Capítulo 21 | Recuerdos Perdidos.

3K 212 57
                                    


Narrador Omnisciente.


En una habitación blanca yacía una pelinegra dormida, debido a la destrucción que había provocado en el campo de batalla.
Tsumi Ishida, se encontraba en la habitación tomando nota de los otros pacientes que estaban acostados en camillas, en el hospital de su propia aldea.

Así es, Nozomi estaba en Kumogakure; en donde entrenó de niña juntó a su Maestro Shiro.

Había pasado dos meses, y el vientre de Nozomi tenía un bulto. Ni nada grande, ni nada pequeño.
Estaba en su tercer mes de embarazo.
Aunque ella todavía no despertaba, se alimentaba a través de un tubo inyectado a su brazo. Tsumi hizo de todo para que la Uchiha no muriera. Había traspasado la mitad de su chakra al cuerpo de la persona que más le importaba en su vida.
Y no se arrepintió de ello.

Cuando había llegado al hospital, lo primero que hizo fue leer libro tras libro para informarse más sobre ese tipo de casos. Si bien se había dicho que Ishida estaba al nivel de Tsunade Senju, no podía fallar pero, siempre trataba con pacientes con heridas físicas, entre otras.

Se podría decir que nunca trató con personas en coma, porque el porcentaje de casos en su aldea, era un diez por ciento. Y si había casos de este tipo, a ella no le encargaban de tratarlo, ya que profesionalmente trabaja en lo físico. Y es por esto que, ni bien dió un paso a su aldea, no tardó en ir a la biblioteca y buscar libros de psicología. Lógico que si una persona se despertara del coma, pueda tener la mente confundida

Por otro lado...
La guerra había terminado hace poco.
Sasuke Uchiha había ayudado en la guerra y eso fue una novedad en el momento, pues, nadie se esperaba a que apareciera así de la nada.
Luego de eso, tuvo una pelea con Naruto donde perdió el brazo derecho. Digamos que, se había vuelto "bueno", y su fachada de asesino quedó en su pasado. Lo descalificaron de criminal. Pero no todo fue rosa; pasó semanas encerrado en una celda, por las cosas terribles que había hecho.

Actualmente sigue en libertad. Decidió viajar por el mundo y así fue. No tenía ningún propósito. Ahora podría pasear por naciones sin tener el riesgo de atraparlo.
En cuanto a su aspecto, no había cambiado en nada; a excepción del atuendo, que vestía con un poncho marrón claro, con el propósito de cubrir el brazo que le falta. Su estilo de cabello había cambiado, pues a crecido un poco más de lo que se dejaba crecer.

La concentración de Tsumi en aquella libreta médica desvaneció al ver como el cuerpo de la Uchiha se movía. Emitía quejidos, debido a que estuvo dos meses acostada sin moverse.

Rápidamente, dejó la libreta en la pequeña mesa, se levantó de su silla y se acercó a ella. La tomó de las manos, y empezó hablarle para que pudiera abrir los ojos. Y así fue, como si ella hubiera escuchado su petición.

Los orbes negros de la pelinegra se abrieron de una forma vaga, debido a la luz natural que entraba por la ventana. Se completaron de abrir, y lo primero que vió fue a Tsumi que la veía con una sonrisa y lágrimas de felicidad. Y sin permiso alguno, la abrazó tomando por sorpresa a la pelinegra. No correspondió a su abrazo pero tampoco se negó, solo se mantenía quieta.

- No sabes...no sabes lo preocupada que me tuviste - lloriqueando, sacándose la lágrimas -. Estoy feliz de que hayas despertado, me has iluminado el día - se separa y se pone de cuclillas para estar a la misma altura de ella (no hay que olvidar que ambas tienen diferencia de edad y estatura).

- Gracias...supongo - habló por primera vez, con un tono extraño por las palabras de la doctora. Aún no había recuperado el conocimiento o eso es lo que parecía -. Por cierto...¿tú eres la doctora?

𝗡𝗼𝘇𝗼𝗺𝗶 𝗨𝗰𝗵𝗶𝗵𝗮 ; 𝗡𝗮𝗿𝘂𝘁𝗼. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora