Stay alive |CarlGrimes&Tú|

Capítulo 9

Desperté en una celda con mi hombro vendado. Sentía la mirada de alguien que me veía desde el otro lado de la reja.

-Despertaste.-dijo un hombre moreno.

-¿Qué pasó?

-Alguien te disparó anoche. Estas a salvo. Le hablaré a Rick.

Se fue de la celda y después de un rato entró Rick junto con su gente.

Estaba confundida.

-¿Que hacías afuera de Alexandria?

Preguntó Rick pero no contesté.

-¿Quién te disparó?

Siguió haciendo preguntas.

-¿Venías con el resto de Salvadores?

-Escucha anciano, no sé porqué estaba afuera de Alexandria y no te diré quien me disparó porque no es de tu incumbencia. Ahora necesito irme.

Hablé.

-Te diremos quien te disparó, fue Dwigth. Cuando te desmayaste el vino de inmediato. Trabaja con nosotros ahora.

No sonaba a algo que haría Dwigth.

-El vendrá más tarde y te lo explicará.-salió Daryl de entre la gente.

Lo miré con odio. Odiaba a estas personas. Todos se fueron dejándome a solas con Carl y el hombre moreno.

-Tienes que decirme qué fue lo que pasó.-empezó a hablar.

-No sé si confiar en ti.

-July, puedes hacerlo. Somos amigos.

-Tu gente me trata como si fuera realmente mala. He matado a una persona de ustedes nada mas y ustedes mataron a mi familia.

-Mira, nosotros somos una familia y nos cuidamos entre todos. No confiamos fácilmente.

-Yo tampoco confío Carl.

-Debes hacerlo porque Negan y su gente piensa que estas muerta y eres de las nuestras.

-No soy de los suyos. ¡Mirame! Estoy en una celda.

Y era verdad,estaba enjaulada cómo un animal.

-¿Quieres pelear contra Negan?

Preguntó.

-No realmente. No me hizo nada,yo debería pelear contra ustedes.

-D nos dijo que querías huir.

-Quiero formar parte de algo.

-Te prometo que si te unes a nosotros haré que todos te quieran y te cuiden. Tara era una de nuestras enemigas hace un tiempo y aquí está, con todos.

-¿Puedo salir de aquí?

Asintió con la cabeza.

-Morgan.

Le habló para que me abriera la puerta y así lo hizo.

-Gracias Morgan.

Carl agradeció y me ayudó a salir con cuidado.

La luz del día me hizo cerrar los ojos por un momento hasta que me acostumbré.

-Te llevaré a mi casa.

Caminamos por las calles de Alexandria y la gente me veía como si tuviera un moco colgando.

-Casi nadie te tiene confianza desde que mataste a Olivia.

-Me caía mal.

Soltó una risilla que me hizo sonreír.

Cuando llegamos a la casa de Carl salió la mujer samurai.