Soy parte de ti ~ Shadonic

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En los siguientes días, Sonic había cambiado mucho de actitud y se le notaba muy feliz que incluso Verena ya no se tenía que estar preocupando en levantarlo para irse a la escuela o que él tenía que ir a trabajar.

Estaban en la universidad y, al finalizar las clases, ambos erizos usaron el camión para irse a su departamento.

– ¿Ya vas a decirme que es lo que sucede? – Miró a su amigo, él tan solo la miró confundido – Has estado muy feliz estos días, ¿Qué sucede? – Sonreía curiosa.

– Bueno... Digamos que estoy conociendo a alguien. – Sonrió al recordar a cierto erizo – Lo conocí hace unos días durante el trabajo... Su nombre es Shadow.

– ¿Qué? – Sonrió sorprendida - ¿En verdad?

– Si, va a visitarme a mi trabajo. – Se le veía muy feliz al hablar del moreno.

– ¡Eso es fantástico! – Lo abrazó muy feliz – Ya podré tener un cuñado oficial. – Ambos se separaron del abrazo – ¿Y a qué se dedica? ¿Qué edad tiene?

– Oh eh... – Se rascó la nuca, nunca le había preguntado nada – No lo sé... Ni siquiera le he pedido su número...

– Los nervios te ganan. – Rió un poco – Asegúrate de preguntarle todo eso cuando lo veas. Estoy muy feliz por ti. – Besó la mejilla del azulado – Extrañaba verte de esta manera ¿Sabes?... No has sido el mismo desde Scourge y desde tu operación.

Sonic tan solo suspiró un poco. Scourge había sido un gran amor para él que termino siendo una farsa porque Scourge lo había engañado con otro y se había vuelto un poco más cerrado y después de su operación volvió a cambiar por completo, habiendo un gran conflicto con su padre y en la única en quien confiaba totalmente era en Verena.

En la noche, Verena había regresado de tu trabajo, era viernes y solía salir un poco más tarde. Al entrar al departamento, escuchó ruido en la cocina, eso la alertó y caminó hacia la cocina. Al llegar se sorprendió bastante.

– ¿Sonic? ¿Qué haces aquí? – Sonrió confundida.

– También vivo aquí... – Dijo mirándola mientras tenía un bocado en la boca.

– Es viernes por la noche ¿Qué haces aquí? A estas horas están en algún bar embriagándote y coqueteando con alguien. – Entró a la cocina y se sirvió un vaso con jugo.

– Desde que conocí a Shadow ya no he tenido la necesidad de coquetear y coger con cualquier tipo que se me ponga enfrente... ¿Eso es bueno?

– Claro que lo es. – Sonrió.

– Uff, menos mal. – Rió un poco – Y dime, ¿Qué es lo que haces cuando yo no estoy?

– Solo miró televisión o pongo algo de música mientras estoy cenando.

– No vayas a cansarte de tanto divertirte.

Ambos rieron.

Al día siguiente, Sonic ya estaba en su trabajo y tan solo esperaba a que Shadow llegara, él no tenía una hora específica de llegada, pero nunca le fallaba.

– Estoy impresionada. – Dijo la coneja acercándose al erizo que estaba acomodando las cosas en un anaquel. – Esta semana has estado llegando temprano, minutos antes que yo ¿Quieres algo acaso?

– ¿Qué? No, no, para nada. Solo que he querido cambiar ya mi actitud, has puesto toda su confianza en mí y ya no quiero fallarte. – Miró a la coneja y esta le acarició la mejilla con ternura.

– Te agradezco tanto que seas así. – Sonrió.

Emily continuó con su trabajo, Sonic escuchó que alguien tocaba desde la ventana y volteo para ver a Shadow. No dudo en nada y salió para estar un rato con él.

– ¿Qué tal el trabajo? – Preguntó el moreno mientras ambos se sentaban en la banca que estaba a fuera del negocio.

– Por ahora marcha tranquilo. – Sonrió – ¿Tú a qué te dedicas?

– Trabajo en el almacén del centro comercial. Estoy en el turno de la noche y debo decir que no pagan nada mal en ese turno.

– Puede que en alguna noche vaya a visitarte. – Sonrió con gentileza.

– Espero con ansias por ahí. – Lo miró con una ligera sonrisa y el azulado no pudo evitar que sus mejillas se pusieran un poco rojas – Creo que debes volver al trabajo o tu jefa te matará. – Rieron un poco y se pusieron de pie – Te veo pronto, azul.

– Adiós. – Sonrió y entró nuevamente al negocio.

Le gustaba sentir nuevamente ese sentimiento y ese bienestar, el estar con Shadow le brindaba seguridad y felicidad, hasta sentía que Shadow lo entendía en cierto modo.