A uwu

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—Felix...

El menor, que tenía la mirada clavada en la sopa caliente lo miró.
—¿Sí?

Respondió con su hermosa sonrisa.
—No es por metiche, pero... Hoy querías ver la luna, ¿Verdad?

El rostro del pecoso se iluminó enseguida, suponiendo lo que iba a pasar.
—¡¿Vendrás conmigo?!

Su sonrisa se ensanchó.
—Lix, come tranquilo, y sí. Si no te molesta que vaya contigo iré.

Se escuchó el ruido metálico de la cuchara seguido del bowl de cerámica rodando en la mesa, mientras que unos brazos rodeaban el cuello de Changbin, que ahora yacía empapado de sopa.
—¡Felix! ¡Cuidado!

Cuando se intentó parar sintió un peso en su regazo mientras que el agarre en el cuello se afirmaba.

(Felix había pasado rápidamente por la mesa sin tirar nada, no se teletransportó :v)

—¿Lix?

Sintió como su hombro se humdecía, mientras las deliciosas (a la vista de Binnie) piernas del australiano se acomodaban, una a cada lado de su cadera.
Dejó escapar un suspiro largo, mientras se rendía ante el calor del menor y pasaba sus manos en su grácil cintura.
—Nunca nadie quizo ir conmigo.

Rió con pena.
—Gracias Hyung.

Otro suspiro.
—Ya te dije que no me dijeras Hyung.

Rodó los ojos.
Changbin se sorprendió al sentir una leve presión en sus labios, luego un pequeño movimiento y se sintió en las nubes. Los labios de Felix eran jodidamente suaves y el aroma a frutillas se sentía por la cercanía.
No fue más que un piquito, pero Changbin...
Oh, Changbin se sintió en el puto cielo.
—Mi padre me dijo que eso podía ser un agradecimiento para las personas que empezaba a querer. No a familiares, pero sí a gente que querías.

Le sonrió mostrando sus dientes. Luego la sonrisa se borró al ver a Seo tan quieto con cara como si un fantasma hubiera pasado delante de sus ojos.

Hay señor Jesús dame fuerzas para no comerme a este ilegal dulce.

—E-está bien. E-m toma la sopa que se va a enfriar.

Changbin aclaró su garganta mientras Lee volvía a su lugar.

—Pero tiré tu sopa.

Dijo después con un puchero.
—No te preocupes. ¿Me prestarías ropa? Así me baño y eso.

Felix asintió repetidas veces y se dirijió a las escaleras.
—El baño está arriba, al lado de mi cuarto.

Le sonrió.

—Gracias.





Seo siguió las indicaciones. Subió las escaleras, buscó el cuearto de Felix y al final encontró al baño. Lo único raro que pasó, es que Felix agarraba un par de todo:
Un par de buzos, un par de pantalones, un par de un par de medias, un par de bóxers.
Tal vez era para que se probara los dos.
Changbin suspiró.

Giró la perilla y logró entrar. Había una tina y una ducha. Se decidió por la ducha, era mas privada.
Se quitó la ropa y las puso en remojo en la pileta.
Luego de desnudarse por completo, entro en la pequeña ducha. (Voy a repetir ducha como quince veces ya que no sé como decirle de otra manera :"v)
Abrió la llave, y dejó que el agua pasara libremente por su cuerpo.

Buscó el shampoo, que yacía tirado en el piso.
—"Aroma vainilla"

Soltó una risa burlona. Era demasiado ridículo.

Sintió como la puerta del baño era abierta, cerró por completo la cortina mientras agudizaba sus oídos.
—¿Lix? ¿Trajiste la ropa?

La puerta fue cerrada devuelta.

Los pasos apenas se sentían, como si los pies de las personas fueran de algodón.
—¿Felix?

El ruido de la cortina abierta fue seguida por una cabecita en su pecho y unos delgados brazos rodeando su cintura.
—¡Baño juntos!

—¡¿Qué?!

El menor meneaba su cadera mientras reía.
—Lee Felix, ¿Qué mierda?

De la nada el cuerpo del pecoso estaba totalmente pegado al suyo.
—Fe..

Sentía que refregaba su cabecita en su cuello, tal cual como un gatito.

—¿Lix?

—Quedémosnos así, porfa.

Dijo con voz baja.
Changbin sentía que moría de vergüenza, sentía que sus mejillas explotarían.
—¿Qué piensas que estas haciendo?

Contestó aún sin corresponder el abrazo.
Joder, además de ridículo, inocente e idiota provocativo.
—Nunca me bañé con alguien como hace cualquier niño pequrño. Quiero bañarme contigo, Binnie.

Oh, mierda.

—Ya, Lee Felix, sepárate. No todo es así de fácil. No soy tu padre ni tu madre y tu no eres un nene de cuatro años. ¡No creas que yo sí! Tengo necesidades y que estés así frente mío no ayuda.

Lee hizo un puchero, ¿Por qué no quería? ¿Se le era incómodo?

Nunca hizo nada malo, ¿Verdad?

—Pero...

Ya, a la mierda el autocontrol.

—Pero nada Felix.

Seo lo tomó con fuerza de las mejillas y se acercó a centimetros de su boca.
—No hagas esto, ¿Okey? Me iré de la ducha.

—¡No!

Lloriqueó.
—Podemos... ¿Besarnos? Quiero saber si me quieres.

Me gusta su luz, Hyung   [Changlix]❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora