—Podemos... ¿Besarnos? Quiero saber si me quieres.
¿Qué putas excusas podías poner ante eso?
Tener una criatura jodidamente hermosa, desnuda ante sus ojos, queriendo ducharse con el y además queriendo besarlo.
¿Qué decir?
¿Apenas te conozco?
¿Así no es como funcionan los besos?
¿O comerle la boca ahí mismo?Mierda, me sentiré culpable si hago algo mal. Él parece un jodido niño, no es mi problema.
También él se metió, si pasa algo es su culpa y...
—¿Hyung?—Ya te dije que no me llamaras así, vamos, date la vuelta.
—¿Eh?
Era una de las pocas veces que Felix malinterpretaba algo. Sus mejillas se tiñeron de rojo.
—Tienes que terminar de bañarte, date la vuelta. Te pasaré shampoo mientras te jabonas.Y le ruego a Diosito si existe que no se te caiga el jabón.
El pecozo asintió repetidas veces, tomando el jabón de la respectiva jabonera.
Changbin puso un poco del shampoo en su mano, y con cuidado de no meterle en los ojos, lo empezó a pasar por el suave cabello del menor.
—¿Por qué usas shampoo de vainilla?El menor solo se encogió de hombros.
—Me gusta el aroma. Me recuerda a alguien.¿Sí? ¿A quién?
—Él en su pelo siemore tenía olor a vainilla, y su ropa también olía a fresas. Vivía en la repostería de su madre, hasta que falleció.
¡Oh, que coincidencia!
Rodó los ojos para sí mismo y siguió lavando su cabecita.
—Eres infantil, ¿Lo sabes, no?
—Me lo repiten cada segundo.
Le vió de frente con una sonrisa, achicando sus ojos dejándolos en una bonita medialuna.
—¿Y no te molesta?Refregaba la espuma cada vez más fuerte.
—Nope, tengo mis razones. ¿A usted le molesta que sea así?Changbin lo miró a los ojos, intentando no desviar su mirada a otras partes.
—Ya me lo preguntaste muchas veces, Felix, y ya te dije que no me trataras de usted.Luego de enjuagar bien al pecoso, salió y se secó.
Buscó la ropa que Felix le había prestado, y se la puso sin chistar. Sorprendentemente le quedaba bien.—Binnie, ¿Al final vendrás conmigo?
El nombrado le dirgió una mirada rápida, aunque notó todos sus gestos.
Asintió lentamente con su cabeza.
—¡Bien! Entonces hagamos las tareas rápido.Felix agarró el brazo de Changbin y se lo llevó a tirones al comedor.
Concentrados en las matemáticas, habían perdido la noción del tiempo.
Felix movía los pies con impaciencia, sabía que a esa hora siempre pasaba lo peor si no salía.
—Binnie, ¿Qué te parece si continuamos mañana?El nombrado subió la vista, encontrándose con los ojos del pecoso. Cerró la cuadernola y asintió con los ojos cerrados.
—Bueno, ¿Vamos?Los ojos del australiano se iluminaron y sonrió brillantemente (Usa colgate lluminous whitE).
—¡Vamos!
Tomó a Changbin de la muñeca y lo llevó de un lado a otro, tomando abrigos, llaves y algo que no Seo no notó.Al salir sintieron el frío abrazador de la noche. Lix siguió guiando al mayor de la mano, tarareando una canción.
Y Changbin, Changbin no entendía nada.
¿Por qué le divertía tanto estar con un nene tan estúpido?—Lee, ¿A dónde es que vamos?
El pecoso bajó la mirada y murmuró algo inentendible.
—Felix, sabes que no te escuché nada. ¿Podés hablar más claro?Continuó con un tono más marcado.
—Vamos a un parque que voy desde pequeño, Hyung.Felix mordió su lengua después de decir esa palabra.
—Lo siento, olvidé que no le gusta.Le miró y sonrió.
—Es cerca, así que no se preocupe.Luego de cinco minutos de caminata Lee se detuvo.
—Aquí es Binnie, vamos.
Se dirigieron al parque que estaba al lado de ellos y el menor se tiró al suelo, riendo.
Chengbin no tardó en ponerse a su altura, mirándolo.Vió enseguida como en los lindos ojos color miel del otro chico se reflejaba la Luna llena.
La miraba con un toque de deseo, romanticismo, triztesa y soledad.
¿Por qué le compartía tantas emociones a un satélite, y no a una persona de verdad?
—Felix, ¿Por qué te gusta tanto la Luna?El nombrado le miró enseguida, entrelazando sus dedos con el largo pasto.
—Me gusta su luz, Hyung. Por adrmirala tanto, creo que me dará a una persona que me ilumine las noches cuando ella no está.El mayora acarició los dedos del pecoso.
—Ya veo.
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Me gusta su luz, Hyung [Changlix]❤
RomanceLe encantaba ese aire que recorría cada sección de su cuerpo esa noche. La luz de la Luna que se asomaba entre los árboles en plena primavera. Le parecía tan lindo, tan...Romántico... Le encantaría tener a una persona que calmara ese frío, que lo ab...