Un Amor Inolvidable

CAPITULO III. "Venganza incomoda

En la biblioteca…

Max se encontraba en la  biblioteca leyendo uno de sus libros favoritos llamado "El arte de amar" del psicólogo, socialista, filósofo y humanista alemán Erich fromm, un libro que tuvo la oportunidad de comprar mientras estuvo en Londres con su padre y el cual lo ha dejado fascinado a medida que lo va leyendo. Max no es un chico muy cariñoso y afectuoso con las personas, de hecho es bastante reservado con sus sentimientos y hay momentos donde le cuesta mucho demostrar afecto incluso a su familia, razón por la cual sus amigos aveces pensaban que tenía un corazón frío y debido a esto ellos tomaron la idea de ser mucho mas cariñoso, afectuoso y hacerle típicas y pesadas bromas para que de poco a poco fuera soltando esos sentimientos que tenía guardado y no dejaba salir con facilidad. Aún así, sus amigos lo querían tal como era y siempre estaban con el cuando lo necesitaba.

Max estaba inmerso en su lectura esperando a que pasara el tiempo para ir a almorzar con sus amigos luego de su práctica de futbol. Cuando de pronto recibe un mensaje de  Mateo diciendo que si pasaría por su mochila que había dejado olvidada en los vestidores del campo de práctica.
Sin duda Max no se negó respondiendole que si iría a rocogerla , tomo sus cosas y coloco el libro que tenia dentro de su mochila para marcharse a los vestidores y buscar el objeto que había dejado su amigo.
Fue sin ninguna preocupación en busca de la mochila de Mateo, sin saber que se llevaría una sexy pero irritante sorpresa al entrar  y encontrarse con la persona que desde un inicio lo ha fastidiado ( Alex).

-hola, hay alguien aquí. Estoy buscando la mochila de mi amigo Mateo, podrían ayudarme- hablaba mientras buscaba por los rincones de los vestidores una persona que lo ayudase

A simple vista el lugar estaba hecho un desastre, toallas, camisetas y calcetines tirados por todas partes, algunas de ellas aún sudadas y mojadas dentro de los gabinetes, incluso los balones tirados y amontonados en el piso.

Para Max era un completo desastre ya que al ser muy organizado y fanatico de la limpieza; al ver todas las cosas tiradas y desordenadas, sentía repulsión observar la falta de higiene en ese lugar.

-Hay Mateo, idiota y sucio. Donde habrás dejado esa tonta mochila-decia aún buscándola por los alrededores

-Yo podría ayudarte a buscarla si tu deseas- escucho Max una voz que le parecía conocida en los lados de las duchas. Así que se dirigió hacia allá y al entrar se llevó una gran sorpresa.

Esa persona que le había hablado era ni más ni menos que Alex, quien se encontraba aún en toalla, al parecer acabado de salir del baño debido a que se le notaba por su cabello corto aún mojado y el agua que aún le recorría por las partes visibles en su tonificado y sexy cuerpo.

- ¿Qué haces aquí Max? Acaso me estás buscando- le preguntó con una mirada pervertida sujetando su toalla con su mano derecha

- ¿Que? Por supuesto que no. Quien podría buscarte a ti, presumido- respondió con desagrado volteando su mirada

-Mmmmm bueno, si tu deseas te puedo ayudar a buscar la mochila de tu amigo. Sólo, si vienes y te das una ducha conmigo. Te aseguro que no te arrepentirás- le propuso acercándose más y más sin quitarle la mirada de encima

-Ridiculo, eso ni soñarlo. Prefería bañarme con vidrios rotos que hacerlo contigo. Imbécil- respondió enojado

Alex no podía apartar ni por un segundo la mirada hacia Max. Desde un inicio ese fue su plan y tal como espero cayó en su trampa.

- ¿qué tanto me ves? Deja de verme de esa manera, mejor me iré de aqui- dijo con una mirada de desprecio dándole la espalda para marcharse

-tu no te vas a ningún lado- le dijo Alex empujándolo contra la pared y agarrando sus brazos con fuerza para que no pudiera liberarse