Jimin siempre había escuchado de parte de su madre que no escuchara a su padre. Y siempre había escuchado de parte de su padre, que no escuchara a su madre. Pero a Jimin le gustaba escucharlo a ambos y después crear una perspectiva misma de las cosas.
Le gustaba cuando su madre algunas veces se despegaba de sus libros y se sentaba a un lado hablándole sobre lo bonito que era viajar por el mundo y conocer cosas nuevas. Ella era una escritora famosa y aunque Jimin sabía que su madre no había dado la vuelta al mundo, la escuchaba hablar como si hubiese viajado hasta a otra galaxia. Escribir y leer libros tenía ese encanto.
También le gustaba cuando en las noches su padre salía de su despacho, quitándose las gafas y masajeando su cabeza. Se lo encontraba en los pasillos justo cuando iba a dormir, por lo que su padre siempre lo veía en pijama, por lo que el hombre le daba un reconfortante abrazo y besaba su frente deseando unas buenas noches.
—Sabes... decidí que dejaría de apostar —mencionó Agust jugando con su mano, al mayor le gustaban las manos de Jimin. Por eso el pelinegro siempre lo dejaba hacer esa misma acción, Agust tomaría sus pequeñas manos entre las suyas y sonreiría cálidamente ante la diferencia de tamaño—, quiero darte algo mejor caramelito... ¿me permites? —susurró.
Y Jimin esa noche no vio a un vándalo, ni a un chico malo, Agust D no estaba, tampoco el rey de Daegu, sólo era Min Yoongi y un par de ojos sinceros.
—¿Por qué harías eso por mí?
—Por la misma razón por la que tú haces todo esto por mí.
—Entonces sólo eres un buen chico de bonito corazón —Rió Jimin.
Uniéndose a su diversión, Jimin observó al rubio sonreír—Si, espero que eso se mantenga entre nosotros, tengo una imagen que mantener, ya sabes. Agust D, el chico de Daegu.
—Eres un vagabundo.
—Casualmente alguien me dijo una vez que era el vagabundo más guapo que había visto.
Pasar tiempo con Agust se hizo parte de la vida diaria de Jimin. No supo en qué momento fue, sólo que Yoongi se encontraba parado en su puerta con una mochila vieja al hombro.
—Si, bueno, como digo esto... por fin me echaron de aquí después de diez meses sin pagar la renta. O realmente no sé si fue el cuerpo que encontraron en mi cuarto... —el mayor se encogió de hombros y miró a Jimin—, espero que me creas cuando digo que no tengo nada que ver, llevar un cuerpo muerto a la puerta de alguien es como una advertencia, pero ya ni sé de qué pandilla es la advertencia... —después se recargó en el marco y sonrió—, caramelito, tu rey tiene tantos enemigos, pero tú serás mi fiel caballero ¿verdad?
Rodando los ojos, Jimin se hizo a un lado con una expresión divertida en su rostro—No deberías ni preguntar, hasta creo que ofende un poco, tú sólo pasa.
—Caramelito, tu casa siempre huele a galletas, ¿es que no te da miedo que un día te pongas rechoncho?
—No, en realidad tengo un buen metabolismo, pero creo que estoy ganando algo de peso—murmuró mirando sus muslos.
Agust se relamió los labios—está bien, es mejor cuando tienes de dónde agarrar.
—Sí, es mej-...¡Oye!
Jimin no estaba seguro de lo que había sucedido después. De un momento a otro, tener a Yoongi alrededor fue tan normal como respirar. No sabía que era lo que Agust hacia cuando él iba a la academia, tampoco es como si tuviera mucha curiosidad.
No dijo nada la vez en que Yoongi regresó con una ceja rota y un labio partido, limpió con cuidado la sangre de sus nudillos y besó sus mejillas, porqué antes sus ojos, Agust D no era alguien malo.
—¿Qué haré el día en que te des cuenta de que soy una total mierda, Caramelito? —susurró el rubio acariciando su mejilla. Jimin había terminado de vendar sus lastimadas manos y sólo miró en silencio al mayor.
—No lo eres.
—Claro que sí, un día te darás cuenta y cuando lo hagas, no querrás verme jamás.
—Estoy seguro de que eso jamás pasara.
Agust esta vez tomó su rostro entre ambas manos y se acercó hasta que ambas narices se tocaron—estoy tan enamorado de ti caramelito, pero tan enamorado que prefiero que sigas ciego.
Jimin sonrió levemente—si fuera un ciego, no podría ver la maravillosa persona que realmente eres.
El rubio ladeó un poco su cabeza, sus labios tan cerca que podían sentir el aliento de ambos—soy peligroso, necesitas saberlo.
—Eso solo lo hace más tentador —murmuró para unir sus labios.

ESTÁS LEYENDO
Daegu King [YoonMin]
Fanfiction❝Le decían Agust D el chico malo, el rey de las palabras rápidas, el dueño de todo Daegu, un hombre poderoso y peligroso.., parece que Jimin no esta de acuerdo con eso y tiene mucho que decirnos al respecto❞. [AgustMin (YoonMin) / MiniFanfic] [Rom...