6

1.6K 171 89
                                    

Verena había terminado de bañarse y ya se había puesto su ropa para irse a la escuela, pero antes debía preparar el desayuno de ambos.

Caminó hasta llegar al comedor y se encontró una gran sorpresa, en la mesa ya estaba el desayuno servido, tan solo frunció el ceño muy confundida aun que no podía negar que la comida olía muy rico.


– Se ve rico ¿No? – Preguntó el azulado acercándose quedando a lado de la eriza blanca, ella tan solo rió un poco arqueando una ceja.

– ¿Tú lo hiciste? ¿Todo?

– ¿Crees que por ser yo, no sé cocinar? – Respondió defendiéndose, la eriza blanca tan solo rió un poco sentándose en su silla.

– Ya dime, ¿Qué es lo que hiciste? – Se cruzó de brazos mirando al azulado de forma divertida.

– ¿Yo? ¿Hacer algo? – Se auto señaló mientras se sentaba – Te juro que esta vez no rompí nada tuyo y tampoco busco que me ayudes en ningún lío. Hice este desayuno porque hoy es tu día. – Sonrió feliz.

– No estoy segura de lograrlo... – Respondió con desanimo.

– Estás siendo pesimista y créeme que se escucha raro proviniendo de ti. – La miró con atención por un momento hasta que de su mochila sacó la figura del dragón – Esto te lo da Emily. – Dijo sonriendo, la eriza blanca al ver la figura no pudo evitar sorprenderse muy feliz y tomarlo de inmediato.

– ¡Está hermoso! – Miraba detalladamente la figura del dragón – Antes de irme a la audición iré a verla y agradecerle este lindo detalle. – Decía sin dejar de sonreír.


Durante todo el día, Sonic se la pasaba animando a Verena e incluso le ayudaba a ensayar su canción con la que ella adicionaría. Había momentos en los que ella se sentía con mucho entusiasmo, pero otros momentos en los que dudaba de sí misma.


Al salir de la escuela, se fue con Sonic a su trabajo para visitar un rato a Emily. Obviamente Emily seguía festejando, su comportamiento divertía en cierto punto a Verena y eso la ayudaba para motivarse en irse a audicionar.


– Después de que ese día te fuiste, él dejó caer una caja que contenía figuras de vidrio. – Contaba la coneja, la eriza blanca reía y el azulado solo negaba con la cabeza sonriendo.

– ¿Amas dejarme en ridículo? – Cuestionó el azulado riéndose.

– Tanto como tú amas llegar ebrio a trabajar. – Levantó las cejas.

– Ya no he llegado ebrio. – Se defendió – Ni siquiera he llevado chicos al departamento. Ya dejé eso atrás. – Esta vez su voz sonó un poco triste al recordar a cierto erizo. Su mejor amiga lo miró y de inmediato cambió de tema.

– ¿Las ventas han aumentado, Emily? – Miró a la coneja.

– Si, gracias a este grandioso chico. – Miró sonriente al azulado y miró a la eriza blanca – Fue su idea en que repartiéramos volantes del negocio y eso aumentó en clientes y ganancias.

– Fue todo un placer. – Respondió el azulado.

– Él siempre tiene ideas para todo. – Mencionó la eriza blanca y miró la hora en su celular – Debo irme ya, en 20 minutos comienza. – Se puso de pie tomando su mochila.


No demoró en despedirse y salió del negocio dejando solos a Emily y a Sonic. El azulado decidió quedarse un rato más con su jefa para acompañarle durante la tarde.

Soy parte de ti ~ ShadonicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora