ᎠᎪΝᏀᎬᎡ // Min Yoongi // Fanfic +18

2.- Bienvenida.

Volvamos al inicio, todos se estarán preguntando que pasó después de la cena, ¿verdad?
Bueno, no fue tan agradable, mi padre me regaño tan intensivamente que me causa terror volver a mirarle, en cuanto a Min, aprovecho todo este asunto para hacerme sentir peor, ¿cómo?, dirán, bueno, él hizo todo lo posible para que papá me diera una lección que valiera la pena.

Además, se entero por el personal de la empresa que buscaba trabajo en su empresa y no sólo me contrato, sino que me puso como si secretaria, eso tenía que ser una asquerosidad en el día a día.

Y sí, lo era. Un tremendo dolor de cabeza, no siquiera podía comer bien, por que ahí estaba él, pidiendo cosas innecesarias para fastidiar.

— ¡KIM!,¡KIM!!

- ¿Qué demonios quieres?

— Imprime esto. - Lanzó de mala gana una pila de hojas que se esparcieron por todo su escritorio. - Limpia esto y haz lo que te pedí rápido.

- Eres un completo…

— ¿Un completo que?

- Un ángel divido de Dios.

— Bueno sí, puede ser, Dios me dio dones en mi cuerpo. Tengo uno en especifico que te llevara al cielo.

- Ojalá no sea en la cama, por que lo último que quiero es a ti entre mis sábanas.

— Lo querrás creme, dentro de poco.

- Como tú digas. Por cierto, hoy me voy a ir temprano.

— No.

- No te pedí permiso, te estoy comentando solamente. - Camine hacia la puerta, si creía que le haría caso esta completamente loco.

— Ya te dije que no.-

- Que lindo, pero no me importa.

Iba a comentar algo más, pero se levantó tan rápido de su silla que me quede congelada, no hizo nada, solo se quedó mirando fijamente en mi dirección.

— Trae tu maldito trasero a la silla de nuevo.

Realmente no sabía si contestarle o no, pero era incómodo verle de esa manera. Era perturbador y asqueroso.
Solamente suspiré, girando nuevamente en dirección a él y sentandome en la estúpida silla.

— Que obediente. Ahora, escucha atentamente por que sólo lo repetiré una vez, hoy, iras a mi casa, vivirás ahí apartir de ahora, y creme no fue idea mía. Pero tu padre a insistido, así que te daré una hermosa bienvenida y no perdere la oportunidad de ganar millones solo por tus caprichos infantiles. ¿Entendiste?

- Bien. Pero quiero decirte algo antes.

— Adelante.

- ¡ P U D R E T E!

Quién se cree este.