Todos vieron salir a los hermanos Uchiha junto al pequeño genin que seguía llorando en los brazos del varón.
Los amigos del Uzumaki sentían la impotencia quemar en sus venas, pero decidieron confiarles a su amigo.
Los adultos cercanos al rubio, lo supiera este o no, también estaban preocupados, pero lo disimulaban mejor que los genins.
- Él estará bien - Prometió Hikari acercándose a Shikamaru, pero hablando para todos los preocupados.
- Tío Naruto es muy importante para Kohana y Daisuke - Aseguró Himawari colocándose frente a su madre, estos asintieron sin dejar de mandar miradas preocupadas a la puerta por la que salieron los tres.
- Ustedes dos tienen que hablar, puede que Hana y Dai logren calmarlo, pero los va a necesitar - Murmuró Ryū solo para Tsunade y Jiraiya, estos asintieron y salieron por otra puerta.
Al cruzar la puerta se encontraron en una pequeña sala de estar amoblada con un sofá para tres personas, dos sillones individuales y una pequeña mesa ratonera. Se miraron a los ojos por unos segundos antes de tomar asiento en el sofá.
Permanecieron en silencio por varios minutos solo mirándose, pero Jiraiya, incapaz de seguir viendo el miedo y la tristeza en los ojos mieles de la rubia, la atrajo hacia sí en un abrazo. Tsunade por un momento se sorprendió de la repentina acción, pero rápidamente la sorpresa fue reemplazada por la tristeza y se aferró al contacto dejando salir las lágrimas que había retenido cuando Naruto había sido alejado de ellos.
- Shhh Tsuna... Estoy aquí, lo evitaremos, no me iré - El Sanin intentaba consolarla repartiendo suaves caricias por su espalda y cabello mientras susurraba a su oído.
- ¿Y sino podemos evitarlo? - Lloriqueo la sanin sin separarse.
- Esos niños están aquí para evitarlo - Fue lo único que dijo, intentando mantener la esperanza de un futuro en el que viviera.
- Si, tienes razón - La rubia suspiro y se separó un poco para poder verlo quedando ambos rostros a centímetros de distancia, los brazos de Jiraiya en la cintura de ella y los brazos de Tsunade alrededor del cuello de él.
Negro y miel se encontraron y ambos adultos quedaron mirándose fijamente, totalmente perdidos en la mirada del otro, su alrededor desapareciendo a cada segundo que permanecían en esa posición y olvidando por completo lo que había ocurrido del otro lado de esa salita.
- Deberíamos volver - Susurró Jiraiya casi hipnotizado por el hermoso color miel de los ojos de la rubia, todavía sin separarse de Tsunade, esta al oírlo hablar no pudo evitar bajar su vista a los labios entreabiertos del peliblanco haciéndolo sonreír.
- Si, creo que si - Susurró la Sanin con voz algo ronca, intercalando la vista entre los labios y los ojos del otro, este se estremeció casi imperceptiblemente ante el tono, pero la rubia no lo paso por alto y sonrió con leve presunción.
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Viendo Raps, el Futuro y el Pasado (Naruto)
RandomTípica historia de reaccionando a... Inspiración: @Hatake_Akari **** Historia con contenido LGBT como el resto de mis historias, sino te gustan las parejas homosexuales este no es un perfil que quieras ver o seguir, así que amablemente te pido que t...