Ojala fuera facil

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El día transcurrió con naturalidad, Alicia tenía una tendencia por asustar e intimidar a todos era Alicia... como solía decir Raquel. Aunque en un principio la pelirroja podía asustar a cualquiera y ser atacado por sus sarcasmos solo bastaba un "siéntate Alicia" o "venga ya, Alicia" por parte de Raquel para amenizar los regaños.

—Mira quien viene ahí, Suárez. Es menos pesado que Ángel. Pero creo que le gustas — murmuró la pelirroja

— y tú le gustas a Gandía — agregó la castaña con un poco de veneno

— ¡Ay por dios Raquel! — gritó — No es mi tipo. —murmuró eso al final. — aparte andaba tras una amiga tuya. La tal Monica. — hizo una mueca.

— yo digo que... —

— Cenemos con Paula esta noche. — interrumpió Alicia. — quiero pedirle tu mano a tu hija primero. Es importante. — Raquel no sabía que contestar ante eso, si bien estaban planeándolo, el hecho de meter a su hija lo hacia cada vez más serio.

— Vale, pero... no en donde tú acostumbras algo más para ella. — Raquel miró a Alicia como dando a entender que lugar

— No, ni de coña entraré a un lugar infestado de niños y música infantil — negó con su cabeza y su mano. — pasó, cenamos en tu casa. — añadió

—¿estas consciente que casarte conmigo es tener fiestas infantiles e ir a la escuela a junta de padres? —pregunto con curiosidad

—Iras tu, yo me quedo con Paula en el coche, comiendo chuches y escuchando rock pesado — ni siquiera la miro ante esa respuesta seguía concentrada en los expedientes que llegaron. — Adivina que... este caso es sobre una familia gay... ¿lista mi amor para actuar cuanto me amas en estos lugares?

Alicia... no me hagas reventarte la frente en estas carpetas ¿que mierda buscas? — dijo Raquel quitándole algunas carpetas.

En teoría, Suárez, asegura que la niña secuestrada, tenia a su madre biológica en la cárcel y salió apenas dos meses. Así que busco saber si firmo sus papeles o no. — se encogió de hombros — ¿cada cuando se firman?

Cada mes, Dios mío Alicia eres un genio. La madre no ah firmado nada — añadió Raquel enseñando la hoja que sostenía en su mano.

Me llevo toda la mañana buscar esa puta hoja y tú en un segundo. — se la arrebató de las manos. — pero son todos unos gilipollas, no dejo dirección de localización.

No dejo porque vivía en estancia federal. Mira los sellos de estas hojas. — bufo Raquel — por eso su hija estaba en acogida con la señora Paulina y su esposa. — se quitó el suéter, dando un largo trago al café de Alicia.

—Pero que te pasa pava... ese es mi café—

— Calla, que en menos de dos semanas, lo tuyo será mío y lo mío... también será mío. — agregó Raquel poniéndose en pie para caminar a la salida

— ¿que no me merezco aunque sea algo de respeto? —

— No—

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La tarde resultó normal, aunque con más pistas en su caso, Alicia y Raquel daban por terminada la jornada laboral, cada una conducía en su coche con dirección a casa de Raquel, donde Paula esperaba junto a su niñera. Al llegar la niñera se despidió no sin barrer descaradamente a Alicia, eso no parecía importarle a la pelirroja, pero Raquel no dejo de preocuparle aquello.

Mira que la niñera de Paula, no te dejaba de comer con la mirada — agregó Raquel poniendo la mesa. — y no dejo de pensar que hamburguesas no es comida para Paula.

¿A si? No es mi tipo, es colegiala apenas. — agregó Alicia sin despegar su cara del móvil, a veces se tomaba una que otra selfie pero parecía no gustarle y volvía a repetir. — estamos celebrando, Paula lo merece.

Hola... Tía Alicia... — agregó la pequeña quien entraba a la cocina. — ¿que hacéis tú y mami?

Hola princesa, venga tomemos una foto las dos, para colgarla en Instagram. — agregó Alicia — y mami y yo... te tenemos una sorpresa. Te va a encantar.

Dejen de ser niñas las dos y vengan a la mesa. — Agregó Raquel caminando a la mesa — si.. princesa, más que sorpresa es un cambio para las dos.

Nos vamos a casar — dijo Alicia, quien caminaba detrás de Raquel con una copa de tinto en la mano. La mirada de Paula era confusa mientras que la mirada de Raquel, era un "quiero matarte pelirroja idiota".

¿Como? ¿Las dos son novias? — preguntó Paula— ¿tendré dos mamás? — volvió a decir la niña quien parecía prosear esa información, con una mordida a su hamburguesa. — pero mami, yo te eh escuchado decir que mi tía cambia de novios como de calzones. Y yo me cambio mi ropa interior todos los días y me imagino que la tía igual.

Aquello hizo que Alicia se molestara. Mirando ahora ella a una Raquel que trataba de esconderse en su copa de vino. — ¿Enserio...? Más de 3 veces al día cariño si las vengo cambiando, pero no es para tanto. Pero tú mamá me pidió que me casara con ella, llorando, que era la pelirroja de su vida y que me escondería los  calzones para no...

Alicia... — la regañó Raquel. — No... no le mientas a Paula, no le mintamos.. tú me pediste que me casara contigo a las 3 de la mañana. ¿Te acuerdas Paula?— volteó Raquel, a mirar a su hija. — vino aquí porque no soportaba ese amor que dice tenerme... a pedirme que me casara con ella. Porque no soportaba un minuto más sin mi.

¿AH SI? Tú te pusiste celosa de la niñera... — Agregó Alicia— hasta dijiste que me miraba como si me comiera.

Ya veo que si son novias — añadió Paula divertida — entonces seremos las tres ¿desde cuando andan? ¿Porque no me lo decían?  Ya decía yo... no es normal. Que mi tía llame a mi mami borracha o que le de masajes en la espalda. — empezó a reír Paula — ¡que guay! Tendré dos mamás. Que son policías. Podré asustar al niño que le gusto en el cole, para que me deje ...

No... nada de asustar gente con... oye que horrible para el chaval tener dos suegras. — agregó Alicia. — pero venga, me alegra que te emocione que me case con tu mamá, a tu mamá le emociona, estaba nerviosa porque no me aceptaras. Temia que se colgará con sus grandes brass en el baño. — Alicia y Paula Rieron.

Ya dejemos la ropa interior en otra conversación y comamos.. pero antes.. no están tan grandes.. — bufo enojada Raquel.

Hasta que el trabajo nos separe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora