KiriTodo week 2020

Día 1

Día 1: AU de magia

    —Hey, ¿que haces aquí? —recuerda como aquella vez la sorpresa de escuchar a alguien le paralizo y no pudo moverse pese a que estaba asustado, las pisadas sobre las hojas que antes no noto se aproximaban con velocidad y antes de reaccionar unas manos acunaban sus manchadas mejillas y levantaban su lloroso rostro— ¡Estás herido!

    Aquel extraño niño de cabello mitad rojo y mitad blanco miró en todas direcciones antes de arrastrarlo tras unos frondosos árboles para que se ocultaran juntos, con voz tranquila apaciguó sus lloriqueos, con una mano apartaba los negros cabellos que se pegaban a su frente y con un pañuelo limpio un poco de la sangre que no se detenía sobre su ojo derecho, todo era una horrible sensación para el niño que entonces era. Y entonces noto como el otro chico acerco su mano derecha a su ojo y el dolor desapareció e incluso dejó de sentir el corte que momentos antes se había hecho jugando. Las últimas lágrimas que retenían sus ojos cayeron y aliviado abrazo al niño repitiendo una y mil gracias.

    —¿Ya estas bien? —preguntó apartando un poco al pequeño de cabello oscuro— Hay que limpiar esto —algo más hizo, algo que en ese momento no entendió y las manchas sobre su ropa desaparecieron lo suficiente para no parecer sangre e igual termino de limpiar su rostro que con una pura y deslumbrante mirada carmín lo miraba agradecido.
    —Muchas gracias, eso fue increíble —mostró una enorme sonrisa haciendo notar una peculiar dentadura llena de colmillos, sonrisa que cambió por una mueca de preocupación al enfocarse en el rostro de su salvador como un vendaje que cubría su ojo izquierdo y del otro una mirada vacía de cualquier emoción o sentimiento— pero ¿tú estás bien? yo no puedo hacer nada sorprendente pero si puedo hacer algo para ayudarte dímelo.

    Entonces no estaba seguro pero sabía que sus palabras habían causado algo dentro de eso chico, como si hubiese esperado mucho por escuchar algo así, puesto que su inexpresivo rostro mostraba una leve mueca de felicidad y esperanza.

    —Quisiera un amigo.

    Un estremecimiento recorrió su cuerpo y nuevas lágrimas quisieron salir, la voz del niño parecía monótona, como casi todas sus palabras dichas antes, pero algo en la petición le transmitía el deseo de alejar todo sufrimiento y soledad que agobiaba su corazón.

    —¡Por supuesto!

    Por el resto de la tarde y desde entonces cada día se encontraban en ese rincón apartado del gran parque, donde con el tiempo se contaron de todo, de sus vidas, el de cabellos bicolor le contó el secreto de su familia y le mostraba lo que con algo de su magia podría hacer para ambos divertirse mientras que él siempre buscaba cosas para pasar el rato, llevando libros, contando historias, cualquier cosa para nunca aburrirse. Cuando finalmente el otro pudo retirar su vendaje tardó unos días en aparecer y apenado lo quería ocultar pero las amables y animadas palabras del de cabello oscuro le quitaban la desconfianza y cada que podía halagaba sus ojos heterocromáticos para hacerlo sentir mejor, descubriendo que cuando se ponía nervioso congelaba un poco a su alrededor. Al igual que lo escuchaba y le reconfortaba por los problemas con su retrógrada padre con respecto a su amistad con un chico sin magia y el entrenamiento de sus poderes.

    El recordar todo su tiempo juntos y el cómo se conocieron siempre le ponía una enorme sonrisa que podía contagiar a cualquiera que lo viera, en especial ahora que tenía una sorpresa para él en el aniversario de su encuentro diez años después.

    —¡Hey, Todoroki! —llamó anunciando su llegada al chico recostado bajo la sombra del árbol que siempre frecuentaban— lamento la tardanza.
    —Buenas Kirishima, también acabo de... —enmudeció ante la apariencia de su amigo— ¿Por qué...?

    Todoroki Shoto no sabía qué decir, tampoco que pregunta debería ser la correcta ante eso, tal vez un halago, no estaba seguro de nada. Kirishima Eijiro no se veía tan diferente de lo normal, con su curiosa elección de ropa tan rara como siempre, la extravagante y afilada sonrisa era tan radiante como cada que lo veía, con sus ojos que irradiaban cariño y la cicatriz que permaneció de su primer encuentro ahora resaltaba más que antes al no estar cubierta por su oscuro cabello, tono que había cambiado por un brillante rojo ahora elevado en puntas.

    —Es rojo —murmuró atónito elevando su mano izquierda tocando el lado de su cabello con ahora un tono similar.
    —No puedo hacer nada para que dejes de recordar el porqué de tu quemadura, pero puedo hacer que dejes de odiar tu apariencia si relacionas tú color de cabello con migo en lugar de tú padre —al principio parecía tan confiado de sus palabras pero ante el silencio del contrario su nerviosismo también aumentó provocando una risa nerviosa de su parte, en ocasiones así podía llegar a ser tan desconfiado de sí mismo y sus acciones— perdón, creo que es muy pretencioso el que pienses en mi siempre, aunque yo pienso en ti todo el tiempo.

    Ambos procesaron esas palabras por un largo rato y mirándose a los ojos el rubor adornaba sus mejillas ante la idea de que algo que ambos sentían fuera revelado, pero un escalofrío recorrió el cuerpo de Eijiro y noto como a los pies de Shoto las hojas se cristalizaron y la temperatura a su alrededor bajaba más y más después de las inesperadas palabras del joven mago.

    —Me encantaría tenerte siempre en mis pensamientos.

    Sonrió de la forma más encantadora que el teñido pudo haber imaginado y sin importarle el frío acortó la distancia para arrodillarse a su lado y estrecharlo entre sus brazos, para el Todoroki el contacto con Kirishima era lo más reconfortante que podía sentir y sin poder decirlo era algo que constantemente esperaba.

    —Podría morir en este momento y no importaría —mencionó Eijiro sin apartarse ni un poco.
    —Ah lo siento, aun no lo controlo del todo —dijo al notar como el no mago temblaba contra su cuerpo y el hielo comenzaba a cubrirlos a ambos— te calentare un poco.

    Y así como cada que Shoto se apenaba se recostó en el árbol mientras Eijiro lo hacía en su hombro, en lo que el mago encendía algo de fuego en su mano para regular la temperatura de su amigo antes de poder hacer cualquier otra cosa para pasar el rato.

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Bueno la cosa quedó algo así, aunque creo no fue tanto de magia pero bueno, la sexta fue la vencida, hice otras cinco que no termine por que pues no me convencían para oneshot y no se si las retome en algún momento pero aquí día 1