Danmachi: El Último miembro del Clan Demoníaco.

Los Fantasmas Del Pasado.

La conmoción creada por Bell en la familia Loki no había desaparecido en ningún momento, eso los líderes lo sabían pero lo que pensaban los demás era algo que Aiz nunca le importo.

Aiz se encontraba dormida en la habitación de Bell por eso ella no se había percatado del enorme peligro que el albino estaba atravesando.

El cuerpo de Bell comenzó a desprender un miasma oscuro, la espada negra se encontraba apoyada a un lado de la cama del chico pero era raro porque el miasma oscuro estaba siendo absorbido por la espada.

En la frente de Bell apareció la marca que simbolizaba su origen Demoníaco pero en sus sueños el chico estaba teniendo una feroz batalla.

Bell se encontraba parado en un lugar que estaba rodeado de oscuridad y escuchaba voces, muchas voces, tantas voces de desprecio a tal punto que estaba al borde de la locura.

-Maldito demonio.

-Acaso no tienes sangre.

-Matastes a mi hijo maldito.

-Bastardo.

-De qué color tienes la sangre.

-Nuestro mundo tuviera paz si tú no existieras.

-Solo destrucción traes.

-Acaso solamente sabes matar.

Y así un centenar de insultos eran dirigidos hacia Bell, el chico tapaba sus oídos para no escuchar más pero aumentaban los insultos, las voces se escuchaban en su mente.

-Deténgase....

-Basta...

-Silencio...

-Silencio...

-AHGRRRRRRR....

Bell gritaba con todas sus fuerzas para calmar los gritos de las personas que lo acusaban, eran hombres, mujeres, niños; de todos los géneros posibles se encontraban voces.

Hasta que después de unos momentos las voces se dejaban de oír.

El panorama cambiaba y Bell se encontraba en un pueblo muy devastado, él no sabía porque estaba ahí, él se encontraba siguiendo un camino de sangre hasta que llega a una pared grande, en ella se encuentra una mujer sentada varias lanzas clavadas en todo su cuerpo, aunque es demasiado débil ella aún respira.

Cuando se acerca a esta mujer por alguna razón no puede ver su rostro, es un espacio en negro que no le permite ver de quien se trata, el chico siente que algo baja por sus mejillas, algo cálido recorre todo su rostro.

Bell toca su rostro y siente sus lágrimas que caían como si no tuviera final.

-P-Porqué estoy llorando.

Los susurros de su mente se escaparon de sus labios, voces se escuchaban a su alrededor de un hombre.

-Esa estúpida mujer se interpuso entre nosotros hasta el último momento.

-Hubieras visto como gritaba cuando la atravesaban las lanzas.

-Jajajajajaja.

-Jajaajajajaja.

Risas y comentarios se escuchaban, Bell empezó a sentir como una ira muy fuerte se apoderaba de él, una ira que deseaba destruir todo a su alrededor, Bell sentía que quería matarlos.

Solo deseo de muerte su ser expulsaba.

-Bienvenido de vuelta Bell.

Cúando su deseo de matar lo empezaba a dominar una voz calmaba ese dolor, esa ira desaparecía esto parecía una mentira, un deseo tan fuerte se esfumaba cuando escuchaba esa voz, una voz tan cálida que todos los temores se iban cuando aparecía.