Capítulo 3

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Mi reloj daban las 10 de la mañana y era oficial. Al menos por hoy estaba harta, no lo soportaba más, quería irme de ese lugar porque realmente no toleraba a nadie. Abril me vio ir al baño y me siguió, cuando entré cerré la puerta y me miré en el espejo, mi cara lo decía todo, el cansancio estaba escrito con mayúsculas en mi frente.

-Lou de verdad no te ves bien...- Esta mujer me sacó de mis pensamientos de un susto.

-¡HEY! , me asustaste...yo, perdón realmente no me encuentro bien  quiero ir a casa y dormir hasta septiembre-

-Te perderías del recital que es dentro de muy poco con esa decisión , ¿no?-

-AH TENES RAZÓN, pero es que (golpeo el lavamanos) realmente no tengo paciencia para nada, y no quiero tratarte mal.

-Ah cállaate, nos conocemos mejor que nadie. No importa que digas voy  entender que es por tu mal humor y no porque de verdad estés enojada por algo.

-Ya te dije lo mucho que te am..-

- ¡YA! ¡YA! no quiero vomitar jajajaja- Es tan fría como el trasero de un maldito pingüino.

Salimos del baño y mientras la golpeaba y reíamos, se nos acerca el gerente de la librería 

-Chicas, disculpen que interrumpa su arduo trabajo...( levanta una ceja), pero necesito que me sigan a la oficina.- Genial, lo único que nos faltaba. Ya nos van a echar


Llegamos y ni bien nos sentamos dentro del gran despacho, ambas nos miramos con caras extrañadas, en todo este tiempo no habíamos hecho merito para ser desempleadas.

-Abril, Cosette... hace ya dos meses, casi tres, que trabajan para nosotros. Y son extremadamente, ruidosas, sus risas suenan por todos los estantes, son un poco flojas... No creyeron que en el 2do piso no hay cámaras, verdad? cualquiera que haga un seguimiento de las dos sabría que hicieron un plan para que una duerma una siesta y la otra trabaje por ambas por una hora o dos ( ¿mierda tan obvias eramos? ) también sabemos que tiene su propio estante donde guardan sándwiches y papas.- Parecía que todo lo dijo sin respirar... nosotras ya estábamos muertas, nada más no nos avisaron.

 -Lo sentimos mucho, realmente.- Dijo Abril bajando la cabeza, esta mujer actúa mejor que yo.

-Eso es otra cosa, NUNCA SABEMOS CON CUAL DE LAS DOS HABLAMOS CUANDO LLAMAMOS, y siempre hablan en plural, hasta cuando no están juntas!.-

- De verdad lo sentim... lo siento-  Ambas queríamos explotar de risa, nos estaban despidiendo a la vez de nuestro primer empleo. Y pensábamos solo en salir, tomarnos un helado y reírnos de esto todo lo que quedaba del día, podría decirse que mi humor volvía, inexplicablemente.

-Sin embargo,esta librería se ganó el respeto de la ciudad por ser la más grande y completa...y las mas aburrida también, pero gracias a ustedes tiene más color. Tanto para los demás empleados como para los clientes. Por eso en muestra de confianza les tengo un pequeño pedido que debe hacerse hoy mismo y de manera privada.- alzó su ceja como invitándonos a preguntar más.

- Disculpe señor ¿de que se trata?- Dijo Abril intrigada.

-Primero que nada, díganme si les interesaría hacerme ese favor.- Parecía divertido y emocionado.

-¡Claro!, creo que hablo por ambas cuando digo que nos gustaría muchísimo- Dije sin más

-Bien les daré los detalles después, solo puedo darle un poco de información ya que es muy delicado, les traje a ambas una lista de libros que acomodarán en una caja cuidadosamente, estas obras serán retiradas dentro de un rato y es necesario que ambas estén aquí.  Ya que la persona que los retire trabajará con ustedes una semana desde hoy.- 

Reyes del DramaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora