cap 3. es permitido llorar..?

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Después del enfrentamiento que tuve con P'arthit, me dirigí al dormitorio. Tenía tanta rabia que no me percate en que momento había llegado a la puerta, o cuando la abrí y la cerré tras de mí.
Para cuando levante la mirada y miré a mi alrededor estaba allí, solo, en una habitación oscura, tan fría como nunca antes la había sentido, sintiéndome pequeño, como un pequeño cachorro con miedo a todo.

Contra la dura pared hecho un ovillo, sintiendo mis lágrimas correr por mis mejillas mientras trataba de abrazarme tan fuerte como pudiera a mí mismo, sujetando fuerte mis piernas contra mi pecho.
No grité, no quería arriesgarme a ser escuchado, que supieran que enrealidad era alguien débil.
Mordí mi labio tan fuerte como pude , con temor a que un sollozó escapara de mi boca, solo era yo y mi dolor através de mis lágrimas.
No se cuento tiempo estuve tirado en el suelo, quizás minutos, quizás horas, no lo se, lo que sí sé es que duele, duele malditamente.

Le prometí hacerlo odiarme aun más y lo pienso cumplir. Si tanto asco me tiene entonces tendrá que lidiar con el.
Con ese pensamiento en la cabeza me levanté del frío suelo para tratar de descansar un poco, aún no era fin de semana, por lo que aún tenía que ir mañana a la universidad. El reloj marcaba las tres de la mañana, tenía que irme a dormir con un corazón herido, con un dolor de cabeza horrible y los más seguro con un labio partido por la presión ejercida en el.

Afortunadamente no desperté tarde, pero lo que si tenía era los ojos rojos e hinchados prueba de la agitada noche que tuve.

Me dirigí a la universidad con el propósito en mente de evitar a arthit en lo más posible, no quiero que me vea, que se de cuenta de lo que logró conseguir, eso sería un punto más a su favor y no pienso complacerlo en eso.

Por suerte la mañana paso tranquila, a la hora de receso me aisle en algún lado de la biblioteca. M había tratado de preguntar que andaba mal conmigo. Sé que está preocupado por mí, pero es un tema del que no quiero hablar ahora, no por el momento, por lo que lo evadi logrando zafarme del tema.

Salí de mis pensamientos en cuanto sentí que me tiraban de la camisa. M es sin duda un gran amigo, siempre ha estado ahí con migo, incluso cuando se enteró que me gustaban los hombres nunca me juzgó . Él siempre se preocupa por mí, sé que está preocupado.

- Kong... Vamos.

- oh... Sí, si vamos.

Caminamos en total silencio hasta los dormitorios, M vive en el mismo edificio, así que siempre nos acompañamos de regreso.
Cuando llegue a la puerta me despedí rápidamente y procedí a sacar las llaves para abrir, pero su mano en mi brazo me lo impidió, sabía para que era, pero estoy muy cansado para contarle mis problemas.

- M ahora no quie...

- ¡Kong maldita sea! No has dicho una palabra en todo el día. ¿Cómo quieres que no me preocupe?

-_....

- al menos dime. Es por P'arthit verdad?... Sabes que puedes confiar en mí...

- lo sé, lo sé. Solo...estoy cansado.

M se quedó mirándome fijamente, sentí que estaba tratando de saber que pasaba através de mis ojos. De un momento a otro empezó a acercarse hasta quedar muy cerca a mi rostro. Empecé a sentirme incomodo, aún más cuando su rostro estaba tan serio, concentrado únicamente que en mi mirada. Y entonces relajo su rostro y con ello poso su mano en mi mejilla, ocasionando por reflejo que yo retrocediera al instante. Aún con su mano en mi mejilla y una leve caricia con su pulgar, hablo con voz suave.

- kong, eres mi mejor amigo. No puedo no preocuparme por ti.

- estoy bien.

Le di una pequeña sonrisa, seguido de quitar su mano de mi rostro. Luego de convencerlo un poco de que luego hablaríamos y recibir un asentamiento no tan seguro, M se alejó y yo entre al apartamento.
Había olvidado otra ves comprar algo de comer, pero igual tampoco tenía hambre.

Después de haber tomado una ducha, me tiré a la cama dispuesto a dejarme llevar por el sueño, tenía que descansar. Ya había llorado lo suficiente. Mañana sería un día nuevo y con ello nuevas cosas, porque a partir de mañana todo va a cambiar, la relación entre mi senior y yo hiva a dar un gran giró.

A un paso de amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora