar con una diosa de la belleza, mi corazón no dejaba de latir.

-Estas bien.

Ella volvió a preguntarme lo mismo pero ahora me estaba haciendo gesto con su mano, yo no sabía que hacer, como podría hablarle con el aspecto que tenía ahora, estaba bañado de sangre con un apestoso olor proveniente de mí.

Hice lo más lógico y salí corriendo ni si quiera sabía que rostro tenía, solo quería correr para que ella no vea más mi lamentable aspecto.

La chica rubia quedó mirando al chico que había huido de ella y una risa apareció.

-Jajajajaja ese tomate salió corriendo de ti Aiz.
Te tenía tanto miedo que incluso hasta lo hicistes llorar.

Danmachi: El Último miembro del Clan Demoníaco. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora