Stay alive |CarlGrimes&Tú|

Capítulo 2

—Necesito verlo ahora.— le dije a Dwight quien estaba afuera de la habitación de Negan.

—No puedes, está ocupado.

—Por favor.

—No.

—Bien, dile que iré salir a buscar a las personas que mataron a mi papá y a mi hermano.

—Yo le digo.

Fui a mi cuarto, mamá estaba ahí preparándose para irse.

—Nos hablaron del puesto satelital. Debo ir, son las personas que mataron a tu papá y a Lucas. Los mataré.

—Mamá, no, ¿y si te matan a ti?.

—No lo harán, confía en mí.

—Mamá no vayas.

—Tengo que ir, tranquila todo estará bien. No salgas de la habitación hasta que llegue.

Me dio un beso en la mejilla y salió con sus armas, más Salvadores la estaban esperando. Desde mi ventana vi como se marchaba los camiones, mi mamá era demasiado ruda, lo lograría.

Obedecí a mi mamá quedándome en el cuarto, no iba a ir a ningún lado hasta que ella regresara.

Tomé mis cuchillos y les empecé a sacar filo, limpié mis armas, acomodé todo en el cuarto porque ya no sabia que más hacer. Pasaron las horas y al fin alguien tocó la puerta.

—¿Dwight?, ¿qué haces aquí?, ¿y mi mamá?

—July, por favor escúchame. Y no digas nada hasta que termine.

—Bien, pasa.

Cerré la puerta en cuanto entró, respiró ondo y me miró.

—Murió, lamento que tengas que escuchar esa mala noticia.

—Está bien, no pasa nada... Yo solo... Yo...—me puse a llorar.

Perder a tus papás, a tu hermano en una semana no es fácil de procesar.

—¿Fueron los mismos?

—Si, July. Quiero que me digas exactamente todo lo que recuerdas cuando murió tu papá.

—Solo pude ver un hombre con un chaleco de alas.

Limpié mis lágrimas con las mangas de mi camisa.

—Me ayudarás a buscarlos, yo conocí a ese tipo y también quiero matarlo.

Alcé mi vista a Dwight, puso su mano en mi hombro.

—Gracias.

—Tranquila, ahora yo te cuidaré ¿si?

Asentí y no pude evitar abrazarlo, se quedó tieso hasta que me pudo abrazar. Después se fue.

[...]

Pasaron varios días, anduvimos por los bosques buscando a esas personas, matamos errante, cubrimos rutas, matamos personas inocentes que no tenían nada que ver aquí, pero seguíamos buscándolos.

—¿Qué les haremos cuando los encontremos?.—pregunté.

—Los matamos pero compartiremos a Daryl.

—¿Daryl?, ¿ese es su nombre?

—Así es.

Aveces salíamos grupos enteros, a veces solo nosotros dos, ahora veníamos con un grupo a un pueblo porque vimos a unos tipos qué habían visto el día que mamá murió.

—Estoy seguro que él es uno de ellos.—dijo en un susurro uno llamado Bryan.

—¿El pelirrojo?.—le contestó uno de sus amigos.

—Sí, es él y aquel con cara de idiota.

Escuchamos qué tenían una especie de pelea, el pelirrojos se fue y agarraron al otro.

—No me hagan nada... Por favor.—empezó a llorar.

Lo tomaron a la fuerza, regresamos donde Dwight y otros más estaban.

—Es uno de ellos, D.

—Bien hecho, acabo de ver a tres imbéciles de ellos, también.—D me hizo una seña de que lo siguiera.

—Linda ballesta.—le dije al notar qué era nueva.

—Gracias, aun no sé usarla muy bien.

Apuntó a algo y lanzó la flecha, salimos del bosque y una mujer estaba tirada en el suelo con la flecha en el ojo.

—Aun no se usarla muy bien.—repitió lo que me había dicho a mi.

Nos apuntaron con sus armas y nosotros a ellos, solo eran dos con vida.

Trajeron a su amigo y lo pusieron de rodillas en las vías del tren. Siguió llorando.

—Créeme que te apuntaba a ti, no quería matar a su amiga.—agregó Dwight.

—Debí matarte cuando pude.—le dijo el de cabello medio largo.

—Pero no lo hiciste, Daryl.

Se me heló la sangre, mis piernas se debilitaron, quería matarlo ya mismo pero también quería verlo sufrir, que suplicara.

—Tú te arrodillaste, cobarde.

Seguíamos apuntandonos, el qué estaba de rodillas le mordió el pene a D, el pelirrojo salió de un escondite y empezó a disparar. Corrimos hacia el bosque de nuevo, habían matado a un par.

Seguimos corriendo hasta que no se escucharon balazos. Recuperamos la respiración y D se quejaba del dolor.

—Lamento mucho lo que te hizo ese pobre idiota.—le dije.

—Cállate, duele mucho.

No pude evitar reír un poco. Me paró el dedo de en medio.

—Perdón.

Volví a reír. Se levantó y regresamos al Santuario. Ya no trabaja más, ya obtenía las cosas más fáciles desde que nos arrodillamos.

Me duché, me cambié de ropa y luego fui por crema de avellanas qué hacia una señora, le pedí un frasco.

—Gracias.—le dije.

No me respondió, seguí andando hasta mi habitación y cada que pasaba Negan nos arrodillamos.

—July quiero verte un segundo.

—Si señor.

Seguí a Negan hasta el cuarto de juntas, había una mesa larga y sillas.

—Toma asiento.

—¿Para qué quería verme?

—Quería decite que siento mucho lo de tu familia, pero mira ya sabes quienes son, donde viven, las rutas que hay alrededor gracias a que tú y Dwight salen todos los días a investigar.

—Si, señor. Hemos cubierto todas las rutas aunque no hemos ido tan lejos.

—Tienes mucho potencial, mañana iremos a cubrir cada una de esas rutas, nos quedaremos a esperarlos. Todos perdimos desde que ellos se presentaron a nuestras vidas.

—Lo sé, Gil, un niño de ocho perdió a su padre en la estación satelital.

—Asi es, todos perdemos aquí. Gracias a Rick, el líder. Según me dijeron.

—¿Cuál es el plan?

—Irás con Dwight, iras por los bosques por si quieren escapar o atrapar a alguien. No los matarán, los quiero vivos.

—Supongo que D me lo dirá mejor, con detalles.

—Conoces el protocolo. Eso me gusta. Ya puedes irte July.

Asentí, me levanté del asiento y me fui a mi habitación. Hice un emparedado de crema y tomé limonada que aun había en la nevera.