⤫𝔼𝕣𝕣𝕠𝕣𝕖𝕤 𝕕𝕖𝕝 𝕡𝕒𝕤𝕒𝕕𝕠⤫

❾✨ 𝕍𝕖𝕣𝕤𝕒𝕥𝕚𝕝𝕚𝕕𝕒𝕕 ✨

Lo siento x no actualizar antes...

Uraraka ya había pasado por Yukiko y yo empezaba a notar los síntomas del estro pero Todoroki no estaba se había ido a comprar algo a una farmacia, no le había dicho que era con precisión pero sí a donde iba, suspiró, iba a darle un sorbo a su café cuando escuchó un grito  en la calle, lo único que pudo pensar  fue: villanos.
Se puso su traje verde con franjas blancas y salió por la ventana, sabía que era un riesgo salir en su celo pero tenía que ayudar, era el deber de un héroe y claro al ser el número uno se tenía que esforzar el doble, lo único que no esperaba era que el, o mejor dicho la, villana que estaba haciendo de las suyas fuera.—Izu.—Saludó con alegría la chica.—Toga.—Gruñó, ver ahí a su violadora no fue lo mejor que le podía pasar, se acerco a Toga lo mas que pudo, le temblaban las rodillas y su celo no era de ayuda, asestó el primer golpe, falló por poco pero  no se podía quedar así, activó su quirk y comenzó a asestar cada vez mas golpes, Toga logró clavarle el cuchillo mas de cuatro veces pero al final Izuku la venció, no pudo impedir que se escapara.

 En ese momento un alfa iba caminando de regreso a casa, había ido a comprar pastillas para evitar embarazos, no era por que no quisiera otro hijo sino que creía que apenas se estaban acostumbrando a tener una hija y que seria peligroso e irresponsable tener otro cachorro en ese momento,  al ser un alfa marcado y solo poder percibir el aroma de su pareja e hijos se volvía muy sensible a cualquier pequeño rastro de aroma  así que pudo reconocer el olor a sangre humana en el asfalto, no hizo mucho caso a esto ya que en esa zona era común que ocurrieran accidentes, cuando iba a abrir la puerta notó que una de las ventanas estaba abierta,  era la de la sala, la cual casi siempre estaba cerrada, entró, se quitó los zapatos y se dirigió a la habitación que compartía con su amado Izuku, al entrar vio a su omega esconder algo rápidamente debajo de la cama matrimonial que compartían

—Hola amor ¿todo bien?.—Cuestionó intrigado al ver que el omega traía puesto el traje de héroe.—Hola sí todo perfecto.—Contestó nervioso.—¿Lo prometes?.—Quizo asegurarse, no podía evitar desconfiar de su omega mas que nada porque la mayoría de las veces este le mentía sobre si estaba bien o no, se acercó y tomó el hombro de su pareja enseguida el aroma de este se volvió  amargo, miedo a eso olía, la mirada del alfa se volvió mas directa y cautelosa, olfateó al menor que no reaccionó, notó un leve olor a  alfa hembra, ese olor solo lo podía olfatear por el hecho de que estaba sobre su pareja, le recordaba la sangre y la cara de terror de su amado omega, no le agrado para nada.—Izu ¿de quién es ese aroma que traes pegado encima?.—Preguntó en un tono calmo.—Es de-de ¡nadie!.—Respondió el peli verde.—Hum, que extraño, ¿crees que me engañas? izu ¿qué escondiste? y ¿por qué?.—Preguntó.—No hay razones, yo...—Shōto suspiró.—¿Necesito volver a las normas anteriores mi amor?.—Cuestionó.—¡No!.—Gritó Izuku.—Entonces tendré que revisar que no tengas heridas.—

Al notar que su alfa no estaba bromeando y que si se negaba traería mas problemas, comenzó a quitarse la ropa, seguía en celo lo cual ayudaba a que se sintiera excitado, cosa que por supuesto no paso desapercibida al mayor, lentamente retiró completamente la parte de arriba de su traje de super héroe dejando que se vieran las vendas ensangrentadas que se acababa de aplicar, las manos comenzaban a temblarle, su instinto omega lo estaba haciendo sentirse culpable y las feromonas de su alfa no ayudaban se notaba a leguas de distancia que estaba enfadado, las lagrimas comenzaron a surcarle las mejillas, con las manos temblorosas intento quitarse las vendas para dejar que su alfa viera las heridas, pero este lo detuvo.

—Vale vamos a curar esas heridas.—Le beso tiernamente los labios para que su adorable omega notara que ya no estaba enfadado solo un poco preocupado, el omega le mostró a su alfa el cuello en símbolo de sumisión, el mayor sonrío se acerco aun mas y remarco la marca que sabía duraría eternamente.