Capitulo cuatro

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Era una noche muy callada dentro de la sala, ellas ya dormían en tanto miraba unas mascaras de oxigeno que había comprado por la tarde después de mi pelea

– y eso es todo? – pregunto aquello

– Si –

no era mi dinero así que podía ser un poco caprichoso, no obstante, pensaba un poco en lo que llegaría a suceder, mi plan era una pirámide donde dejaría caer todo solo para tener tiempo libre de cualquier policía y tener lo suficiente para terminar

– algo bueno de esto es que será un bien día – comento

Se reclino en el sillón subiendo sus raros pies en la mesa de centro y sus manos en lo que los humanos llamamos nuca

– sabes creo que hoy mirare anime –

Encendió la tv y cambio de canal hasta que encontró un programa que le gustara

Mientras la sombra estaba en sus cosas subí a mi habitación, dentro me senté en el piso mirando mi cama, en ella había estado con mi mujer muchas noches pero no lograba sentir algo vivo dentro de mí, la amaba mucho incluso me gustaba pasar el tiempo con ella, tal vez al estar bajo la sombra de esa cosa todos mis sentimientos llegaban a un punto inactivo, moral, culpa, estrés, miedo, cansancio y más cosas simplemente no existían, sospeche que muchos que estuvieron influenciados habían llegado a un punto de ser asesinos despiadados como el tipo del accidente que mato a un niño en el proceso, dar el poder de no sentir nada podía corromper a muchos pero entre todo esto sentía que al final venia algo más que no eran advertido como un pago por tal poder

El silencio de la habitación me hizo ver el recuerdo de mi esposa, a ella la había conocido en una caminata en un pueblo que solía visitar para hacer ejercicio y todo comenzó con una sonrisa, era un momento que a pesar de todo no podía olvidar

El resto de la noche lo descanse en paz

Por la mañana desperté y tome el desayuno, sin embargo, ellas me acompañaron

– y hoy saldrás tío? – pregunto la niña

– Si – respondí

– oh, y que harás? – Pregunto

– Nada en especial – conteste

– me puedes llevar? – pregunto

Negué con la cabeza

– estas mejor aquí – conteste

– Eh....– se oía muy desanimada

– y hoy llegaras noche? – Pregunto la mujer

– no lo sé – conteste

– Entiendo – era demasiadas preguntas

Un poco más tarde me halle en la sala arreglando una mochila donde coloque las máscaras, munición para mi pistola y ropa junto a unas botellas de agua, con todo eso camine a la puerta dando una mirada a mi casa, demasiados recuerdos y con un pequeño golpe en la pared fui a la calle

Caminaba en dirección a la casa donde tenía el auto de mi amigo, aquello venía detrás de mí

– Sí que hueles a fuerza especial – comento

– Eres como un kamikaze – añadió riendo

Mentalizaba lo que haría y como tendría que responder, sin embargo, como en el pasado también sabía que nada salía según el plan por lo que tenía que soltar más el instinto de supervivencia

despues de henshin emergenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora